Según este estudio uno de cada cuatro de los inversores encuestados admite tener la intención de disminuir su posición el liquidez durante el año, casi el doble de aquellos que pretenden aumentarla (13%). Pero, ¿dónde va a acabar todo ese dinero?  La búsqueda de los retornos llevará a estos inversores a buscar activos menos líquidos e, incluso, en activos no tradicionales.

“En el último año, los inversores se han enfrentado a una rentabilidad inferior de la renta variable a nivel global y a unos rendimientos negativos de la renta fija. A esta presión para lograr beneficios se suma la reactivación económica, que se espera que arraigue este año, y bien podría ser el impulso final que necesitaban los inversores institucionales para replantearse sus asignaciones a activos líquidos y su visión sobre el riesgo”, explica  Peter Nielsen, responsable del negocio de clientes institucionales de Europa continental en BlackRock.

El experto señala que “la ola de interés por parte de los inversores en activos menos líquidos se está convirtiendo en un tsunami: se ha producido un notable repunte en las previsiones de asignación a medida que buscan formas alternativas de generar rendimientos y rentas periódicas».                                                                                                                              

Los activos líquidos reciben una menor atención 
El estudio apunta que los inversores de todas las regiones planean aumentar su exposición a activos reales en 2017. “Los incrementos más notorios se esperan en Europa continental (69% en términos netos) y en el Reino Unido (63% en términos netos), donde aproximadamente dos tercios de los inversores esperan aumentar sus asignaciones”, comentan. Los activos reales son infraestructuras, materias primas, madera, terrenos agrícolas, etc.

El sector inmobiliario sigue recabando interés, ya que un 47% de los inversores a nivel global pretende aumentar su asignación a esta clase de activos, y sólo el 9% tiene pensado disminuir sus posiciones. Los aumentos más notables se esperan en la región Asia-Pacífico y en Europa continental (+56% en términos netos).

Explican en BlackRock que el contexto también parece positivo para la inversión en capital riesgo, donde casi la mitad de los inversores globalmente  planea aumentar su exposición y sólo el 13% pretende reducir sus asignaciones.

Aumento de la exposición a la deuda corporativa
También se prevé un aumento de la asignación de activos a bonos corporativos, también buscando una mayor rentabilidad.

Los datos muestran que el segmento de préstamos bancarios americanos registre un aumento de las asignaciones por parte de los inversores, seguido del segmento de high yield, titulizaciones) y la deuda emergente

Por el contrario se reduce el interés por los Hedge Funds, especialmente en el Reino Unido y en Estados Unidos, “y se están moviendo hacia bonos con duraciones largas con la intención de reducir el riesgo en las carteras”, explican. Entre los inversores en los que se aprecia esta tendencia es entre las aseguradoras que muestran una preferencia creciente hacia los activos reales  y el sector inmobiliario.

Asignación activa y pasiva a la renta variable 
La encuesta señala que uno de cada cuatro inversores pretende aumentar su exposición  a estrategias activas de renta variable respecto a estrategias pasivas, y más de la mitad de ellos  prevé mantener su combinación actual de estrategias activas y pasivas. El 17% mostró su intención de aumentar su asignación a estrategias pasivas.

Renta variable
Señalan los autores del informe que “en materia de exposición a renta variable en general, los cambios varían notablemente por región y tipo de cliente. En Estados Unidos/Canadá los inversores institucionales, en general, pretenden reducir su posición en renta variable (-34% en términos netos), liderados por los planes de pensiones de empleo. En cambio, más de un tercio de los inversores institucionales en Latinoamérica espera aumentar sus asignaciones a renta variable (+36% en términos netos)”.

BlackRock y la liquidez