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    Tipos de OPA

    ¿Qué es una OPA?

    Una oferta pública de adquisición (OPA) es una operación por la que una o varias personas físicas o sociedades ofrecen a todos los accionistas de una compañía cotizada la compra de sus acciones, o de otros valores que permitan adquirirlas, a cambio de un precio. Aunque suele ser en efectivo, este precio también puede ser en acciones o mixto (dinero y acciones). Es decir, se trata de una operación para comprar una compañía cotizada. En el caso de ser accionista, y dependiendo del tipo de OPA, se pueden vender las acciones por el precio ofertado y no se pierde la inversión.

    Tipos de OPA

    Principalmente, nos encontramos con las siguientes:

    • OPA de compra: Cuando la contraprestación es en dinero.
    • Oferta Pública de Canje (O.P.C.): Ocurre cuando una sociedad absorbe a otra y la contraprestación es en acciones o mixta (dinero y acciones).
    • OPA Mixta: La sociedad absorbente ofrece dinero y acciones.
    • OPA de Exclusión: Cuando una sociedad quiere dejar la bolsa.
    • OPA Amistosa: Es una Oferta Pública de Adquisición en la que la empresa adquiriente comunica y se pone de acuerdo en los términos de la misma, con la adquirida.
    • OPA Hostil: Cuando la sociedad adquirida desconoce o no está de acuerdo con la compra.

    Según establece la CNMV y la normativa vigente, hay supuestos en los que es obligatorio lanzar una opa. Por ejemplo, cuando un accionista alcanza el control de la sociedad, cuando la sociedad acuerda la exclusión de negociación de sus acciones y cuando la sociedad realiza una reducción de capital mediante la compra de sus propias acciones para su posterior amortización. Las opas obligatorias se deben presentar por el 100% de las acciones de la compañía a un precio equitativo y no pueden estar sujetas a condición alguna, salvo a la obtención si corresponde, de la autorización de las autoridades de defensa de la competencia. Las opas voluntarias no están sujetas a la obligación legal de formularse a un precio equitativo o al 100% de las acciones, en ellas además el oferente puede establecer condiciones como, por ejemplo, conseguir que acepten la oferta un número mínimo de acciones para hacer efectiva la misma.

    Una vez que se sabe si es obligatoria o no, entonces se puede seleccionar una de las modalidades mencionadas en la lista anterior.

    Para el inversor, la decisión de acudir a la OPA y vender las acciones al precio ofertado es algo voluntario, generalmente. Si el inversor decide acudir a la opa, debe manifestarlo de forma expresa presentando una orden de aceptación en la entidad donde tenga depositadas sus acciones. El plazo para la aceptación no podrá ser inferior a quince días naturales ni superior a setenta y podrá revocar la orden de aceptación en cualquier momento antes del último día del plazo de aceptación de la oferta.

    Si la opa tiene como finalidad excluir la compañía de cotización, el inversor que opte por conservar sus acciones deberá ser consciente de las implicaciones de la nueva situación: pérdida de liquidez y menos información de la compañía.

    Por último, la normativa no es igual en cada país, en este caso hemos señalado los supuestos que existen en España. Pero, si tenemos acciones de una compañía extranjera y se produce una OPA, tendríamos que informarnos de los términos que en ese determinado país tiene esta operación para poder acceder a ella en plazo o cuales son las alternativas si no queremos acudir a la OPA y vender nuestras participaciones. En el caso de España, el folleto explicativo de la opa indicará si el oferente tiene intención de exigir la venta forzosa. El plazo máximo para exigir la venta (por parte del oferente) o la compra (por parte del accionista) será de tres meses desde que finalice el plazo de aceptación de la oferta.

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