Las bolsas de Asia se han movido esta madrugada con indecisión, después de que ayer Wall Street se girara a la baja tras marcar máximos históricos. Tapering, tapering, y más tapering, es lo único en lo que piensan los inversores, que escrutan al detalle cualquier intervención de los miembros de la Reserva Federal (Fed). Ayer, fue el presidente de la Fed de Nueva York, William Dudley, quien se mostró a favor de mantener los estímulos durante un tiempo considerable, pero también lanzó un mensaje de optimismo ante la recuperación de la economía, lo que incita a pensar que la Fed está preparada para iniciar su estrategia de salida.

“Los mercados comenzarán a correr por delante de la Fed como ya hicieron en agosto para enfrentarse a la reunión de septiembre en la que se esperaba el inicio del tapering (…) Cuando llegue finales de enero, sospecho que habrá un cambio de sentimiento en los fondos de gestión de activos y en los hedge funds para empezar a predecir el final de los estímulos”, opina Evan Lucas, estratega de mercados de IG, tal y como transcribe Reuters.

En la bolsa de Nueva York pesó, y por contagio en Asia, que el activo inversor Carl Icahn vaticinó durante su intervención en una convención de inversores organizada por Reuters una “gran corrección” en Wall Street, porque los beneficios de muchas compañías se están basando en unos costes de financiación muy reducidos, en lugar de en la fortaleza de su gestión. Icahn se mostró “muy cauto” con las bolsas.

Aunque el índice regional MSCI Asia Pacífico ha conseguido cerrar con leves subidas, la bolsa de Japón ha cerrado con caídas del 0,25%, en los 15.126 puntos. En el país se ha divulgado el índice de indicadores líderes, que en septiembre mejoró hasta los 109,2 frente a los 106,8 puntos de hace un mes.

M.G.