Los niveles de prima de riesgo y rentabilidad del bono a una década no aprietan, ahogan ya a la economía española. Se habla de que la petición de rescate a la banca no es más que una tapadera que esconde el propio rescate de la economía española (un dato revelador: según la letra pequeña del rescate, el capital sobrante de recapitalizar bancos podría ser utilizado para comprar deuda soberana-. De hecho, Alberto Roldán, Director del departamento de análisis de Renta Variable de Inverseguros
, afirma que “España está rescatada. Por un lado, se está admitiendo al asumir que el 10% de tu PIB se usa para rescatar los bancos, y que, a su vez, los bancos compran deuda soberana. Por otro lado, los recientes ajustes en términos fiscales son claramente la agenda marcada por Alemania para que España reciba dinero y ésta, a su vez, dé garantías. En definitiva, “si España no está intervenida, que venga Dios y lo vea”.

En este contexto, los inversores buscan refugio para su dinero fuera de nuestras fronteras, en países que ofrecen mayor seguridad. Así pues, la salida de capitales del territorio español alcanzó en abril 121.891,6 millones de euros, según datos del Banco de España. La huida de los inversores este año está siendo alarmante pues, si comparamos con el año pasado, la cifra fue positiva con una entrada total de 24.155,9 millones de euros. La huida de capital afecta seriamente a España, pues supone salida de riqueza, ahora que nuestra economía la necesita ‘como agua de mayo’, por lo que no podemos descartar que se opte por la vía más dolorosa: un corralito, como ya adelantara el premio Nobel de Economía, Krugman.

Pero, ¿en qué consistiría exactamente un corralito y por qué estaría justificado? Francisco Viyuela, director de Independent Advisors EAFI, explica que “un corralito se hace para evitar fugas de capitales a otra divisa, por ejemplo, si un país que está en una unión monetaria ha incumplido o se espera que pueda incumplir compromisos financieros y que, por consiguiente, sea expulsado de esa unión monetaria”. Ante los problemas que esto causaría a los inversores, el experto hace hincapié en que “lo peligroso no es estar invertido con la moneda local, sino en la moneda local. Invertir EN la moneda local es tener bonos/obligaciones/deuda del emisor de la moneda o emitidos en la moneda local o depósitos a la vista o a plazo en esa moneda”. ¿Descuentan los inversores un posible corralito? Lo cierto es que, aunque la rentabilidad de los bonos españoles no deja de escalar, la inversión en deuda soberana española ha retrocedido, en concreto hasta mayo, un 24,4%, al situarse en 212.506 millones de euro, frente a los 281.439 millones que alcanzó en 2011, según datos del Tesoro Público.


¿DÓNDE INVERTIR EN CASO DE CORRALITO ESPAÑOL?

Las inversiones con menos riesgo son “todos los activos reales de propiedad: activos inmobiliarios (casas, locales, terrenos), participaciones en empresas y cualquier activo real (materias primas, derechos de uso de algún activo, marcas) y, en general, cualquier activo cuyo valor no dependa de la moneda en la que esta denominado”, dice Viyuela, quien explica que “estos activos pueden sufrir una pérdida de valoración inicial por la incertidumbre, pero un activo real suele conservar su valor con la inflación por el hecho de que puede seguir produciendo rentas que sí que se revalúan y, con ello, el valor del activo”. Además, aunque la salida de dinero de una cuenta se viera bloqueada, “cuando el dinero está en una acción, bono o fondo, el banco guarda el apunte contable pero no hay dinero que “redenominar” en caso de corralito y si la entidad financiera que lo custodia se liquida, el activo tampoco está en riesgo, ya que está en una cuenta de custodio que no pertenece al banco” y, por ende, el inversor lo tiene disponible.

Por tanto, invertir en una empresa no supone perder valor mientras la empresa siga funcionado y ganando dinero, caso harto complicado en los bancos, principales piezas en un corralito, o en compañías muy ligadas al ciclo económico del país. Entonces, ¿en qué mercados y valores debemos fijarnos? Lo primordial es buscar LIQUIDEZ y, sobre todo, EVITAR EL RIESGO PAÍS.

Como explica Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG Markets, en una situación de colapso Santander y Telefónica son extremadamente líquidos, pero se verían fuertemente impactados, mientras que GrifolsTécnicas Reunidas e Inditex son los que menos se verían afectados”.

Para Alejandro Martín, subdirector en España de Hanseatic Brokerhouse, el activo que nos garantizaría mejor refugio sería el oro. Su recomendación pasa por “apostar a un movimiento de continuación alcista, y cualquier acercamiento a niveles de 1.500 dólares me parece una fantástica opción para buscar posiciones compradoras con un stop por debajo de la misma. El potencial que podría tener a medio y largo plazo podría llegar a los 2.100 dólares”.

Otra forma de evitar el riesgo país es invertir en bolsa americana, para muchos expertos, la que mejores perspectivas tiene en este momento. En este sentido, desde Miramar Capital EAFI apuntan a “los sectores más defensivos que, durante periodos de crisis continúan comportándose de manera estable y, dado el contexto de incertidumbre mundial, van a seguir siendo una apuesta segura para el próximo año”. En línea con este discurso destacan “el sector salud/farmacéutico y más en concreto, las acciones del ETF iShares S&P Global Healthcare Sector IXJ (Pfizer, Novartis, Merck, GlaxoSmithKline, etc.) que han sido capaces de registrar una subida superior al 38% en los últimos tres años. Asimismo, el sector tecnológico se ha comportado de manera extraordinaria en los últimos tiempos liderado por Apple, la cual continuará siendo una interesante apuesta para aquellos inversores que creen en este sector. Apple se caracteriza por tener un modelo de negocio muy estable, con la particularidad de continuar innovando en la dirección correcta además de contar con un saldo en efectivo superior al 95% de las empresas de gran capitalización bursátil que forman el S&P 500”. Por último, “empresas que estén relacionadas con al consumo no discrecional o ligadas a servicios proporcionados a grandes masas, como Wal-Mart o Target”.

En cuanto a los fondos, la mejor opción es “diversificar invirtiendo en fondos globales, limitando o eliminando así el riesgo al mercado local”, opina Viyuela. Si está usted interesado en invertir en renta fija con riesgo en euros, Viyuela recomienda "invertir en un fondo diversificado de High Yield Europeo, en lugar de jugarse en el dinero invirtiendo en una sola entidad. La rentabilidad va ser muy similar a la que prometían los “preferentes”, 6-9%, pero la liquidez es diaria y absoluta y el riesgo mucho menor ya que estos fondos invierten en bonos de mas de 100-200 empresas".
En fondos globales la selección de Tressis SV pasa por “fondos capaces de adaptarse a un mercado, sin restricciones de índices, sectores o zonas geográficas, como Pimco Diversified Income Fund, Carmignac Securité, Legg Mason Multi Strategies, Templeton Global Return y Templeton Global Bond”. En renta variable apuestan por “Carmignac Patrimoine o Pimco Global Multi-Assets”.

En caso de que prefiera no tener el dinero invertido en activos, sino disponible en forma líquida a buen recaudo, puede abrir una cuenta en el extranjero. Opción justificable en el caso de grandes patrimonio. Para ello, sólo es necesario abrir la cuenta a través de plataformas por Internet de bancos internacionales o mediante sucursales en España de financieras con presencia en otros países. En caso de disponer ya de una cuenta en el extranjero, para realizar la tansferencia sólo es necesario facilitar los códigos IBAN y BIC de la cuenta que va a recibir el dinero. No hay normativas que impidan abrir a cualquier ciudadano español cuentas bancarias en otro país pero, en función del país, cada banco aplica unos requisitos, a consultar con la entidad. El titular siempre podrá disponer y mover el dinero de esta cuenta como quiera (realizar pagos, domiciliar nóminas...) pero, en caso de corralito español, habría que tener en cuenta que, si lo transfiriera a una cuenta en España, no podría sacarlo aquí. 

Nuestra intención no es llamar al alarmismo ni a la fuga de capitales pero, quien abra una cuenta en el extranjero o compre algún activo fuera de nuestras fronteras debe tener en cuenta la obligación de declararlo en España pues el Gobierno ha fijado una multa mínima de 10.000 euros para aquellos contribuyentes que no declaren sus cuentas en el extranjero, a los que se sumarán 5.000 euros por cada dato que se descubra y que no haya sido comunicado por el contribuyente. Ésta es una de las medidas que incluye el proyecto de ley de lucha contra el fraude fiscal aprobado por el Ejecutivo y que busca evitar la tan temida fuga de capitales de España.