Llama la atención de Desmond Lachman, del American Enterprise Institute, la “calma” con las que los mercados financieros encaran las tres importantes elecciones a las que se enfrenta Europa a finales de mayo. “Lejos de descontar el riesgo que suponen y las consecuencias no deseadas que podrían dejar a su paso, los mercados parecen estar eligiendo ignorarlas (…) y lo hacen a pesar de que podrían no ir tan bien como esperan”, advierte.

“Tal vez el más importante de los comicios sean las presidenciales de Ucrania, que se celebrarán el 25 de mayo” (¿más tensiones entre Kiev y Moscú? ¿más sanciones a Rusia y desde allí?), pero tampoco podemos olvidar las elecciones al Parlamento Europeo, programadas entre el 22 y el 25 de mayo (el voto anti-europeo podría ascender hasta el 31%). Ni mucho menos las locales de Grecia (se celebrarán en dos rondas: 18 y 28 de mayo): los izquierdistas de Syriza siguen adelantando a la Nueva Democracia del primer ministro Samaras.

“Sin duda, estos riesgos podrían no materializarse. Sin embargo, como mínimo, uno podría pensar que los mercados no han tenido en cuenta ni una mínima probabilidad de que lo hagan y si efectivamente se producen no será la primera vez que han estado ciegos ante unos riesgos demasiado fáciles de prever”, concluye Lachman.

S.C.