Antes del nombramiento de Janet Yellen para reemplazar a Ben Bernanke al mando de la Reserva Federal (Fed), los economistas apostaban que la primera mujer de la historia en liderar la autoridad monetaria estadounidense podría ser incluso más acomodaticia que su predecesor, pero se acerca un momento de cambio.

YELLEN EN SU PAPEL DE PALOMA

Yellen llevaba desde el 4 de octubre de 2010 en el puesto número dos de la Fed antes de tomar oficialmente el releve de Bernanke el 3 de febrero de este año y la mayoría de los expertos la calificaba como una “paloma” (del inglés “dove” y que, aplicada a la política monetaria, implica una postura acomodaticia con una mayor preocupación por el estado de la economía frente a la postura opuesta del “halcón” -del inglés “hawk”- que tiene una postura más agresiva debido a la mayor preocupación por la inflación). En una encuesta realizada en octubre de 2013, un 38% de los economistas apostaron que Yellen sería aún más acomodaticia que Bernanke, mientras otro 60% optaron por mantener una postura sobre la política monetaria idéntica a la de su predecesor. En la oposición, sólo un economista se atrevió a apostar que sería más agresiva.

Yellen sí ha seguido al pie de la letra el programa de tapering (reducción en el programa de compra de bonos) comenzado por Bernanke e incluso en marzo quitó la cifra del 6,5% para el desempleo como un indicador para el comienzo del endurecimiento de la política monetaria.

Poco cambió con la publicación del último comunicado de la Fed que mantuvo el ritmo del tapering y los tipos en mínimos históricos desde el 16 de diciembre de 2008.

LA OPOSICIÓN

No obstante, hubo oposición al comunicado por parte de Charles Plosser, conocido halcón y presidente de la Fed de Filadelfia, precisamente por el lenguaje de mantener los tipos sin cambios durante “un periodo considerable después del fin del programa de compra de activos” porque considera que no reconoce suficientemente el progreso económico. Aunque no será cosa de corto plazo, todo apunta a que el momento se acerca para comenzar la estrategia de salida y dar marcha atrás al largo camino de medidas cuantitativas que forman parte de esta política monetaria acomodaticia.

Yellen ya advirtió al Congreso de Estados Unidos a mediados de este mes que “si el mercado laboral sigue mejorándose más rápido de lo que anticipamos (…) una subida en los tipos de interés podría llegar “más pronto y más rápidamente de lo que se espera actualmente”.

LA SITUACIÓN ACTUAL

No obstante, los datos del Informe de Empleo, correspondiente al mes de julio y publicado hoy viernes, tal vez han quitado el peligro a corto plazo. Sobre todos los datos recientes del otro lado del Atlántico, Craig Erlam de Alpari cuenta que “el Informe de Empleo y los números de inflación de julio han marcado un equilibrio perfecto. Son suficientemente buenos para apoyar a una fuerte recuperación de la economía, mientras que influyen en los temas que realmente preocupan a la Fed ahora mismo, como el crecimiento de salarios”.

Erlam afirma que “nadie quiere que la economía sufra sólo para que las bolsas puedan subir”, pero considera que la Fed “ha creado una situación en la que los datos pueden ser fenomenales en general, pero no tenemos que preocuparnos por la subida en los tipos, lo que implica que la renta variable puede seguir al alza”.

LA CONVERSIÓN AL HALCÓN

No obstante, no es un estatus quo que puede perdurar para siempre. El economista jefe de Markit, Chris Williamson, advierte que el crecimiento robusto de la economía (se conoció el pasado miércoles que Estados Unidos registró una expansión en el crecimiento del PIB de nada menos que un 4%) probablemente creará más aliados para Plosser en el seno de la Fed.

Erlam cree que “hablar de las subidas en los tipos podría llegar tan pronto como finales de este mes cuando Yellen presenta un discurso en el Simposio Económico de Jackson Hole, un acontecimiento que se ha utilizado tantas veces en el pasado por el presidente de la Fed para adelantar un gran cambio en la política monetaria”. Recordamos que Bernanke dio los primeros indicios de la famosa QE3 (tercera ronda de medidas cuantitativas) en el encuentro del 31 de agosto de 2012.

El consenso espera ahora que la primera subida en los tipos no llega hasta mediados de 2015, pero los expertos de Nomura advierten que, “mientras pasa el tiempo, e, incluso más importante, tenemos algunos indicadores de que el tercer trimestre también será fuerte, la Fed tendrá que realizar ajustes”. Tarde o temprano, Yellen tendrá que dejar de ser paloma para convertirse en halcón.