El plan de refinanciación que estaba fijado para finales de este mes por parte de Abengoa va cobrando cuerpo y cada vez está más fijado. Según las últimas informaciones el grupo necesitaría menos cantidad de la fijada para iniciar un nuevo futuro.


De esta manera, los bonistas entre los que se encuentran 
Houlihan Lokey y gestoras como BlackRock, AIG, Invesco, D.E. Shaw, Värde, Centerbridge y Elliott, se reunieron con el fin de ver las necesidades concretas de la compañía y la cantidad final que se destinaría.
 
El monto inicial para salvar a Abengoa de la quema se había fijado entre los bonistas y el resto de entidades financieras entre los 1.500 y los 1.800 millones de euros. Sin embargo, esa cantidad habría visto una fuerte disminución hasta los 1.000 o 1.200 millones de euros, según apuntan fuentes financieras consultadas por distintos medios.

Este descenso de la cifra necesaria para el rescate de la compañía viene motivado por la pérdida de algunos proyectos de relativa importancia que necesitaban fuertes inyecciones de liquidez como es el caso del proyecto solar Ashalim en Israel, del que se ha deshecho del 50% que poseía, o del abastecimiento de agua de la ciudad estadounidense de San Antonio.

De todos modos, aún hay que aguardar para tener el conocimiento de la cifra exacta que necesitará Abengoa, según estas mismas informaciones y cómo será la distribución. Es decir, cuánto terminarán aportando los bonistas y las entidades bancarias entre las que destacan Santander, CaixaBank, Popular, Sabadell, Bankia, HSBC y Crédit Agricole. Asimismo, faltaría por conocer cuáles serán las garantías exactas y el interés exigido.

Todo esto se espera que se termine por certificar la próxima semana. Abengoa  tiene plena confianza en comenzar el proceso de adhesiones al plan de refinanciación de sus acreedores una vez que el juez que lleva el proceso le dé un plazo que venza en octubre después que consiga llevar a cabo el 75% de las adhesiones de los acreedores financieros el marzo pasado.