Las acciones europeas están todavía poniéndose al día con respecto a las norteamericanas y pensamos que aún les queda margen hasta alcanzarlas. Los títulos europeos siguen cotizando con descuentos relativamente importantes por lo que cualquier mejora económica después de una intensa ola de reestructuraciones debería dar lugar a un rebote en los beneficios. Por tanto, seguimos siendo positivos respecto a las acciones, lo que en nuestro caso se traduce en una sobreexposición en renta variable europea
. No obstante, nuestra preferencia por esta clase de activo no nos ha llevado a aumentar su calificación dado que han resurgido los riesgos políticos (Italia, por ejemplo) y seguimos estando preocupados por el alcance real de la recuperación económica del continente.

En Japón, la decisión del Primer Ministro Shinzo Abe de aumentar el IVA del 5% al 8% el próximo año nos ha llevado a tener una visión neutral en relación a la renta variable nipona. Sin embargo, es probable que esta subida del IVA se vea compensada por una reducción en la carga fiscal a las compañías y por otras medidas como los acuerdos especiales para las empresas que aumenten los salarios. Esto pone de manifiesto que después de devaluar el Yen, el gobierno está dispuesto a seguir adelante con su política de reactivación. No obstante, se trata de un cambio general hacia una política fiscal más dura. Sin duda, la importante subida del IVA tendrá más efectos negativos que el impacto indirecto de la política de reactivación puesta en marcha por el gobierno. Por tanto, se trata de un cambio muy arriesgado en la política económica. Hemos observado que Japón ha decidió volver a la negociación del Acuerdo Trans-Pacífico.

Dado que estas negociaciones están todavía abiertas, no podemos saber qué impacto tendrán, pero la decisión de Japón de reincorporarse a las negociaciones podría alentar al país a poner en práctica más reformas estructurales, un área en la que los inversores sienten que la administración del primer ministro Abe no se ha involucrado en profundidad.

Benjamin Melman, Director de Asignación de Activos y Deuda Soberana en Edmond de Rothschild Asset Management