Bitcoin ha llegado a su máximo anual justo antes de comenzar el mes en curso. Niveles que han rozado intradía los 20.000 dólares, un nivel que sin embargo todavía se le resiste con fuerza. De hecho el pasado día 1 intentó romper al alza el máximo histórico anterior pero solo lo logró en algunos intercambios. Dicen los analistas que el precio actual de la acción se parece mucho al comportamiento demostrado en diciembre de 2017, cuando logró romper su récord.
Y es más son muchos los que piensan en el mercado que incluso deberá retroceder algo más, antes de volver a intentar, con un impulso final, que rompa máximos. Aunque hay opiniones para todos los gustos. Timothy Peterson, analista de criptomonedas destaca que su actual precio se encuentra sobrevalorado en un factor del 50%, ya que se encuentra por delante de sus fundamentales con de seis a nueve meses de antelación. Aunque destaca que esto no es preocupante porque sucede a menudo con esta tecnología.
Según nos muestran nuestros indicadores técnicos, en modo alcista, Bitcoin revisa ligeramente a la baja su puntuación hasta obtener 8 de 10 puntos posibles. Con tendencia alcista a medio y largo plazo, momento total lento y rápido positivo y rango de amplitud a medio y largo plazo decreciente. Lo peor lo encontramos en el volumen, que a medio y largo plazo es decreciente.
También hay en el mercado quien considera que el Bitcoin está infravalorado. Es el caso del inversor Paul Tudor Jones. Considera que ante las posibilidades que tiene esta criptomoneda nadie sabe cómo valorarlo realmente, tal y como ocurrió con las acciones de internet en 1999. Piensa que en un plazo de 20 años se impondrá el uso masivo de las monedas digitales, incluso por parte de los gobiernos.
En su gráfica de cotización vemos como Bitcoin pierde algo más de un 1,5% en su última semana de cotización. Ha recuperado un 22% nada menos en el último mes. Avance espectacular ya en el trimestre con alzas de nada menos que del 87% y desde que comenzara el ejercicio las ganancias para el valor frente al dólar alcanzan nada menos que el 162%. 
Varios son los factores que los expertos atribuyen en este nuevo empuje, en paralelo con el rally de las vacunas, para Bitcoin. Entre ellos se encuentra el apetito inversor, al calor de la luz al final del túnel de la pandemia, que demanda activos con más riesgo que hasta ahora. Además a esto sumar el interés de buscar activos que sirvan como cobertura a la inflación.
Y un tercer factor que va ganado terreno: del concepto “pirata” que hasta ahora se tenía en muchos sectores financieros, como los bancos de inversión, bancos centrales e incluso gobiernos de las criptomonedas, frente a la cada vez más aceptación generalizada de las mismas. Una gran contribución a este campo, tras 12 años de vida de Bitcoin, es la normalización en su pagos por parte de PayPal, un salto de gigante para la compañía de pagos seguros online en sus transacciones. Incluso la suma de los nuevos inversores institucionales, como Microstrategy o Square. Pero en el lado negativo, puede contribuir la posibilidad que recorre el mercado sobre un endurecimiento de las reglas de las criptomonedas en Estados Unidos.
Pero a pesar de que su volatilidad actual es mucho menor, lo cierto es que los impulsos no llegan a romper esos máximos de diciembre de 2017, cuando recordemos tras ellos, la burbuja formada llevó de nuevo a correcciones más que importantes para la divisa digital. Ahora los inversores parece que recogen beneficios en el momento en el que las ganancias se producen.
