Larry Fink lo ha dicho en su carta anual a los accionistas. Los efectos de la longevidad son multiples, “la longevidad redefinirá el mercado de trabajo ya que los trabajadores más jóvenes encontrarán más dificultades para entrar a formar parte de la fuerza laboral. Alterará la naturaleza y los costes de la sanidad, ya que cada vez habrá pacientes mayore. Pero, sobre todo, la longevidad requerirá que tanto los ciudadanos como los gobiernos hagan una nueva aproximación de la jubilación para animar –o, incluso, ordenar, el ahorro
”, explica Fink en la carta.

El aumento de la esperanza de vida en los principales países del mundo coincide, además, con un escenario poco propicio a nivel financiero y de los mercados. En opinión de Larry Fink, incluso aunque la FED suba los tipos de interés este año, el gran problema de la industria continúa siendo encontrar alternativas rentables para sus carteras. Ha preocupado, y mucho, que más de una cuarta parte de las emisiones de bonos soberanos europeos estén dando rentabilidades negativas por la decisión del BCE de poner en marcha un QE.

“Mientras que estas políticas mantengan bajos los costes de financiación también se está impactando a los ahorros de los ciudadados en un futuro. Se les está forzando a aumentar los riesgos”, dice Larry Fink.

Afirma el experto que “la situación empeora cada día, ya que el volumen de los fondos que buscan retornos positivos crece y crece”, asegura.

Explica el CEO de BlackRock que para cumplir las necesidades del aumento de la esperanza de vida y el incremento del aumento de los costes, por ejemplo, las compañías están aumentando las contribuciones a sus fondos de pensiones y muchos ciudadanos están incrementando sus contribuciones. “Hoy los pre-retirados en particular se enfrentan a pocas opciones: o ponen su dinero en un banco con interés cero o negativo, o buscan en vanos una aseguradora que les ofrezca un producto garantizado, o se lanzan a buscar en la curva de tipos en un momento en el que deberían estar buscando ingresos, más que apreciación de capital”, se lamenta Fink.

Este conjunto de factores es lo que ha provocado que, según el Global Inverstor Pulse Survey que elabora BlackRock, muestra que el 69% de los inversores a nivel global considere que no van a ser capaces de vivir con tranquilidad en su jubilación.


Al probelma hay que añadir, dice el CEO de la firma, que la mayor parte del mundo a nivel global está poco invertida, si lo están y los gobiernos se enfrentan a muchos retos.

Las naciones con planes de pensiones generosos no serán capaces de hacer frente a sus obligaciones. Aquellos que no ofrecen ayudas a los jubliaciones se enfrentarán a una inmensa pobreza. Incluso naciones en la mitad, como Estados Unidos, tienen millones de personas poco invertidas y muy dependientes de la Seguridad Social, que no está preparada para hacer frente a este aumento de la longevidad”, dice Fink.

Los países que hagan frente a este reto de cara liderarán el próximo siglo, los que no lo hagan se enfrentarán a grandes riesgos, dice el experto.