CON EL CIBERCRIMEN HEMOS TOPADO

El cibercrimen cuesta en el mundo del orden del 1,5% del PIB global, supone trillones de dólares mientras alcanza niveles que superan al tráfico de drogas, de personas y de armas en su conjunto. Y este es tan solo el principio. 

El analista de mercados, Manuel Pinto, señala que “en 2025 se estima que el mercado de la ciberseguridad crecerá más del 15% anual hasta alcanzar casi 278.000 millones de dólares en gasto, superando el crecimiento del gasto mundial en tecnología en más de 5%. A pesar de este crecimiento esperado, el gasto en ciberseguridad solo representa aproximadamente el 6 % del total en la tecnología en 2025, lo que sugiere que todavía tiene un amplio margen para su crecimiento futuro”.

Porque España se encuentra en el Top2 de los países más atacados por los cibercriminales, ya que, en el presente ejercicio, esos incidentes se han elevado la friolera de un 64%, según los datos de Secure &IT. 

Mientras, según HackRisk.io, España se coloca entre los 5 primeros países que más se han convertido en el centro de atención de los ciberdelincuentes, con 161 ataques en el último trimestre, casi un 4% del total global. Un ranking que, con diferencia, y con casi uno de cada cuatro, encabeza en estos momentos Estados Unidos. 

Y los primeros sectores contra los que atacan son el cuidado de la salud, los gobiernos, las manufacturas, objetivos múltiples y el sector financiero y asegurador. 

¿QUÉ FAVORECE LA INVERSIÓN EN CIBERSEGURIDAD?

Una de las premisas fundamentales que ahora mismo se ponen sobre la mesa en este campo pasa por el impulso que la OTAN quiere elevar sin fisuras: pretende que los países integrantes del Tratado del Atlántico Norte inviertan un 1,5% adicional en ciberseguridad, y de hecho, lo harán.  Se trata, por tanto, de una megatendencia que va cobrando importancia por la vigencia que presenta. Bankinter ha identificado hasta siete catalizadores de los que se beneficia la ciberseguridad a la hora de invertir. 

El primero es la adopción del trabajo híbrido. La segunda es el aumento exponencial del número de dispositivos conectados que se extiende, en su vulnerabilidad, a los ecosistemas digitales. El tercero es el desarrollo de las nuevas tendencias digitales, como el Big Data, la IA y el IoT, el Internet de las Cosas.  Y es que la digitalización per se, tanto particular como de cara a las empresas, eleva exponencialmente los riesgos: a más brechas, más ataques que se generalizan y se multiplican, desde nuestro día a día, con compras u operaciones bancarias, como los ejemplos más actuales. 

Manuel Pinto, analista de mercados, incide en este factor. Considera que “a medida que más empresas utilizan la IA en el entorno laboral, la ciberseguridad basada en IA se ha vuelto aún más crucial. El teletrabajo o la tensión geopolítica, son algunos factores que pueden ayudar a su crecimiento”.

El cuarto pasa por la mayor conciencia que hemos tomado ante esta megatendencia, con factores como la invasión rusa de Ucrania, en un contexto geopolítico de aumento de inversión gubernamental en esta área para nuestra defensa.  El quinto se refiere a la sofisticación cada vez mayor de los ciberataques y a su aumento progresivo que afecta tanto a empresas como a estados, y por supuesto a los ciudadanos particulares. 

Para Manuel Pinto, “en el corto plazo, creemos que es una oportunidad muy atractiva de inversión, dado que se espera que los países de la OTAN alcancen nuevos acuerdos para aumentar el gasto en el sector, lo cual debería de generar cuantiosos contratos, que les ayuden a impulsar su cotización. Cabe destacar que la ciberseguridad ha demostrado ser una de las áreas más resilientes en la tecnología, con una demanda constante incluso durante la incertidumbre económica”.

El sexto versa sobre el aumento de la regulación que favorece estas inversiones y el séptimo factor a favor es la consolidación de un sector con poca concentración, ya que ninguna compañía tiene más de un 8% de cuota de mercado. 

Pablo García, de Divacons Alphavalue destaca que “las inversiones están siendo muy potentes y lo que pasa es que hay mucha atomización dentro del sector, es decir, está Palo Alto, Crowdstrike, pero muchas compañías tienen sus departamentos o hacen su outsourcing con CapGemini, por ejemplo”.

Este hecho final, presenta una amalgama de posibilidades, crecientes, ante la inversión en ciberseguridad. Aunque lo cierto es que los expertos destacan que los presupuestos para estas partidas son limitados y consideran improbable que crezcan más rápido que las inversiones en tecnología en general. 

LA IA, EL NUEVO ACTOR DE LA CIBERSEGURIDAD

Para el analista de mercados Manuel Pinto, “el auge de la IA no sólo impulsará a las empresas, sino que también brindará a los ciberdelincuentes nuevas capacidades para aumentar sus amenazas. Estos, ahora utilizan la IA para automatizar campañas de phishing, generar malware evasivo y eludir las defensas de seguridad tradicionales”. 

Considera que “la inversión en mecanismos de defensa basados en IA, como la detección de amenazas basadas en el comportamiento y los sistemas de respuesta autónomos, es esencial. Las empresas disponen cada vez de soluciones más atractivas, y los principales proveedores de ciberseguridad desarrollan y lanzan rápidamente herramientas basadas en IA para complementar a los humanos, automatizar las operaciones de seguridad y detectar anomalías”.

Destaca que “el mercado de oportunidades para la ciberseguridad se está expandiendo rápidamente. Las empresas líderes en ciberseguridad se apresuran a integrar la IA en sus productos, impulsando el apalancamiento operativo y expandiendo los márgenes, incrementando los ingresos por suscripción y las fusiones y adquisiciones (M&A)”.

Mientras, desde Divacons Alphavalue, su director general, Pablo García, señala que “el tema de la IA, la inteligencia artificial ha matizado de alguna manera esta megatendencia creciente. Parece que el cerebro humano solo puede concentrarse en una temática y ha eclipsado a la ciberseguridad, aunque considero que habrá inversiones lineales en esta área, constantes y mantenidas en el tiempo, como una megatendencia potente”.  

Tanto es así que opina que “creo que porque el dinero caliente, el hot money está yendo a todo lo que sea inteligencia artificial, olvidando que la ciberseguridad es rentable desde el momento cero”

¿DÓNDE INVERTIR EN CIBERSEGURIDAD?

Desde WisdomTree, su director de ventas en Iberia, Carlos de Andrés, destaca que consideran “la ciberseguridad como una temática de inversión con un enorme atractivo y un potencial creciente. El caso de inversión detrás de este sector es extremadamente sólido y, de hecho, se ha venido reforzando con el paso del tiempo”.

Entre las empresas más emblemáticas, Palo Alto Networks una compañía que lidera el sector muy atomizado, con pequeñas cuotas de mercado. En sus resultados del tercer trimestre fiscal mejoró sus cifras, pero el margen bruto se colocó por debajo de las estimaciones. 

Desde Bernstein, sin embargo, consideran que puede ser una buena opción frente a sus competidores, aunque, en general, los analistas consideran que las principales apuestas del sector están sobrecompradas. 

Es el caso de la segunda en el ranking, CrowdStrike. Con sólidos fundamentos a decir de esta firma, el continuo crecimiento de sus ingresos y resultados lo respaldan sus acciones. Pero destacan su poco margen de mejora en el mercado. 

Si hablamos del segmento de ciberseguridad para particulares nos encontramos con Gen Digital, una compañía americana con una elevada exposición a Europa, en un cuarto de sus activos en concreto, por la compra hace tres años de Avast. 

En términos de seguridad en la red, lidera Fortinet y en la nube Zscaler, una compañía nativa cloud con protección de navegación hacia la nube. A estas se unen otras del sector como SentinelOne  que integra inteligencia artificial, CyberArk Softwar, que se ocupa de seguridad de acceso e identificación, y del almacenamiento. Completan el puzle de inversión Okta y Cloudflare , en las primeras posiciones del ranking. 

Pero esa atomización ha llevado al éxito de la inversión en ETFs en el sector de la ciberseguridad. WisdomTree Cybersecurity UCITS ETF es uno de ellos, de gestión pasiva, que busca replicar el precio y la rentabilidad, del WisdomTree Team8 Cybersecurity UCITS Index (su índice de referencia o benchmark). 

Además, en el mercado encontramos diversificación elevada como las 22 compañías en las que invierte Global X Cybersecurity ETF, la réplica del Nasdaq CTA Cybersecurity en el First Trust Nasdaq Cybersecurity ETF o el primero creado, y que se encuentra entre los más populares, el ETFMG Prime Cyber Security ETF.

A este se une la mirada de los fondos, como el Allianz Cyber Security, que concentra su mirada en EE.UU. casi en un 93%, con sus primeras posiciones centradas en las compañías antes mencionadas.

Descubre nuestro especial megatendencias de inversión : Ciberseguridad y Baterias.