Ha sido durante muchos años el valor a tener en cartera. En los últimos cuatro años nadie dudaba de que la compañía que, hasta 2011, presidió Steve Jobs fuera a dar más de un quebrado de cabeza. Y es que en apenas ocho meses la compañía ha perdido en bolsa más del 40% de su valor. Los expertos reconocen que el valor se mueve mucho por expectativas y, por ahora, son inciertas. “En los tres primeros meses del año los beneficios de la compañía cayeron casi el 18% y sus acciones, en ese período de tiempo descendieron un porcentaje muy similar, con lo que es cierto que el precio se ha ido ajustando a la realidad de la empresa”, explica Soledad Pellón, estratega de mercados de IG. Los más optimistas siguen viendo en la compañía de la manzana un valor con “una salud financiera indiscutible. La relajación de la cotización de los 700 USD a los 430 actuales, ha sido suficiente castigo como para consolidar la cotización en una zona de confort muy atractiva para el inversor de largo plazo”, reconoce Gisela Turazzini, Cofundadora de BlackBird.

Gráfico evolución Apple



Pero ¿y a corto plazo? De un lado, ahora lo que le falta al valor “es sorprender al mercado con un nuevo producto que llame tanto la atención d los consumidores como lo hizo en su momento el iPod, iPhone o iPad. Algo que, desde la muerte de Steve Jobs, no se ha conseguido”, explica la experta de IG. Según los expertos de Fool.com en su artículo “Acción de Apple: desmintiendo los osos”, las ventas de la compañía están decreciendo pero “no está en precio para un crecimiento mayor. La tasa de crecimiento esperada por el mercado para el valor es del 3%. Apple simplemente necesita incrementar su beneficio por acción a ritmo de inflación para recompensar a sus inversores”.

De crecimiento, a dividendo. El cambio de la acción

Y es que los accionistas tienen que ser conscientes de que Apple no volverá a ser “una acción de