Hoy es el "Día de la Marmota", además de conmemorarse el 30 aniversario del estreno de Groundhog Day, la película protagonizada por Bill Murray. Este día señala la mitad del periodo entre el solsticio de invierno y el equinoccio de primavera. Y, según la tradición, si la marmota al asomarse de su madriguera no ve su sombra, por ser un día nublado, saldrá de su cobijo, lo que significa que el invierno terminará pronto. Si por el contrario, por ser un día soleado, la marmota ve su sombra y se mete de nuevo en su madriguera, significa que el invierno durará seis semanas más.

Pero ¿qué relación tiene esto con los mercados financieros? La historia que cuentan los expertos en mercados americanos, analizando la rentabilidad de la bolsa estadounidense del último siglo, es que si la predicción de Punxsutawney Phil (la estrella de la antigua costumbre norteamericana de este día) es que la primavera está a la vuelta de la esquina, el mercado recibe un impulso. En definitiva, cuando la marmota predice una primavera temprana, los inversores se vuelven optimistas.

El también poder predictivo de enero

Si nos remontamos al año pasado, en 2022 la marmota vio su sombra anticipando un invierno más largo y, por ende, un entorno bursátil más pesimista. Y, si miramos los números, podemos afirmar que el ejercicio fue complicado y cargado de volatilidad para los mercados, reflejándose tanto en los índices bursátiles europeos como americanos. Así, el IBEX 35 se dejó en el año un 5,5%, el CAC 40 un 9,1%, el EURO STOXX 50 un 11,4% y el DAX alemán un 12,3%. Por su parte, los tres principales índices de Wall Street registraron sus mayores pérdidas anuales desde la crisis financiera de 2008: el DOW JONES terminó 2022 en el nivel de 33.147 con una pérdida de 8,8%, el S&P 500 recortó un 19,4% hasta los 3.839,50 puntos y el Nasdaq tecnológico, con 10,466.48 puntos, perdió un 33,1%.

Ahora, cumplido el primer mes de este 2023 -un ejercicio en el que tendremos que restablecer la solvencia, la confianza y la rentabilidad-, la luz vuelve a asomar en la renta variable. De hecho, Wall Street acaba de cerrar su mejor mes de enero en años, con una subida acumulada del 10,7% en el índice Nasdaq (marcando su mejor desempeño mensual desde julio), del 6,2% en el selectivo S&P 500 y de un 2,8% para el Dow Jones. 

Con este escenario, y la predicción de Punxsutawney Phil aún por saberse, muchos analistas ya han hecho sus cábalas para los mercados a corto/medio plazo. 

"Un enero sólido podría ser una buena señal para el mercado y podría predecir un repunte durante los próximos meses. De hecho, de las cinco veces en las que el S&P500 ha ganado más del 5% durante el mes de enero después de un año negativo, el índice de referencia ha incrementado un 30% en promedio anual, aseguraba Ryan Detrick de Carson Group por medio de una publicación en Twitter.

En la misma dirección apuntan los comentarios del CEO de AXS Investments, Greg Bassuk: “estamos viendo todos estos impulsores históricos y principales del mercado, comenzando a apuntar hacia una dirección que creemos que apoyará las ganancias de la bolsa de valores en los próximos meses”.

Por su parte, Steve Deppe, director de inversiones de Nerad + Deppe Wealth Management, señaló en Twitter que el S&P500 ahora "está en camino de obtener ganancias del 10% o más en cuatro meses, mientras que todavía está en mínimos en los últimos 12 meses. Nueve configuraciones previas de este tipo desde 1954 fueron seguidas de ganancias en los siguientes 2 a 12 meses, con una ventaja superior al promedio y contratiempos mínimos". 

Fuente: TradingView

¿Un invierno bajista más largo?

Sin embargo, otros creen que las "sombras" -y por lo tanto "el invierno financiero" de la incertidumbre- seguirán con nosotros durante tiempo, hasta la total recuperación tras el shock financiero que hemos y estamos viviendo. 

James Demmert, fundador y director de inversiones de Main Street Research, explica, a través de una entrevista en Reuters, que espera al menos seis semanas más de mercado bajista y agrega que las acciones "podrían tener que bajar una vez más" antes de ver ganancias sostenidas. "Cada vez que los mercados financieros han cobrado fuerza en el último año, incluso del 10-15%, luego se ha traducido en nuevos descensos, lo que recuerda a la película y a los mercados bajistas del pasado. ¿Será la reciente fortaleza del mercado una continuación de este patrón? Nuestras investigaciones sugieren que es muy probable. Ha pasado ya varias veces".

El directivo de  Main Street Research cuenta que "aunque nos estamos acercando al final de este mercado bajista, en las últimas semanas los beneficios empresariales están disminuyendo en todos los sectores, lo que suele suponer la fase final, y a veces la peor, de la fase bajista". Por ello, "es importante seguir siendo defensivos y utilizar herramientas de gestión del riesgo hasta que los mercados reflejen plenamente el debilitamiento de la economía que prevemos. En estos momentos, las compañías de salud o las utilities lo pueden hacer mejor que el resto. Con todo ello, en este 'Día de la Marmota' pronosticamos que verá su sombra y que el "invierno bajista" se prolongará un poco más". 

Correlación tiempo-mercado

Por su parte, Savva Shanaev, Doctor en Finanzas y Profesor en la Universidad de Northumbria, explica que "en general, en el último siglo, no he encontrado cambios estadísticamente significativos tras una predicción de invierno largo, pero sí es verdad que el mercado se aprecia un 2,78% tras una predicción de principios de primavera. Lo más probable es que esto se deba a que las predicciones de principios de primavera son mucho menos frecuentes, ya que sólo se producen una vez cada cuatro años, por término medio, por lo que los inversores reaccionan con más fuerza ante ellas".

A todo ello hay que añadir, claro está, la superstición de muchos inversores, aunque sólo sea a nivel subconsciente. Otros pueden no serlo, pero se dejan influir por el cambio en el sentimiento público que suele acompañar a acontecimientos culturales como éste. Y otros pueden estar elaborando estrategias de inversión en función de cómo creen que reaccionarán los inversores supersticiosos.

Además, según explica Shanaev, el impacto de la marmota en el mercado bursátil comienza a hacerse evidente dos semanas antes de sus predicciones del 2 de febrero. ¿Cómo? "Phil no suele ver su sombra si hay mucha nubosidad en Punxsutawney el 2 de febrero, y se dispone de previsiones meteorológicas razonablemente fiables con hasta dos semanas de antelación. Ahora bien, si el efecto bursátil del Día de la Marmota se debiera puramente a supersticiones o sentimientos, cabría esperar que se produjera una vez hecha la predicción. Como empezamos a ver una actividad anormal del mercado dos semanas antes, sospecho que algunos inversores están siguiendo las previsiones de Pennsylvania y ajustando sus posiciones bursátiles en consecuencia. En concreto, si ven un día nublado en la predicción, saben que es probable que el mercado suba el Día de la Marmota, por lo que compran antes de esa fecha, provocando una ligera subida. A continuación, venden poco después del 2 de febrero, lo que hace que el impulso posterior al Día de la Marmota sea algo menor de lo que sería si estuviera impulsado únicamente por las operaciones de los inversores supersticiosos el 2 de febrero o inmediatamente después. En otras palabras, el significativo efecto previo al día en cuestión sugiere que hay al menos algunos inversores no supersticiosos que son conscientes de la anomalía e invierten activamente contra ella".

Además, este tipo de analogías también lo encontramos en el "sell in may and go away" (vende en mayo y vete), que refleja el hecho de que el mercado tiende a estar en su peor momento de mayo a octubre; el "January Effect" (efecto enero), llamado así porque las acciones suelen subir a principios de año; y el "Monday Effect" (efecto lunes), en el que los rendimientos del mercado son inferiores a la media a principios de semana.