La Reserva Federal y otras cuatro agencias federales han aprobado las normas finales que conforman la Ley Volcker, denominada la sección 619 de la Dodd-Frank Wall Street Reform and Consumer Protection Act.
La Ley Volcker “prohíbe a las entidades bancarias realizar actividades de trading en beneficio propio a corto plazo de determinados valores, derivados y futuros y opciones sobre materias primas”. Además, “se imponen límites a las inversiones de las entidades bancarias en fondos de cobertura y fondos de inversión privados”.
En la práctica, la Ley Volcker está diseñada para prevenir que los bancos tomen demasiados riesgos con el dinero de sus clientes. La Ley prevé excepciones para que los bancos puedan “asegurar o realizar operaciones de cobertura, crear mercado o asegurar a las empresas. La Ley clarifica que ciertas actividades no están prohibidas, incluyendo actuar como agente, broker o custodio”.
En concreto, las “entidades con significativas operaciones de trading tendrán que presentar programas muy detallados y sus consejeros delegados tendrán que justificar que los programas están razonablemente diseñados para cumplir con la ley final. Serán necesarios análisis independientes de cada programa. La nueva regulación reduce las cargas sobre las instituciones más pequeñas, al limitar su cumplimiento y presentación de informes. La entidad bancaria que no se dedique a actividades de trading de cobertura no tendrá que establecer estos programas”.
La Reserva Federal ha anunciado que “las organizaciones bancarias cubiertas por la sección 619 deberán adecuar totalmente sus actividades e inversiones a partir del 21 de julio de 2015”. Estaba previsto que la Ley Volcker entrara en vigor en julio de 2014.
Ben Bernanke, presidente de la Fed, ha comentado que la Ley limitará “una excesiva toma de riesgos por los bancos”, pero ha añadido que su “eficacia dependerá de los supervisores”. La Ley afectará a los bancos con activos superiores a 50.000 millones de dólares.
César Pérez-Obanos