El Índice de Precios de Consumo (IPC) en España registra un aumento del 0,4% en febrero respecto al mes anterior, lo que lleva a una disminución de seis décimas en su tasa interanual, situándose en el 2,8%. Este descenso se atribuye principalmente al abaratamiento de la electricidad y de los alimentos, que crecieron a su menor ritmo en dos años, según informa este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Los alimentos y bebidas no alcohólicas experimentaron un avance del 5,3% interanual en febrero, siendo esta la tasa más baja desde enero de 2022. Por otro lado, el sector de vivienda redujo su tasa anual en 4,2 puntos, alcanzando el -2,7%, debido principalmente al descenso de los precios de la electricidad. En contraste, el transporte aumentó su tasa interanual en 2,5 puntos, llegando al 2,4%, motivado por el encarecimiento de los carburantes y el transporte de pasajeros.

Con este retroceso en la tasa interanual del IPC, la inflación en España vuelve a descender después del repunte observado en enero, ubicándose en su nivel más bajo desde agosto. La reducción de la inflación por debajo del 3% tras cinco meses consecutivos por encima de esta cifra indica un panorama económico más estable.

También desciende la subyacente

Los datos definitivos del IPC de febrero también revelan que la inflación subyacente desciende una décima, situándose en el 3,5%, la tasa más baja desde marzo de 2022. A nivel mensual, el IPC aumentó un 0,4%, principalmente impulsado por el alza de precios en carburantes, servicios de alojamiento, restauración y paquetes turísticos, a pesar de la reducción en los precios de la electricidad y la indumentaria.

El Ministerio de Economía resalta que la reducción de la inflación en febrero refleja la capacidad de la economía española para mantener un crecimiento sólido junto con la moderación de los precios. Esto, a su vez, contribuye al poder adquisitivo de las familias y a la competitividad de las empresas en el mercado.