El primer ministro de Francia, Manuel Valls, planea recortar impuestos en miles de millones de euros para ayudar a los más pobres y apoyar a los negocios. En concreto, propone quitar un impuesto de producción sobre empresas, valorado en 6.000 millones de euros, en los próximos tres años y también ha prometido reducir el impuesto sobre sociedades a partir de 2016. Además, Valls pretende ayudar a los hogares con 5.000 millones de euros en recortes dirigidos principalmente a las familias con pocos ingresos.
Aunque Valls ha insistido en que planea seguir adelante con la reducción del déficit galo, ha dejado clara su oposición a la austeridad. “Estoy a favor de respetar nuestros compromisos, para el control de nuestro presupuesto, pero no estoy a favor de la austeridad. No quiero dañar el crecimiento, porque sin ello, nuestro déficit no caerá y el desempleo no bajará”, ha insistido.
J.M.