La contundente reducción de la actividad económica va a tener un impacto inmediato en el sector residencial, sin conocer aún su alcance definitivo, y ya se están resintiendo los factores que apoyan la demanda, principalmente el empleo, los salarios o el turismo. De la duración de la crisis y de la gestión de la recuperación dependerá en gran medida el impacto final del Covid-19.

El inmobiliario es uno de los sectores con mayor peso y con un impacto directo en el empleo, y su recuperación es clave para la dinamización de la economía. Por ello, hay que apostar por medidas que faciliten la continuidad de los proyectos que ya estaban en marcha o a punto de iniciarse, y agilizar los trámites de las licencias de obra y de primera ocupación, lo que además generaría mucha confianza en los inversores.

Uno de los mayores restos del sector residencial es la reactivación de la demanda y consensuar políticas para incentivarla. Por todo ello es importante y fundamental apoyar la compra de primera vivienda e incentivarla con financiaciones específica, ayudas fiscales o avales al comprador. Con ello se conseguiría el triple objetivo de dar oxígeno a un sector que puede convertirse en una de las locomotoras de la economía como generador de empleo. También permitiría el acceso a la vivienda a ese segmento de la población solvente, pero con falta de ahorros. Y, en tercer lugar, por extensión, se avanzaría en la búsqueda de una solución estructural al problema de los jóvenes y la vivienda. En todo ello, la colaboración público-privada es fundamental como palanca de cambio.

En paralelo, la crisis sanitaria nos ha obligado a cambiar de forma acelerada nuestros hábitos de consumo, la forma de trabajar y de relacionarnos. La digitalización es el factor común de esa transformación, por lo que evolucionar los canales online y crear nuevos servicios virtuales ya no es una opción.

 

Nosotros, en Quabit Inmobiliaria, desde el momento en que se decretó el estado de alarma y para tratar de atenuar los efectos de la crisis sanitaria, aceleramos el proceso de digitalización que la compañía venía ejecutando desde tiempo atrás. El resultado ha sido el ‘Programa Quabit de Compra Online’ que ha supuesto la evolución de nuestros canales de comercialización habituales y la activación de nuevos servicios como la pre-reserva online sin compromiso, el chat online, el servicio de cita previa online para visitas presenciales y virtuales, las visitas 360º con videos híper-realistas y paseos virtuales, y la firma digital. De hecho, hemos sido de las primeras compañías en adoptar la solución digital con mayor rango legal y seguridad jurídica para las firmas de reservas y contratos de compraventa. Para ello, hemos implementado una plataforma de firma de documentos de nivel avanzado mediante PIN de un solo uso, enviado por SMS al móvil (OTP, One-Time Password).

Todo está dirigido a que el cliente pueda ver y experimentar de manera muy realista cómo será su futura casa. Nuestro objetivo es que tengan una experiencia excelente, cercana y realista, y resolver todas sus dudas de una manera ágil y muy personalizada.

Al mismo tiempo, la crisis sanitaria del Covid-19 ha marcado un antes y un después en el mercado residencial, y el confinamiento ha dotado de mayor valor a elementos que antes tenían menos protagonismo que los de la famosa regla de las tres L, ‘location, location, location’. Se aprecia una revolución en el propio cliente y en la demanda, y por eso es fundamental ajustar los proyectos a sus expectativas y exigencias. Todo ello confirma la mayor importancia de espacios más amplios y multifuncionales, terrazas y jardines, tipologías como áticos y bajos, amplias zonas comunes (con servicios añadidos como piscina, pistas multideportivas o gimnasios), adecuación al teletrabajo, zonas de coworking, y localizaciones menos céntricas e incluso en la periferia de las ciudades.