El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Vítor Constâncio, y la recién nombrada presidenta de Consejo Supervisor del Mecanismo Único de Supervisión, Danièle Nouy, ofrecerán hoy, a las 13:00 hora española, una rueda de prensa para dar detalles sobre los tests de estrés que este año se van a realizar a la banca europea, antes de que el 4 de noviembre la autoridad monetaria central del Viejo Continente se convierta en el supervisor bancario único. “El diablo está en los detalles”, avisa en Reuters Huw van Steenis, de Morgan Stanley.

El mercado descuenta que los exámenes, que se harán en tres pasos entre los que se encuentra la revisión de la calidad de los activos (AQR por sus siglas en inglés), arrojarán unas necesidades de capital totales entre los 128 bancos analizados en la Zona Euro de 100.000 millones de euros.

Aún quedan matices por conocerse, como la definición de préstamos moroso o si la deuda pública será sometida a algún tipo de tensión, o qué carteras y riesgos específicos de cada país se tendrán en cuenta. En el caso de la exposición a los bonos soberanos, los bancos españoles estarán muy pendientes por lo abultado de sus carteras. Los rumores apuntan a que se “estresarán” los portfolios de deuda disponible para la venta, pero los supervisores locales tienen margen para decidir si éstos datos salen a la luz desglosados. Para aquella deuda soberana que está clasificada “hasta vencimiento”, aún no se sabe si será sometida a escenarios de estrés, ya que la EBA siempre la ha considerado de riesgo cero.

El pasado viernes, la Autoridad Bancaria Europea (EBA por sus siglas en inglés) anunció que impondrá un ratio de capital del 5,5% para los bancos en el escenario adverso. Aunque la EBA afirmó que las autoridades competentes podrían requerir niveles más altos para sus propios bancos, esta cifra ya se queda por debajo del 6% que exigirá el BCE. La autoridad monetaria del Viejo Continente aún no ha anunciado el requisito de forma oficial. En las pruebas de resistencia de 2011, el requisito de la EBA fue de sólo el 5% y no evitó el colapso de varios bancos. Algunas autoridades europeas ya han insistido en que querrían ver algún suspenso para que los tests tengan credibilidad. “El cumplimiento del ejercicio incluirá una cooperación estrecha entre la EBA y las autoridades competentes, incluyendo al BCE”, dijo el viernes la EBA, organismo en el que participa el Reino Unido, ausente en el BCE.

Para la EBA, los tests de estrés incluirán dos escenarios que transcurren entre 2014 y 2016. El escenario base fija un requisito de capital del 8% y se basará en las previsiones de la Comisión Europea (CE). El escenario adverso fijará el ratio del 5,5% y se apoyará en un diseño de la Junta Europea de Riesgo Sistémico. La EBA admite que aún no se han fijado los detalles de este último escenario pero prevé publicar los detalles y el método de los tests en abril y presentar los resultados de cada banco a finales de octubre.

Para los expertos de Exane, este ejercicio que algunos han denominado en el mercado como la mayor due dilligence de la historia, es más difícil de lo que parece, pero es improbable que se convierta en un importante catalizador. “La discrecionalidad nacional provoca que los exámenes de la EBA no puedan considerarse más que un ejercicio simbólico porque el estándar del 5,5% es bastante reducido. Esto implica además que es aún difícil saber lo que está pasando; nosotros pensamos que el AQR previo se usará para presionar a los países periféricos a ser más duros, pero ningún país va a verse obligado a aprobar por ley recapitalizaciones mayores de las que puedan asumir. Es probable, en nuestra opinión, que las autoridades europeas estén comprando tiempo y capacidad para retrasar sus decisiones sobre las necesidades de capital que aflorarán, en función de las condiciones del mercado”.

Jason Martin y María Gómez