Con 1,4 millones de trabajadores afectados por la recesión ocasionada por el Covid-19 (1,1 millones incluidos en ERTE’s y otros 300.000 sin empleo). Las cotizadas explican sus estrategias para abordar la desescalada y valoran el complejo escenario hacia el despegue de su actividad. 


El negocio turístico español no es una excepción. La mayor potencia nacional del sector afronta los profundos daños colaterales que la Gran Pandemia ha generado en la estructura empresarial y en la línea de flotación de su actividad en una de las industrias más castigadas por la recesión global, sincronizada e histórica propiciada por el Covid-19. Exceltur, entidad conformada por 31 de las más relevantes firmas turísticas de subsectores como el transporte aéreo, el ferroviario, el marítimo y el terrestre, el de alojamiento, agencias de viajes o tour-operadores, medios de pago, alquiler de coches, hospitales turísticos y centrales de reservas/GDS, ha puesto cifras a la crisis durante la gran réplica posterior al tsunami económico; desde la declaración del estado de alarma hasta la conclusión del primer trimestre. Es decir, en la zona cero de la catástrofe. Y los datos, como cabría esperar, no son nada halagüeños. Exceltur advierte que las expectativas de reanimación de su actividad se han evaporado en la antesala del “arranque, tardío”, de su etapa de mayor esplendor anual: la temporada de verano. Debido, entre otras razones, a las múltiples incertidumbres, restricciones y “mensajes equívocos” de las últimas fechas, que han supeditado las decisiones de una demanda extranjera, “derivándose hacia otros países más abiertos”. Este diagnóstico de Exceltur coincidió con el anunció del Gobierno español de declarar la apertura de las fronteras con los países del espacio Schengen a partir del 21 de junio, con la única excepción de Portugal, que pidió expresamente que, en su caso, se concretara desde el 1 de julio. Así como con la reunión que la titular de Exteriores, Arancha González Laya, mantuvo con sus homólogos europeos para coordinar las medidas necesarias para garantizar la libertad de circulación en la UE este verano, restablecidas en el resto del territorio Schengen desde el 15 de junio. 

Los jefes de las diplomacias europeas insistieron en “la importancia de que todas las medidas de seguridad en las fronteras -de entrada y de salida-, sean comunes a todos los países, habiendo previsto la puesta en marcha de protocolos y medidas al efecto” y emitieron una recomendación a la industria. “Todas las actividades turísticas requerirán en el futuro de enfoques responsables, a través de una estrecha coordinación entre los socios europeos”, dice el comunicado conjunto. Asimismo, coincidieron en enfatizar dos requisitos para el levantamiento de las restricciones al sector. En primer lugar, “la existencia de un nivel bajo de contagios en los países de origen y destino” y, en segundo término, “la adopción de protocolos específicos sobre contagios, control y salud, especialmente en el segmento de los viajes”. Al tiempo que acordaron “el intercambio continuo de información”, que resultará clave para “sustituir los avisos generalizados contra los viajes al extranjero y en favor de la implantación de consejos específicos basados en la situación respectiva de los países y regiones de origen”.

Levantada la veda a la libertad de circulación de personas, un pilar esencial de los tratados de la UE, la radiografía de situación que deja Exceltur es preocupante y cargada de incertidumbre. En su cuadro de mando aparece una drástica reducción de ingresos -de 43.460 millones de euros- en relación con el mismo periodo -del 15 de marzo al 30 de junio- de 2019, y una galopante caída del empleo, con 1,4 millones de trabajadores afectados en sus relaciones laborales. De ellos, 1,1 millones están inmersos en ERTE’s y otros 300.000 han sido expulsados del mercado de trabajo. Desde la asociación se aplaudió el corredor piloto Baleares-Alemania que posibilitó el inicio del aterrizaje del importante flujo de turistas germanos a las islas, en contraste -precisaba Exceltur- con “la extraña indefinición sobre los acuerdos UE o bilaterales, que en apenas tres semanas deben regir el tráfico fronterizo”. 

Demanda internacional

Las perspectivas sobre el tercer trimestre que maneja la patronal del sector no son mucho más favorables. A partir de una encuesta trimestral de confianza empresarial en la industria, con una muestra superior a los 2.000 encuestados, ejecutivos y directivos de empresas turísticas, y con una trayectoria predictiva que abarca el conjunto de este año, las firmas consideran que la caída de la actividad directa e indirecta restará al sector 83.134 millones de euros, un 54% por debajo de los registros de 2019. Aun así, mejora en un 10% “el último escenario central que habíamos previsto a partir del estado de alarma”, en el que se auguraban pérdidas de 92.600 millones. En sus análisis también se constata que el turismo, en estimaciones recién revisadas por parte de su servicio de estudios, “explicaría el 57% de la caída del 11,6% del PIB de toda la economía” que predijo en junio el Banco de España, lo que, en términos cuantitativos, supone un descenso de 43.975 millones de ingresos en divisas en comparación con el pasado ejercicio. 
Retrocesos trimestrales durante el despegue

Exceltur prevé un retroceso de la actividad turística de 28.000 millones de euros entre los meses de julio y septiembre y de otros 12.000 millones en el último tramo del año. Unos pronósticos que dejan la caída acumulada en 40.000 millones que sumar a los 43.000 perdidos hasta junio y que ocasionará un millón de desempleos en el sector a la conclusión de este ejercicio en relación a las plantillas de finales de 2019. Los datos facilitados por la asociación se han estimado a partir de la información de ventas y visibilidad de reservas disponibles al 10 de junio, por parte de una muestra muy representativa de operadores de diversos subsectores -transporte aéreo, alojamiento, distribución, rent a car o el de ocio- y desvelan caídas del 47,6% del dinamismo sectorial durante el tercer trimestre y del 38% en el último trimestre de 2020.

“Estos devastadores resultados -alerta Exceltur- sitúan al turismo español como el sector más vulnerable y dañado de todos los que componen la economía española, tal como ya anticipaban que iba a suceder en varios países mediterráneos los comisarios europeos que han diseñado el Plan de Reconstrucción de la UE”, que sugirieron asignar al turismo un 25% del total de fondos previstos. Tanto de préstamos como de transferencias. En línea con la reciente visión de la OCDE que situaba a España como la economía de rentas altas con una mayor exposición del derrumbe turístico sobre su PIB. En consecuencia -explican las empresas- “la situación exige abordar un urgente y potente plan de medidas transversales de apoyo y eventual rescate del sector por el Gobierno, a lo largo de los próximos meses, con fondos propios y de Bruselas, para asegurar la mayor supervivencia del tejido turístico empresarial y del mejor empleo a fines de año”. Motivo por el que deja un decálogo de reivindicaciones que trasladó hace un mes al Ejecutivo español.

En primer lugar, solicita un plan específico para el turismo “de un calado similar y proporcional a los de Francia, Italia, Portugal o Grecia” para su implantación, sin dilación, durante la segunda mitad del año y el primer semestre de 2021, tal y como pedía el Plan Renacer de esta patronal que le fue entregado al Ejecutivo. En segundo lugar, abrir las fronteras Schengen -y las del Reino Unido, mercado emisor de turistas hacia España de primer orden- para abordar la temporada estival, “idealmente sin cortapisas o con acuerdos o corredores bilaterales seguros que inicien su actividad lo antes posible”. El tercer punto reclama extender los ERTE,s de fuerza mayor hasta mínimo diciembre de 2020, “y flexibilizarlos a la incorporación gradual de entrada y salida de personas vinculada a la evolución de la actividad”, con las bonificaciones actuales y salvando la obligatoriedad de tener que mantener los niveles de empleo durante seis meses adicionales. En cuarto lugar, demanda un incremento de la dotación de la línea de crédito del ICO hasta 20.000 millones -como es el caso de Reino Unido- de disposición específica para empresas de sectores relacionados con el turismo, elevar el porcentaje avalado hasta el 90% -siguiendo los pasos de Alemania o Francia- para todas las compañías, con independencia de su tamaño, y ampliar la carencia a un mínimo de dos años. El quinto aspecto es la supresión de los pagos fraccionados y/o adelantos mínimos del Impuesto de Sociedades relativos a 2020 (Francia); reducir 3 puntos los tipos del IVA de las actividades turísticas de forma temporal durante los ejercicios 2020/2021 (Alemania, Noruega, Grecia, Turquía) y bajar el 25% este año y el que viene las tasas o costes aeroportuarios para incentivar vuelos (Noruega).

 

Demanda nacional turismo

 

Los cinco puntos siguientes piden introducir en la legislación de consumo una fórmula temporal y alternativa a los cuestionados bonos canjeables por el consumidor, de manera que alivie la tensión financiera o quiebras de los agentes turísticos. En sintonía con Francia, Alemania, Italia, Países Bajos o Turquía. El impulso a una potente y extensa campaña de comunicación (Italia) que ponga el foco en la seguridad y en la acogida turística; del estilo de “el país líder ha vuelto, con más fortalezas que nunca”. Asignar un mínimo del 25% (35.000 millones) de los 140.000 de los fondos europeos para la reconstrucción que corresponden a España, para una reconversión turística sostenible y para el salvamento del máximo tejido empresarial, un gran contribuyente del empleo, los impuestos y el sostenimiento del estado del bienestar. De los recursos europeos -enfatiza Exceltur- un 50% (17.500 millones) deberían destinarse como transferencias directas para aliviar, que no financiar, mayores pérdidas, mientras que la otra mitad debería servir para reorientar el modelo y la transformación integral de destinos maduros, la eficiencia energética, la economía circular, la cualificación del empleo y los procesos de digitalización. Finalmente, las compañías del sector valoran la introducción de elementos impulsores del consumo y demanda directa de viajes, siguiendo las iniciativas de otros países; a través de bonos de vacaciones que sean deducibles fiscalmente (Italia) y la extensión del programa del IMSERSO a un nivel europeo con precios más acordes a los costes.

 

Evolución del territorio

 

Telefónica también ha contribuido a poner la crisis que atraviesa el turismo español en primera línea del frente para perfilar el despegue. Bajo el elocuente título Hacer turismo post Covid-19 no es un deporte de riesgo su iniciativa Smart Talks, organizadas por Telefónica Empresas, citó a varias voces de la industria para pasar revista a las reivindicaciones del sector. El presidente de Segittur, Enrique Martínez, sociedad estatal española dedicada a la gestión de la innovación y las tecnologías turística, puso de manifiesto “la importancia del modelo de destinos turísticos inteligentes, donde la tecnología contribuye a mejorar la toma decisiones, priorizar medidas y anticiparse”. Mientras que Gema Igual, alcaldesa de Santander incidió en que, “para mejorar la seguridad del destino, su ciudad “ha adquirido el compromiso de trasladar información veraz, actualizada de utilidad, tanto para ciudadanos como para visitantes, poniéndola a su disposición a través de un canal unificado donde la tecnología es la mejor aliada”. Igual precisó que el Covid “está sirviendo para impulsar con más brío los procesos tecnológicos, lo que facilitará la gestión de nuestros destinos en el futuro; quizá no tanto con el foco puesto en la seguridad, como ahora pero sí en elevar la capacidad de oferta de servicios de valor añadido y alta calidad” porque, en su opinión, “la tecnología ha llegado para quedarse”. Su homólogo de Benidorm, Antonio Pérez, explicó que el centro turístico alicantino “trabaja con una monitorización de la evolución de la desescalada por zonas geográficas y países, que usamos para promocionar la ciudad, pero que compartimos con el sector, en respuesta a nuestro modelo de gestión público-privada, en el que las decisiones globales del destino se toman con datos, con objeto de optimizar recursos”. Una estrategia que “nos ha permitido, a través de nuestro Smart Destination Lab, que funciona desde hace tres años, una estrategia de anticipación perfilada con análisis de datos, por la que nos hemos adaptado con inmediatez a la crisis sanitaria y a la declaración de Benidorm como Destino Turístico Seguro”. Bruno Vilarasau, director de Administraciones Públicas y Servicios Digitales de Telefónica Mediterráneo recordó que, “en los últimos años, hemos visto soluciones tecnológicas enfocadas al sector turístico que ahora, más que nunca, pueden ayudar a adaptarse a los nuevos tiempos”. Vilarasau añadió que “cuando volvamos a una cierta normalidad, habrá que enfocar la oferta turística hacia la protección del viajero, la seguridad, la sostenibilidad de alojamientos y la personalización extrema”.

La visión de las empresas del sector

Daniel Batchelor, vicepresidente de Global Corporate Communications enAmadeus considera que la seguridad y la confianza del viajero requieren de una profunda compresión de sus deseos y necesidades durante todas las etapas de su viaje para que podamos superar sus expectativas en todo momento. “Una vez que entendamos cómo pueden estar cambiando sus hábitos y sus expectativas, podremos adaptarnos adecuadamente”. Batchelor admite la posibilidad de que la industria tenga que desarrollar nuevos productos y ofertas integrales para ofrecer a los viajeros más opciones, flexibilidad y servicio al cliente sin estrés. Por ejemplo, “esperamos que aumenten las experiencias de bajo contacto en aeropuertos y hoteles, permitiendo a los viajeros gestionar los procesos del aeropuerto a distancia utilizando sus teléfonos móviles o los puntos de contacto biométricos, ya sea para comprar, reservar o viajar”. E, incluso en el destino, los viajeros querrán información en tiempo real y acceso al servicio al cliente bajo demanda y mejores medidas de higiene para su seguridad”. 

A su juicio, “debemos repensar el futuro de los viajes, vale la pena preguntarnos cómo podemos reconstruirlo de forma que sea mejor que antes”. Porque la industria de viajes siempre ha sido un motor global para el crecimiento económico. “Ahora es tiempo de unirse y encontrar nuevas formas de superar los silos para que podamos maximizar la contribución de los viajes al bienestar económico, social y cultural de nuestro mundo”. El ejecutivo de Amadeus respalda la formación de nuevas asociaciones y colaboraciones no solo dentro de este segmento productivo; también a través de los sectores públicos y privados. El sector turístico -explica- “está en una posición única para liderar la respuesta a la emergencia climática y asegurar un crecimiento sostenible”. El Acuerdo Verde Europeo tiene por objeto hacer de Europa el primer continente neutral en emisiones de carbono para 2050, y el turismo tiene un papel fundamental que desempeñar en ello. “Trabajando juntos en los viajes como una comunidad global, podemos crear un sector más sostenible, que apoye a las comunidades locales y a las pequeñas empresas, que evite el exceso de turismo y que cuide de nuestro planeta”.

 

Sobre la adaptación a la llamada nueva normalidad, Batchelor cree que “tecnología e innovación serán un conductor poderoso para el cambio”. Situados en el centro del ecosistema de los viajes, Amadeus -dice- “se compromete a apoyar a nuestros clientes, a reconectar con los viajeros, para devolverles la alegría de viajar y para asegurarnos de que continúe siendo el gran canalizador de progreso y prosperidad global”. Porque “la tecnología moderna está dando la oportunidad a la industria de los viajes de evolucionar a un ritmo que no hubiera sido posible hace unas décadas”. Las herramientas flexibles, escalables y basadas en la nube, junto con prácticas ágiles de trabajo, permitirán a las firmas desarrollar rápidamente innovaciones sin invertir en la reconfiguración de sistemas heredados que consumen mucho tiempo. “La inteligencia artificial basada en datos y el Machine Learning pueden acelerar la puesta a punto comercial y operacional, remodelando el campo de la gestión de ingresos, por ejemplo, a un ritmo sin precedentes”.  

NH Hoteles implementó desde el inicio de la pandemia planes de contingencia y reforzó su liquidez hasta 675 millones de euros, mediante la reducción de inversiones en mantenimiento y reposicionamiento de hoteles, disposición de líneas de crédito, cancelación de la propuesta de dividendo con cargo al ejercicio 2019 y la firma de un préstamo sindicado con vencimiento 2023 por importe de €225 millones en el mes de mayo, y se prepara para una “reapertura progresiva con las máximas garantías sanitarias”. Desde principios de mayo, el grupo hotelero ha reabierto sus canales de ventas y sistemas de reservas y, de forma gradual, sus hoteles en las principales ciudades, “concentrando inicialmente la demanda de cada destino en aquellos establecimientos que le permitan optimizar recursos y rentabilidad”. Como consecuencia del confinamiento y de la hibernación de la economía, se vio forzado al cierre temporal de los hoteles desde el mes de marzo en todas las geografías, por lo que sus ingresos en el primer trimestre se redujeron en un 20,8% hasta los 279,4 millones de euros, interrumpiendo así la senda de crecimiento de los dos primeros meses del año donde estos crecían un ritmo del 8%.

 

Ramón Aragonés, su consejero delegado, ha destacado que el Covid-19 “representa el mayor desafío al que se ha enfrentado la industria hotelera en todo el mundo y está midiendo nuestra fortaleza”. Aunque “la oportuna transformación operativa y financiera que hemos llevado a cabo en el pasado, junto a medidas de eficiencia que hemos implantado y la liquidez disponible -en alusión a los 675 millones-, nos permitirá superar esta situación, mantener el liderazgo y ser más competitivos cuando retorne la normalidad”. Asimismo, Aragonés incide en que “en el actual contexto, nuestra obsesión es dar una ágil respuesta a las necesidades de seguridad de viajeros y equipos internos durante la reapertura de hoteles, que se espera sea de manera gradual e impulsada inicialmente por la demanda doméstica”. 

La cadena hotelera abrirá el 55% de sus hoteles en todo el mundo al término del mes de junio. En torno a 200 propiedades de las 361 que posee en Europa y Latinoamérica. Además, NH ha lanzado la promoción Déjate sorprender por España, que ofrecerá hasta un 25% de descuento en sus más de 70 instalaciones españolas durante la campaña estival. La oferta será válida para reservas efectuadas entre el 1 de junio y hasta el 31 de agosto, ambos inclusive, para estancias programadas hasta el 4 de octubre. De modo que, además de lograr hasta un 25% de descuento, sus clientes podrán disfrutar de desayunos gratuitos y aprovechar al máximo su estancia gracias al late check-out. Con otros beneficios para familias, como alojamiento gratuito para menores de 12 años y cancelaciones gratuitas de reservas hasta 48 horas antes de la llegada. Después de haber redefinido la seguridad en sus hoteles con el lanzamiento de Feel Safe at NH. 

Melia Hotelstambién ha iniciado la reapertura de más de 60 hoteles y prevé operar en todos los principales destinos de España. Bajo el lema “Cuando vuelvas, cuídate con Meliá”, la hotelera ha puesto en marcha una atractiva campaña para reactivar el turismo, ligado a su programa Stay Safe with Meliá. De manera que, durante el mes de julio, sus clientes encontrarán disponibilidad en los principales destinos vacacionales del país. La imagen corporativa tras el confinamiento y la hibernación de la economía busca la reconexión con sus clientes, a partir de datos emanados de una consulta a más de 100.000 clientes MeliáRewards con el objetivo de conocer sus nuevas motivaciones y necesidades. Entre las que priman, por encima de cualquier otra, la seguridad y la competitividad de la oferta. Durante esta promoción, Meliá incluye un descuento del 30% y la reserva con cancelación gratuita. Además, los miembros del plan de fidelidad MeliáRewards generarán un 50% más de puntos. Todas las reaperturas cuentan con la garantía Stay Safe with Meliá, creado para la adaptación de sus hoteles a la nueva realidad, y una guía operativa para aplicar rigurosamente las recomendaciones de salud y seguridad de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de las autoridades. Este plan global, que ha sido certificado por Bureau Veritas, destaca “no sólo por sus diferentes ámbitos de acción en materia de salud y de seguridad, sino también por trabajar en el bienestar emocional de los clientes, garantizando también su mejor experiencia en el hotel”, explican en la firma. 

 

Talgo ha seguido las instrucciones del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y ha colaborado estos meses de pandemia con Renfe en la adaptación de trenes todoterreno para el traslado de pacientes afectados por el coronavirus entre diferentes comunidades autónomas y, ya en el periodo de desescalada, “ofrece su innovación para situar al tren como el modo de transporte público más seguro”. La empresa de diseño y fabricación de trenes de alta velocidad recuerda que el ferrocarril, a diferencia de otros modos de transporte, permite garantizar no sólo el máximo distanciamiento social, sino también las mejores condiciones higiénicas del aire, condiciones ambas que según todas las autoridades sanitarias son las mejores para prevenir la extensión de la pandemia. Emilio García, director de Innovación de Talgo dice que “si hablamos de protección ante el Covid-19, podemos afirmar que el tren ofrece una serie de características y medidas de protección para poder garantizarla, porque combina varios factores que no están presentes, o sólo en parte, en otros sistemas de transporte”. El factor clave es, según García, el número de espacios en los que se distribuyen a los viajeros en cada modo, ya que las tecnologías anti-Covid que se pueden implementar están al alcance de casi cualquier medio de transporte”. Por tanto, el elemento diferenciador es la arquitectura característica del tren y el espacio interior disponible para cada pasajero. “Por definición, los aviones cuentan con uno o dos accesos frente a los once que ofrecen los trenes Talgo, lo cual no permite distribuir uniformemente los accesos de los viajeros ni compartimentar adecuadamente y de forma estanca el volumen de aire que éstos respiran y exhalan”. 

 

La multinacional española presentó un aumento del 29,6% de sus ingresos netos totales hasta 112,8 millones de euros, al término del primer trimestre del año, por mayor actividad industrial y desde marzo, ha adoptado planes de contingencia y ahorros relevantes de costes importantes de manera transversal en la Compañía para limitar el impacto coyuntural del Covid-19. Entre los que destaca la reducción del 50% del salario en el periodo marzo-diciembre del presidente, del consejero delegado y del resto de miembros del Consejo de Administración. La compañía cuenta “con una cartera de pedidos sólida con visibilidad de actividad industrial para los próximos años y se encuentra en una óptima situación financiera para ejecutar exitosamente los proyectos”. El alza de ingresos se debió, en gran medida, a su mayor actividad de fabricación, principalmente en el proyecto de Alta Velocidad de España (Renfe), que se mantiene en los niveles más altos de los últimos tres años, a pesar del impacto registrado por el Covid-19. La compañía registró un EBITDA ajustado de 14,8 millones de euros en el primer trimestre del 2020, estable con respecto al mismo periodo del año anterior. Pese a que los márgenes operativos disminuyeron hasta el 13,1%, lo que refleja la situación extraordinaria provocada por el contexto coyuntural. En cuanto al beneficio neto ajustado, alcanzó los 5,3 millones de euros, registrando un descenso respecto a los 7,5 millones del mismo periodo de 2019.