A principios de año, compartimos nuestras ideas sobre cómo armonizar una perspectiva a largo plazo con las dificultades que se encuentran por el camino a corto plazo; dicho de otro modo, los «qué pasaría si». Una de las posibilidades más serias que observábamos era la amenaza de aranceles del presidente Trump, que finalmente se concretó con una puesta en escena espectacular el conocido como Día de la Liberación de abril.
Los bonos del Tesoro de EE.UU. a 10 años sobrepasaron el 5% de rendimiento esta misma semana. Esto no sucedía desde 2007, a las puertas de la Gran Crisis Financiera. El bono estadounidense se ha visto impulsado por las expectativas de una Reserva Federal más firme que mantenga los tipos de interés elevados durante más tiempo. Y, al mismo tiempo, que el Gobierno de EEUU promueva más emisiones de bonos para cubrir los crecientes déficits. Mientras, la economía del país mantiene su fortaleza. Natasha Brook-Walters, codirectora de estrategia de inversión en Wellington Management, analiza la situación