En un discurso ofrecido antes del comienzo de las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial la semana que viene, la directora gerente del primer organismo, Christine Lagarde, ha indicado que la resolución del techo de deuda en Estados Unidos es una “misión crítica” para evitar dañar a la economía global. “La paralización del Gobierno ya es de por sí suficientemente mala, pero la incapacidad de elevar el techo de deuda sería mucho peor y podría causar un daño muy grave, no sólo a la economía estadounidense, sino a la economía global entera”, ha declarado. “Por lo tanto, es una 'misión crítica' que esto se resuelva tan pronto como sea posible”, ha añadido Lagarde.

La paralización parcial del Gobierno, que afecta a aproximadamente 800.000 funcionarios y retrasa la publicación de los datos, como es el caso del Informe de Empleo habitualmente emitido el primer viernes de cada mes, se encuentra hoy en su cuarta jornada. Sin embargo, aún más urgentes, si cabe, son las discusiones en el Congreso para elevar el límite actual del techo de deuda de 16,7 billones de dólares. El plazo actual es el 17 de octubre y el CBO (Oficina Presupuestaria del Congreso) ha indicado que, si no se llega a un acuerdo, el Gobierno no será capaz de pagar sus facturas entre el 22 y el 31 de octubre. El Tesoro estadounidense ha advertido que una quiebra del Gobierno llevaría a una recesión posiblemente peor que la causada por la crisis financiera de 2008.

Ante la seriedad de la situación, el presidente de la primera economía del mundo, Barack Obama, ha cancelado un viaje a Asia para intentar avanzar en las negociaciones. “El presidente ha tomado esta decisión debido a la dificultad de continuar con los viajes al extranjero durante la paralización actual del Gobierno, y porque está determinado a continuar insistiendo en que los Republicanos deben, de forma inmediata, permitir un voto para reabrir el Gobierno”, ha explicado el responsable de prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, en un comunicado.

J.M.