La economía de Italia es muy diferente a la española. Allí hay un sistema político que no está funcionando además de que el ratio de deuda sobre PIB es del 130%. Sin embargo, tiene un problema similar a la situación que se vive en España. Es decir, la economía tiene problemas estructurales como la inflexibilidad del mercado laboral por lo que calificamos a ambas economías a 'A low' con perspectiva negativa.

Entre las ventajas que tiene nuestra economía, dice este experto, es que España es un país grande, bastante dinámico y con un sector exportador muy fuerte. Ha realizado un ajuste estructural muy fuerte pero tendría que favorecer la subida de la demanda doméstica porque la recesión es un daño que es muy difícil de ajustar para estabilizar la deuda como un porcentaje del PIB. Nuestras preocupaciones son el déficit fiscal, que todavía está muy alto, la baja tasa de crecimiento y los intereses que paga la economía, que todavía son altos.

Además reconoce que la recapitalización del sector financiero en nuestro país ha sido muy rápido y a un coste manejable. La línea de crédito del ESM todavía existe por lo que “habría que quitarlo para recapitalizar a los bancos un poco más”. Desde un punto de vista macro, la situación parece bastante majeable. El endeudamiento de los bancos está bajo control pero hay tres sectores: bancos internacionales, los más domésticos pero que funcionan bien y la banca que ha sido rescatada por el gobierno. Depende de qué entidades hablemos, pero la situación esta manejable.

La recuperación económica en EEU todavía está muy frágil. Había signos de recuperación en el sector inmobiliario pero en general, es una situación delicada. Lo que ocurre allí tendrá influencia en la economía general. La posición del FED es muy importante también y es señal de que está preocupada por la situación macroeconómica. El timing del tapering o la subida de los tipos de interés será importante como señal para el resto del mundo y de emergentes.

Tenemos tendencias negativas en Portugal, España, Bélgica, Grecia, Chipre e Irlanda, con lo que los riesgos en esos países son bastante grandes y la situación es frágil.