Tal y como esperaba el consenso, el Banco Central Europeo (BCE), ha mantenido sin cambios los tipos de interés en el 0% y la tasa de depósito en -0,40%. No se espera que la autoridad monetaria los cambie hasta bien entrado 2019. Sin embargo lo que al mercado le genera inquietud es saber cuándo va a poner fin al actual programa de compra de activos en el que la institución gasta cada mes 30.000 millones de euros.

No se esperaba hoy ningún anuncio y así ha sido. El mensaje del comunicado del BCE y de Mario Draghi ha sido claro y conocido para el mercado.  “El Consejo de Gobierno del BCE espera que los tipos de interés se mantenga en estos niveles por un largo periodo de tiempo y bien pasado el periodo durante en el que se mantenga la compra de activos”, asegura.

De hecho, el BCE ha reiterado que el programa de compra de activos en el que la institución está invirtiendo 30.000 millones de euros cada mes “está diseñado para mantenerse en marcha al menos hasta finales de de septiembre de 2018 o más adelante, si fuera necesario. Y, en cualquier caso hasta que el Consejo de Gobierno vea un ajuste sostenido en el rimo de la inflación coincidente con su objetivo” que en estos momentos se mantiene en el 2%.

Como viene siendo habitual, la institución monetaria reitera que seguirá reinvirtiendo el principal de los bonos que alcancen su vencimiento por un “periodo extendido de tiempo hasta el final del periodo de compra de activos y, en cualquier caso, tanto tiempo como sea necesario”, señala.

Prácticamente todos los expertos del mercado coincidían en que durante la reunión de hoy la institución que preside Mario Draghi no iba a tomar decisión ninguna. La incertidumbre geopolítica y la mayor debilidad de los datos económicos conocidos recientemente en la eurozona han hecho que la autoridad monetaria prefiera ser más cauta.

Aneeka Gupta, analista de ETF Securities, señala que Mario Draghi “ha mantenido una posición neutral como respuesta a los datos más débiles de la eurozona y se ha mostrado positivo con respecto a la expansión económica”. En su opinión “ha justificado la pérdida de momentum en la eurozona por factores transitorios como la climatología, la temperatura o la temprana celebración de la Semana Santa”. Explica Gupta que “esperamos ver una serie de declaraciones más significativa en la reunión de junio.

Como explica el director de análisis de Estrategias de Inversión, Luis Francisco Ruiz, en su último artículoen resumidas cuentas, el panorama no ha cambiado, la inflación no aparece y el crecimiento económico es suficiente para ir purgando desequilibrios. Con la nueva información encima de la mesa, Draghi, no tiene ningún incentivo para cambiar la actual política monetaria”.

Una de las cifras que más han decepcionado ha sido el PMI mensual de la actividad comercial que se quedó en marzo en apenas 55,2. Aunque la cifra muestra todavía expansión, lo cierto es que preocupan los datos futuros. Además, la producción industrial se ha contraído en los últimos tres meses de forma consecutiva, algo que no ocurría desde 2012.

Como explican los analistas de Ebury, “la inflación subyacente, el mejor predictor de la inflación futura ha sido particularmente suave, ya que no logró superar el 1% por sexto mes consecutivo. La inflación general quedó por debajo de las previsiones en el 1,3%, muy lejos del objetivo del BCE”, indican.

Inflación eurozona

 

Este es el motivo que ha llevado a confirmar a Draghi que los miembros del consejo que toma las decisiones de política monetaria aún no saben qué van a hacer en junio. El italiano indica que aún no se ha discutido en la próxima reunión, cuando se espera que se ponga un calendario para el fin del QE.

Drahi asegura que los miembros de la institución no lo han estudiado porque antes tienen que entender bien a qué se debe la ralentización de la economía en estas últimas semanas. Draghi señala que se trata de una lectura difícil e importante de cara a los pasos que se den a partir de ahora. El presidente de la autoridad  monetaria señala que “lo primero que tenemos es que saber qué está pasado, si la desaceleración es temporal o permanente, si se trata de una ralentización derivada de la oferta o de la demanda, si va a mantenerse en el tiempo o es puntual. Tenemos que entender qué está pasando”.

Eso sí, el presidente del BCE ha insistido en que, por el momento, a pesar de esta ralentización, la expansión económica de la eurozona sigue siendo robusta y generalizada. Es más, han confirmado que siguen confiando en que la inflación se acercará al 2% en el medio plazo, como hasta ahora. En su opinión, “no se han producido señales convincentes de la recuperación de la inflación, aunque podríamos verlos en los próximos meses si se confirman datos como una mayor presión de los salarios”.

Eso sí, durante la conferencia el presidente ha apuntado que desde la última reunión a ahora, los riesgos en el futuro han crecido, sobre todo en lo que tiene que ver con la amenaza del proteccionismo.

Mario Draghi señala, de nuevo, que siguen siendo necesarias que se implementen reformas estructurales para maximizar el efecto de las políticas monetarias no convencionales. Pide reformas para mejorar la fortaleza de la economía, reducir el desempleo estructural, mejorar la productividad y incrementar el potencial de la economía.

Para ello también exige de nuevo, como en cada reunión, que las políticas fiscales “garanticen un crecimiento más amistoso en los países”. Además,  pide a las autoridades que se den pasos para completar la unión bancaria y del mercado de capitales.  

En su opinión, la política monetaria del BCE difiere con el tensionamiento que está aplicando la Reserva Federal y que está llevando a la rentabilidad del bono a 10 años de EEUU a niveles del 3,00%. “Un diferencial de tipos favorable a EEUU frente a la eurozona que apoya al dólar en detrimento del euro y que permite pensar que el actual movimiento en rango del EURUSD se resolverá por la parte inferior comprendida entre 1,2153 y 1,2094”.

Por el momento, el EURUSD se mantiene estable y sin cambios con respecto al inicio de la rueda de prensa.

 

eurusd

 

No ha pasado de largo el presidente por la evolución de la rentabilidad del bono americano. Para el presidente, que la rentabilidad del bono a 10 años el 3% es una consecuencia natural del nivel de expansión económica de EEUU.

 

bono jueves