Así, Telefónica
mantiene una participación cercana al 1% en China Unicom. Esta operación se enmarca dentro de las medidas de gestión de la cartera de activos, y en el objetivo del desapalancamiento a medio plazo de la Compañía. Telefónica mantiene su compromiso con la Alianza Estratégica con China Unicom, recientemente reforzada mediante la cooperación en áreas digitales, tales como la joint venture para big data entre ambas compañías.


Esta operación llega después de que la compañía recibiera el veto de Bruselas a la venta de O2 a Hutchison, lo que evidenciaba la complicada situación en la que quedaba la operadora para poder reducir su deuda.  Hay que tener en cuenta que por la venta de su filial en Reino Unido estimaba recibir en torno a 14.000 millones de euros. Con esta prohibición muchos expertos reconocen que urge que la operadora continúe su proceso de desendeudamiento para no poner en riesgo el dividendo que paga actualmente -ronda una rentabilidad por dividendo del 9% – aunque incluso con estas medidas los hay que no dudan en ver una rebaja hasta la mitad en la retribución que paga Telefónica anualmente a sus accionistas. 

Entre las opciones que tiene Telefónica para conseguir sus objetivos estarían:  la venta de O2 a otro operador o colocarla en mercado a través de una OPV; sacar a bolsa Telxius en una operación que valora la filial en unos 5.000 millones de euros y por la que Telefónica recibiría en torno a 2.000 millones de euros, si se decide a colocar en torno a un 40% de la compañía. 
Pero además, la operadora también podría intentar desprenderse de sus activos en México. Una opción a la que ya apuntó su director financiero, Ángel Vila, y que “es un negocio que podría ser potencialmente atractivo para una OPV”, apuntan en HSBC. Aunque si de vender se trata, Telefónica Deutschland también podría estar entre las elegidas. De hecho, el mismo banco británico habla de esta opción de vender un 10% dela filial alemana – del 63.2% que controla actualmente – que le permitiría mantener el control y lograr en torno a 1.300 millones de euros.  

Por último, también distintas casas de análisis sostienen que la operadora podría suspender el programa que mantiene actualmente de recompra de acciones por un 1,5% del capital. Una fórmula que hace, menos sangrante – si cabe – la dilución de los accionistas.