Estefanía Ponte, directora de Análisis y Estrategia de Cortal Consors, es tajante al afirmar que las caídas de la semana pasada son una recogida de beneficios y sí cree que en lo que queda de ejercicio habrá, como siempre, maquillaje de fin de año, aunque le resta importancia porque ha sido un año muy positivo para la bolsa. También sentencia que si algo debe preocupar a los inversores es el crecimiento lento de la economía, aunque el tapering sigue siendo un “elemento incierto”. También el comportamiento de BCE lo es, aunque en Cortal Consors esperan que actúe en el primer trimestre del año que viene. Ponte advierte sobre la situación fiscal de Estados Unidos, pero no ve al país en quiebra técnica, y sobre España confía en que la crisis se olvide antes del 2033 de PriceWaterHouseCooper, aunque quedan deberes por hacer.

Así ha contestado a las preguntas de Bolsamanía, a quien ha dedicado unos minutos pese a estar inmersa en la presentación de sus previsiones para 2014.

Pregunta: Al presentar vuestra estrategia para 2014 hace unas semanas apostabais por un fin de año tranquilo, sin “Rally de Navidad”. Las caídas que se produjeron la semana pasada, ¿son una simple recogida de beneficios o esconden algún temor tras tanta complacencia?

Respuesta: Es una recogida de beneficios. Índices como el Ibex o el Eurostoxx estaban ya en niveles caros. Y nos parece un movimiento correcto, porque corriges un poco esperando una revisión de los beneficios empresariales para el año que viene y después continuas con la tendencia alcista.

Pregunta: Pero, ¿habrá maquillaje de fin de año?

Respuesta: Siempre lo hay, pero el año ha sido muy bueno.

Pregunta: Más allá, para el año que viene, vuestras previsiones son un interrogante “¿2014, año de confirmación?”, ¿por qué no son una certeza?

Respuesta: Porque hay elementos que son inciertos. Cómo se va a desarrollar la situación fiscal en Estados Unidos, cómo finalmente la Reserva Federal (Fed) va a resolver el tema de la política monetaria, qué va a hacer el Banco Central Europeo (BCE). Hay una serie de elementos que nos han obligado a poner esa interrogación.

Pregunta: Sobre el primero de esos elementos inciertos, la situación fiscal de Estados Unidos. Dos son las fechas clave, 16 de enero, cuando vence el presupuesto, y 7 de febrero, cuando debe negociarse el techo de deuda, ¿qué esperáis que suceda? ¿Se instaurará la convicción de que es imposible que Estados Unidos entre en quiebra técnica?

Respuesta: Una quiebra técnica no lo hemos visto nunca y no la veremos ahora. Es muy difícil barajar ese escenario. Con respecto a la situación fiscal, las últimas noticias son algo positivas. Parece que en estos días se va a presentar un acuerdo que daría financiación a la Administración durante dos años, así que el 16 de enero ya no sería clave. Pero queda la otra pata: el techo de deuda, es decir, el 7 de febrero. No obstante, las estimaciones del propio Tesoro reconocen que no sería justo el 7 de febrero y que incluso se podrían posponer las negociaciones a primavera.

Pregunta: Sobre el segundo, la Fed, ¿qué debería preocupar más: que el equipo de Ben Bernanke retire sus estímulos o que el crecimiento económico sea tan desesperadamente anémico?

Respuesta: El crecimiento económico, porque arrastra a los beneficios empresariales. Esto, a su vez, provoca que sea más exigente ver subidas en la bolsa.

Pregunta: Y sobre la última incertidumbre, el BCE, sobre el que ya descartasteis que redujera el tipo de interés sobre depósitos bancarios a tasas negativas, ¿qué tiene que hacer la autoridad monetaria del Viejo Continente para impulsar la recuperación?

Respuesta: Para apuntalarla, porque la recuperación ya está en marcha. Tendría que inyectar liquidez, tomar medidas vinculadas al crédito a pymes, que es lo que está estudiando. Les cuesta anunciarla porque es complicado obligar a los bancos a que den crédito a las pequeñas y medianas empresas, pero esperamos que lo haga el primer trimestre de 2014.

Pregunta: Y con esto bastará, ¿o qué tiene que pasar para que dejemos de definir la recuperación como anémica?

Respuesta: Estamos en momentos de ajuste fiscal donde, en Estados Unidos, el sector público le está costando al PIB entre un 1% y un 1,5% del crecimiento. En situación normal, Estados Unidos crecería al 3%/3,5%. Lo mismo sucede en la Zona Euro y en España. Una vez que se hayan limpiado los balances de los gobiernos, volveremos a ver crecimientos más fuertes.

Pregunta: En España dijisteis que “salíamos, y salimos (de la crisis), porque la base para la salida de la crisis está construida”, ¿qué queda por hacer?

Respuesta: Favorecer y ayudar a la inversión en bienes de equipo. Convertir a España en una economía más productiva y más competitiva, no solo vía costes laborales, sino que seamos más eficientes. Esta es para nosotros la principal economía pendiente.

Pregunta: ¿Hay intención política para abordar esta asignatura pendiente?

Respuesta: Hay una parte que se ha hecho, por ejemplo, el plan PIVE para vehículos de carga. Ha funcionado muy bien. La inversión en trasporte en el segundo trimestre nos sorprendió. Alguna medida en esa dirección ya se aplica, pero se debería incentivar a las empresas para que lleven a cabo este tipo de inversión.

Pregunta: ¿Habrá que esperar a 2033 para ver a España crecer al ritmo previo a la crisis como apuntaba la semana pasada PriceWaterHouseCooper? ¿O esto es solo un buen titular?

Respuesta: Nosotros somos algo más optimistas. Aunque es complicado barajar un escenario a tan largo plazo, creemos que a partir de 2016-2017 podemos ver a España tranquilamente crecer al 2,5%/3%.

María Gómez