Acaban de anunciar un acuerdo de colaboración con el Instituto de Genética Médica y Molecular del Hospital La Paz de Madrid en pacientes con el Síndrome Phelan-McDermid. ¿En qué consiste?

Se trata de un acuerdo de colaboración muy interesante porque el Instituto de Genética Médica y Molecular del Hospital madrileño La Paz lleva años haciendo una caracterización genética molecular de las anomalías (mutaciones), en el cromosoma 22 que causan el síndrome de Phelan-McDermid, que es una variante del autismo. Estos pacientes tienen unos déficits cognitivos, verbales y de comportamiento muy marcados y en estos momentos no tienen unas alternativas terapéuticas que ayuden a mejorar la situación. Por ello, para nosotros ha sido muy importante ponernos en contacto con este grupo en Madrid y reportarles que la inhibición de LSD1 -que es el mecanismo de acción de nuestro fármaco Vafidemstat- en animales modelo de esta enfermedad, es decir con esas mutaciones, produce una recuperación prácticamente total del animal. A partir de ahí, ahora lo que queremos ver es hasta que punto y de qué manera podemos organizar un ensayo clínico para probar la eficacia de un mecanismo molecular que ayude a este tipo de pacientes, que están tan necesitados.

A día de hoy, ¿no existe tratamiento de ningún tipo para ellos?

Efectivamente, a día de hoy, no existe un tratamiento terapéutico para estos pacientes. Lo que existe son tratamientos sintomáticos cuando hay alguna exacerbación de determinados síntomas como la agitación o impulsividad. También hay algún ensayo que se está haciendo con hormona del crecimiento, con oxitocina, porque parecía que producía un mejor bienestar del paciente. Pero, en definitiva, a día de hoy no hay ningún tratamiento clínico aprobado y es una enfermedad completamente huérfana y desprovista de alternativas terapéuticas.

¿Qué han visto los investigadores de este instituto de la Paz en Vafidemstat para apostar por él?

El equipo de la Paz, con el profesor Pablo Lapunzina, lleva años caracterizando a nivel molecular a este tipo de pacientes, con el acompañamiento de cuidadores y psicólogos, que los sigue desde que son niños hasta que se hacen adultos. Cuando Oryzon se puso en contacto con ellos y se les explicó los resultados de la universidad del Estado de Nueva York en Búfalo, que demostraban que utilizando nuestros inhibidores de LSD1 esos modelos de ratón con todos los síntomas de un enfermo prácticamente habían revertido todos ellos, obviamente se interesaron por la molécula para ver la viabilidad en sus pacientes. A partir de ahí, les explicamos el desarrollo de Ory-2001; su sólido perfil de seguridad, al haberse administrado ya esta molécula en 250 individuos (algunos durante más de año y medio); y los resultados que ha tenido en enfermedades psiquiátricas de otro tipo, además de los resultados de una investigación independiente de científicos norteamericanos que concluyen la existencia de un nuevo mecanismo molecular de acción y un fármaco que iría directamente contra el síndrome de Phelan-McDermid. Precisamente esto último es lo que se llama medicina de precisión ya que, en vez de tratar de una manera global los síntomas, se hace una modulación molecular y, de la misma manera que ha ocurrido en otros campos como el cáncer donde se sabe que hay tumores que tienen una mutación específica, para ver las mutaciones específicas que existen en el autismo y  podemos hacer un ataque, un denomiando "enfoque quirúrgico".

¿Cuál serán los siguientes pasos en este acuerdo?

Vamos a hacer una caracterización funcional de estos pacientes, ya que han sido ya caracterizados a nivel molecular. Es decir, se sabe la anomalía genérica que tienen y ahora tenemos que agruparlos por tipo de disfuncionalidad (algunos la tienen más verbal, otros más motora, otros de comportamientos, etc.) y ver exactamente cuales son las características principales de cada grupo. A partir de ahí, estaríamos en constante diálogo con neurólogos y psicólogos para intentar definir las medidas a llevar a cabo que demuestren los beneficios que produciría el fármaco. Esto es lo que queremos trabajar durante los próximos cinco o seis meses de cara a presentarle a la Agencia Española del Medicamento a finales de año o principio de 2021 una propuesta de ensayo clínico de Fase II en la que tendríamos pacientes con esta dolencia específica y con la idea de poder medir claramente una mejora clínica.

Oryzon acaba de recibir 700.000 euros del Gobierno para un proyecto sobre esquizofrenia. La implicación de la compañía en materia de psiquiatría es muy importante…

En Oryzon también estamos muy contentos porque teníamos un reto con el Instituto de Investigación Vall D´Ebrón para desarrollar el campo de la esquizofrenia de una manera más genérica. En estudios preliminares con el equipo de psiquiatría del Vall D´Ebrón hemos visto que Vafidemstat reduce la impulsividad, la agitación y la agresividad en pacientes de Trastorno Límite de la Personalidad, pacientes con autismo y pacientes con trastornos del déficit de la atención e hiperactividad y, por tanto, queremos seguir explorando estos campos de una manera genérica, sintomática. Por esto, vamos a iniciar un ensayo del trastorno límite con ellos y más investigadores en España, y también vamos a investigar el campo de la agitación genérica y la agresividad en esquizofrenia. Pero además estamos muy interesados en la medicina de precisión en psiquiatría y este primer paso con La Paz esperamos seguirlo con pacientes de otras enfermedades psiquiátricas que tengan mutaciones específicas donde la inhibición de LSD1 pueda jugar un papel importante, caso de los pacientes con esquizofrenia que tienen mutaciones en el gen SETD1A, donde también de una forma análoga se ha comprobado que la inhibición de LSD1 produce en los modelos animales una recuperación espectacular. Con lo cual, vamos a compaginar dos aproximaciones en el mundo de la psiquiatría y neurodesarrollo: una más convencional -ensayos donde no podemos discriminar molecularmente a los pacientes- y una en la que vamos a analizar unos vectores en conjuntos de enfermos para ver la acción que tienen mutaciones específicas, lo que podría llevar a aprobaciones aceleradas de la molécula del fármaco, algo que tiene unas consideraciones desde el punto de vista de la comunidad de pacientes y obviamente del desarrollo de la molécula que son muy importantes para Oryzon.