Hindenburg Omen; crash a la vista o leyenda de los mercados
El cuatro de junio el S&P 500 cerraba en 1.631,38 puntos, a una distancia de 3,31 puntos porcentuales del máximo de todos los tiempos y con una ganancia del 14,39% en lo que llevamos de año. A un paso de máximos históricos y con una ganancia acumulada en algo menos de 6 meses tan significativa sería normal que exista un gran número de valores que alcanzan nuevos máximos de 52 semanas que es una aproximación de un año. De esta manera, ese día, el número de compañías que alcanzaban nuevos máximos de las últimas 52 semanas dentro del mercado de Nueva York (NYSE) ascendía a 88.
Hasta aquí todo normal. Sin embargo, lo que sorprende es que ese mismo día, el número de compañías que establecían nuevos mínimos de 52 semanas dentro del NYSE era de 134. De esta manera, pese a encontrarnos a cerca de 3 puntos porcentuales de los máximos históricos nos encontramos que existe un número no desdeñable de compañías que marcan mínimos en términos interanuales. De esta forma se cumple uno de los principales requisitos (no vamos a entrar en todos ellos) para activar una de las señales de alerta más seguidas por los analistas técnicos; “El Hindenburg Omen”.
Señales Hindenburg Omen en gráfico S&P 500 según McClellan
Una señal recibe su nombre debido al accidente del Zeppelin alemán Hidenburg que explotó y ardió en 1.937. Existen diferentes lecturas sobre esta señal. La que parece más documentada es la realizada por Robert McHugh que se ha tomado la molestia de estudiar el comportamiento del mercado tras la señal y nos comenta en “The Recent Hindeburg Omen Observation”; la señal ha aparecido antes de todos los grandes crash de mercado (caídas de unos 15 puntos porcentuales) de los últimos 25 años que ha anticipado con un 29,7% de probabilidades.
Obviamente, en el 70,3% de las ocasiones restantes ha fallado en adelantar un desplome del mercado tal y como podemos apreciar en el gráfico superior de McClellan que señala con una flecha las Hindenburg Omen sobre el índice S&P 500. Es en esta lectura donde se amparan los más críticos con la señal de venta.
Aunque analizar la señal de forma aislada puede tener poco sentido, no me parece que un 30% de probabilidades de crash sean despreciables, más aún teniendo en cuenta que durante el periodo analizado, desde 1.980 hasta actualidad, el mercado no ha parado de subir. Por otro lado, sin nos fijamos en las concentraciones, podemos apreciar que en el año 2007, en el anterior techo de mercado, se acumulaban Hindenburg Omen.
Desde mi punto de vista nos encontramos ante
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