La Seguridad Social considera que durante ese tiempo, los trabajadores no están afectados "en sentido estricto" por un accidente o una enfermedad, pero deben estar vigilados y recibir la correspondiente asistencia sanitaria hasta que se haga el diagnóstico preciso.

Con dicha resolución se garantiza la protección de los trabajadores por la falta de respuesta que existe en el vigente ordenamiento jurídico ante esta enfermedad y hasta que se adopten "las adaptaciones normativas" necesarias.