Con el mercado internacional pendiendo de un hilo (en especial el europeo), se hace deseable una buena inyección de liquidez que relaje la tensión y la volatilidad. En este sentido, hoy la Reserva Federal anunciará sus decisiones de política monetaria, ¿por dónde podrían ir éstas? Desde la inmovilidad, a la ampliación de la Operación Twist o, más allá de todo esto, un nuevo programa Quantitative Easing. Al menos, EEUU tiene margen de maniobra con nuevas medidas de expansión económica, como indica Luisa Martínez, director de análisis de Miramar Capital EAFI
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- Se ha mermado el crecimiento del mercado laboral. En los últimos meses la tasa de desempleo se había reducido, sin embargo, ya pasó de un 8,1 a un 8,2% en mayo y las peticiones semanales de subsidio por desempleo siguieron subiendo, según el último dato.

- La última revisión del PIB del primer trimestre se llevó a cabo a la baja, desde un 2,2% hasta un 1,9%, frente al crecimiento del 3% que se registró en el último trimestre de 2011.
- La inflación ha bajado al 1,7%, lo que da bastante margen de maniobra a la Fed. El organismo fijó un tope de inflación para el año del 2% y ya se ubica por debajo.
- Miedo al contagio de la situación europea.

Recordando palabras del mismo Bernanke, “la Fed no descarta ninguna opción”. Por ello, el organismo bancario central de EEUU tiene 3 opciones:

Ampliación de ‘Operación Twist’
El programa de venta de bonos de corto plazo para comprar deuda de largo llega a su fin. La Fed ha invertido en éste 400.000 millones de dólares para garantizarse unos tipos de interés bajos artificialmente (actuamente en mínimos históricos, entre el 0% y el 0,25% desde finales de 2008) durante un tiempo prolongado, sin embargo, debería concluir a finales de este mes. Por ello, hay voces que apuntan a que podría ampliarse. La Fed aún cuenta con 180.000 millones de dólares en bonos a corto plazo que podrían prorrogarse. Gerardo Ortega, analista independiente y colaborador de CMC Markets, ve más factible una ampliación de esta medida que un nuevo QE. “En caso de que al mercado le pareciera suficiente la continuación de la compra de deuda en EEUU la bolsa americana podría subir, lo que incrementaría la divergencia con las bolsas europeas. No obstante, esta divergencia –WS hacia arriba y Europa hacia abajo- se resuelve por la Teoría de Dow y la convergencia en el mismo sentido, en el de las caídas, algo que sería buenísimo porque podría marcar el suelo de mercado”.
No obstante, José María Manzanares, director de Skipper Capital EAFI, dice que “la Operación Twist apenas ha tenido efecto en los mercados”.


Quantitative Easing III
El helicóptero Bernanke no parece que vaya a despegar otra vez. Los expertos ven con escepticismo que se puedan poner en marcha más inyecciones de liquidez al mercado, ya que, aunque son las que más efecto tienen a corto plazo, a largo podrían redundar en inflación –el tan temido fantasma de los bancos centrales- y no han asegurado, tras dos intentos, que sean la panacea. José Luis Cava, analista técnico independiente, dice que “no cree que ponga en marcha otro QE porque Europa, como parece, va a adoptar una decisión sobre los problemas financieros”.
En caso de que la Fed nos sorprendiera dándole a la máquina de imprimir billetes antes que el BCE, “tendría un efecto inmediato en las commodities, haría caer al dólar y promovería la subida de las bolsas. Sería bueno para los mercados”, dice José María Manzanares.

Si bien no se prevé una actuación en este sentido a raíz de la reunión de hoy, Manzanares dice que "sí podría venir más adelante, en caso de que la situación en Europa empeore. Estoy convencido de que ya está preparado un cortafuegos y que la Fed se guarda esta bala en la recámara".


EFECTO DE LOS PROGRAMAS QE EN LA BOLSA AMERICANA, EL EURO-DOLAR Y EL ORO:



No mueve ficha
Es la opción por la que se decantan la mayor parte de los analistas consultados y la que ha mantenido Bernanke desde hace meses. Para la Fed sería más fácil esperar a que Europa actuara y, desde luego, su homólogo del Viejo Continente debería hacerlo porque tiene la soga al cuello por los problemas de deuda periférica. En sus últimas comparecencias, Bernanke ha recordado que la política monetaria no es la "panacea" a los problemas de la economía estadounidense y que sólo haría algo si la situación en EEUU se deteriora o si Europa empeorara.
En caso de que todo siguiera igual, los índices americanos de renta variable continuarían en una encrucijada, dice Luisa Martínez, pues “siguen por encima de los niveles que favorecen un rebote. En las últimas semanas advertíamos de que si la corrección continuaba entre el 5-10% no había que temer un cambio de tendencia. Y es lo que ha ocurrido, desde el pasado 4 de junio la subida de los principales índices de Wall Street ha sido del 5%".

En el mercado de divisas, el euro-dólar, al no estar a merced de las políticas de expansión, lo estaría de la renta variable. En este sentido, Ignacio Albizuri, socio de Pro core Traing, comenta que “la divisa única ha estado la última semana en niveles muy fuertes de sobre venta y con la ayuda del avance de la renta variable parece que miramos de frente a niveles superiores. Los niveles a vigilar son los 1,2790 dólares que, de ser alcanzados con fuerza tras un retroceso podría seguir avanzando hacia los máximos previos en 1.2850. Este escenario tiene una sola condición que es que el apetito por el riesgo continúe durante esta semana”. Sin embargo, si no continúa el apetito por el riesgo, “el escenario bajista, con probabilidad media alta, puede que haga que el euro ceda hasta los niveles de semi pánico situados en 1,2550. Sin embargo este escenario comporta la dificultad de un empeoramiento serio del entorno macro global”.

GRÁFICO EURO-DÓLAR: