En el plano económico no hay mucho que añadir durante este último periodo, un crecimiento moderado en EEUU, síntomas de mejora en Europa, aunque quizás menos claros que los meses anteriores y una fase de estabilización en las zonas emergentes, sobre todo en China, donde hemos visto signos bastante alentadores. No obstante, son las noticias políticas las que han estado en primer plano en las tendencias de mercado.

Primero de todo, el centro de gravedad se ha desplazado. Hemos visto en un primer momento síntomas negativos debido a la situación política en Italia, pero los mercados lo superaron sin problema, y finalmente ha sido EEUU (quién lo hubiese creído) la mayor causa de preocupación. Asimismo, sabíamos que la situación era grave en España o Portugal, aunque para nosotros los miedos eran excesivos, pero ahora sin duda el objeto de atención es EEUU
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Y en este contexto es comprensible haber observado una fuerte rentabilidad extra de la zona euro con respecto al mercado americano, y un euro en buena forma. Según nuestro punto de vista, nos encontramos en una fase de normalización, con unos mercados europeos que habían sido en los últimos años excesivamente sancionados, y que ahora se están recuperando.

Pero más que la tendencia del mercado, lo que nos parece esencial son los títulos que participan en esta remontada del mercado europeo, y son nombres que no estamos acostumbrados a ver a la cabeza de las clasificaciones; los bancos, que no se debe a la bajada de diferenciales, sino a que el clima financiero está mejor, el sector de telecomunicaciones con varias fusiones y adquisiciones, con a lo mejor un poco de esperanza de una subida de precios y las compañías domésticas, que han estado altamente penalizadas, así como los valores cíclicos y el sector de la construcción. Por el contrario todos los valores defensivos, expuestos a los emergentes, ofrecen buenas rentabilidades respecto a sus índices.

Esta es la razón por la cual en nuestra gestión hemos podido obtener este año rentabilidades muy sustanciales y muy claramente superiores a los índices de referencia, ya sea en fondos puros de renta variable o en los fondos de asignación y en los fondos de renta fija.