Los mercados siguen bastante pendientes del evento de la semana. Y este no es otro que el encuentro que tendrá lugar en Wyoming entre los principales dirigentes de los bancos centrales de todo el mundo y donde se espera como agua de mayo las declaraciones de la presidenta de la Reserva Federal norteamericana, Janet Yellen, que podría mostrar sus cartas en relación a una subida de tipos de interés en Estados Unidos.
Hasta entonces parece que la tregua está servida como se ha observado en el cierre de los mercados europeos y en el español en particular, que una vez más se ha apoyado en los bancos para dar ese empujón al alza, como ya sucediera en la pasada jornada. Pero, en efecto, el foco está puesto en esa reunión en Jakson Hole de la que se podrían sacar conclusiones interesantes.
Hay que recordar que con la votación a favor de la salida de Reino Unido de la Unión Europea, se abrió un momento, una ventana que colocaba a todos los bancos centrales en una postura bastante difícil y que tenía grandes probabilidades de ser buena para el mercado, ya que todas las acciones que pudieran dañar al mercado, o a la economía, quedarían retrasadas hasta poder valorar el impacto en las economías que tuviese semejante decisión por el pueblo británico.
La Reserva Federal se tomó un respiro, el Banco Central de Japón escurría el bulto, el Banco Central Europeo no decía nada y fue el Banco de Inglaterra el que dio el paso adelante bajando los tipos de interés y reactivando el programa cuantitativo para intentar parar cualquier daño.
Pues bien, tras una fortísima bajada de la libra, los datos macroeconómicos que hemos tenido de Reino Unido que ya contaban con el susto del referéndum en el cuerpo, no han salido tan malos como se esperaba. Recordemos la bajada del desempleo, el buen crecimiento de los salarios y el fuerte repunte de las ventas minoristas precisamente porque había productos más asequibles desde monedas extranjeras. Hoy hemos conocido algunos datos del sector industrial y hay perspectivas muy buenas gracias a las exportaciones.
Además, hemos conocido el dato preliminar del mes de agosto de los índices de directores de compra tanto de Francia, Alemania como de la zona euro. Los datos han salido buenos la inmensa mayoría de ellos. Los de la zona euro son los que en cierto modo han desempatado porque Francia tenía dos peor de lo esperado y uno mejor de lo esperado, pero Alemania tenía dos peores de lo esperado y uno mejor de lo esperado. Los de la zona euro arrojan dos mejores de lo esperado y uno peor de lo esperado. En resumidas cuentas, quitando el sector manufacturero de Francia que todavía está en contracción, el resto está en expansión y algunos de ellos a bastante altura con respecto a la zona de contracción.
Como lo anterior no nos sugiere problemas serios por la salida de Reino Unido de la Unión Europea, JP Morgan es el primero que ha dado al paso adelante y ha dicho que ya no espera que en la próxima reunión del Banco Central Europeo se bajen los tipos de interés y una extensión extra del programa cuantitativo.
Lo anterior puede no parecer mucho, pero que un banco como JP Morgan ya no vea que un banco central como el BCE apriete el acelerador de las medidas para contener el daño, es muy significativo porque nos dice que la ventana de apoyo de los bancos centrales a la economía puede cerrarse y eso ser determinante para lo que queda de año y comienzos del próximo.
Primero de todo, el sector bancario español era de los peores en el día de hoy incluso estando en positivo, porque estaban lejos de los máximos del día, pero en cuanto se empezó a ver toda la posible situación que puede tener el sector bancario en el futuro, porque podría ponerse fecha de caducidad al entorno de bancos centrales que tanto les está haciendo daño, han empezado a mejorar muchísimo y eso está haciendo que el súper sector bancario sea el segundo mejor del día.
Como podemos imaginarnos, el euro ha ganado fuerza otra vez y está atacando los máximos del mes, por lo que automáticamente el dólar tiene debilidad y eso está haciendo que las materias primas mejoren, de ahí que el súper sector de recursos básicos sea el mejor del día.
La preocupación por los bancos centrales es el principal factor de medio plazo y va a ir increscendo según nos acerquemos al final de esta semana porque recordemos que tenemos un encuentro global de banqueros centrales en Wyoming, donde se espera que hable la presidenta de la Reserva Federal y quizá se añada a la corriente de los últimos comentarios de los banqueros centrales regionales de Estados Unidos en el sentido de que la economía de Estados Unidos ya se está acercando a un momento en el que puede aguantar la subida de tipos de interés. Si a esto le unimos que de momento no hay evidencias serias de que la salida de Reino Unido de la Unión Europea tenga efectos catastróficos, pues ese factor que les hace esperar podría desvanecerse, así que debemos estar muy atentos a lo que pueda pasar con los nuevos datos macroeconómicos de Estados Unidos, como por ejemplo el de creación de empleo del mes de agosto, ya que la situación puede volverse favorable a las intenciones de la Reserva Federal.
La gran incógnita la tendremos otra vez en el mercado, pues volveremos a tener el problema de un conflicto entre un encarecimiento del dinero y por otro lado una fortaleza económica mundial.
El verdadero problema, se asemeja mucho a la situación que tuvimos cuando el anterior presidente del Banco Central Europeo subió los tipos de interés, sabiendo el mal estado de la economía de los países de la periferia, lo que ahondó en los problemas mucho más. Es cierto que nuestro país tiene cifras muy agradables económicamente hablando, pero hay cosas que deben mejorarse. Lo que levanta preocupaciones es lo que podría pasar en la economía española si la gran cantidad de empleos temporales y de bajos salarios se le somete a un entorno de encarecimiento del crédito, ya que podría tener efectos negativos y eso, desafortunadamente, deberemos ir valorándolo con el tiempo.