Muchas veces resulta obvio el instante exacto en el que el inversor debe deshacerse de una acción, pero no siempre es así. En este sentido, Jim Cramer ha hablado sobre estos supuestos en la CNBC en base a sus propios resultados lo que considera razonable realizar una vez ya se ha obtenido una rentabilidad óptima, o no.


"La regla es muy simple"
, asegura Cramer. "Si eres propietario de una acción y esta no encuentra el método de comportarse mejor que el mercado a lo largo de varios días, la mejor opción es venderla… Es así”, resalta el experto norteamericano haciendo especial énfasis en la recogida de beneficios. Fitzpatrick (Citi): Veremos al S&P en los 2.400 próximos meses

Sin embargo, según dice, una y otra vez se topa con inversores que mantienen sus posiciones en estas situaciones, sobre todo si la acción es una participación a largo plazo que ha generado una fuerte rentabilidad. Pero Cramer lo advierte de una manera muy clara: “¡No se confundan! Si se ha producido esa situación hay que vender sí o sí”, enfatiza.

Como Cramer tan a menudo dice, no se puede formar un vínculo emocional con una acción, incluso si ha proporcionado un importante retorno en el pasado. Después de todo, no la inversión en renta variables es cuestión de hacer dinero y no hay que centrarse en otro tipo de sentimientos.

"Por ejemplo, cuando las acciones de PC comenzaron a fallar en 2008, era una señal temprana de que el espacio se enfrentaba a algo más grande que una recesión cíclica", explica Cramer para poner de manifiesto su punto de vista estratégico. Gubber: Apple creará un innovador sistema de pago tipo PayPal

Y a pesar de que algunas de estas acciones habían generado enormes ganancias, el movimiento estratégico no era otro que vender. "En última instancia el precio de las acciones era una señal de que los dispositivos móviles de última generación estaban haciendo ser menos relevantes a los PC’s”, argumenta el experto.

Cramer habla de que se produjo también una situación similar con las acciones de acero, minerales y fertilizantes en 2007. "Hubo días en el que el mercado se estaba comportando mucho mejor que los grandes nombres de esas industrias y, efectivamente, esa debilidad fue una señal de que empezaban a estar en declive”, destaca.

En este caso, también, el movimiento estratégico era vender, a pesar de que algunas de estos valores habían generado ganancias significativas. Para Cramer la regla es tan obvia que “se cansa de repetirla”, pero dice que siempre hay algún “listo” que acaba “metiendo la pata”. Con esto Facebook pretende amenazar a Google