La volatilidad sigue haciendo de las suyas en el Ibex 35, que hoy rebota tras caer con fuerza ayer. ¿Es creíble esta subida?
Veo una gran debilidad en todas las bolsas, de hecho, el Ibex se está comportando mejor que otras bolsas europeas que caen más en términos anuales, como el Dax. El pequeño rebote que tuvimos a raíz de las palabras de Draghi que dejan la puerta abierta a aumentar la política monetaria en marzo, se puede dar por finalizado. Ha sido un rebote en falso y no ha tenido el nervio que esperábamos.

La última vez que estuve aquí comenté que con un petróleo en 35 dólares las cosas cambiarían mucho para las bolsas, pero no ha sido así. Curiosamente ha habido una descorrelación en los últimos días entre las bolsas y el petróleo. Así, el último tramo alcista del petróleo entre los 30 y los 35 dólares, no ha sido aprovechado por las bolsas que se han fijado en el sector bancario y algún resultado empresarial negativo. Esto es un síntoma de debilidad total pues, si para caer se fijan en el petróleo y, cuando éste sube, se fijan en otros factores negativos, es un mal síntoma.

Las grandes manos del mercado están fuera y es un mercado sostenido por las manos de los minoristas y los pequeños inversores y creo que, hasta que las grandes manos no vuelvan, no tendremos un rebote fuerte. Creo que puede acabar entrando dinero, porque los inversores se darán cuenta de que el mundo no está tan mal como para tener esta fortísima corrección en los mercados.
 
¿Tampoco es creíble el rebote que han tenido algunos valores relacionados con las materias primas?
Es más creíble porque eso se basa en una correlación total con el petróleo y ahora el Brent está por encima de los 35 dólares, mientras que el 20 de enero estaba en 27 dólares. Ha tenido un rebote muy importante. El petróleo se ha visto beneficiado de la estrategia que ha emprendido Rusia y otros países de la OPEP que, cuando había caídas fuertes han deslizado el rumor de una posible convocatoria de reunión de la OPEP para reducir la producción. Parece que esto está muy lejano, pues dentro de la OPEP no hay acuerdo. Irán quiere aumentar su cuota de mercado despu8és del levantamiento de las sanciones. Además, en el supuesto de que hubiera un acuerdo dentro de la OPEP, también habría que haber un acuerdo con otros países fuera de la organización, como Rusia y EEUU, para que todos redujeran la producción, una idea lejana también.

Ahora bien, los rumores están creando un cierto suelo y eso es bueno para las empresas relacionadas con el petróleo. De hecho, el cierre de ayer en positivo de Wall Street no se explica si no es porque el petróleo también rebotó con fuerza.
 
Los bancos españoles han mejorados sus resultados de 2015, en parte por menores dotaciones y por extraordinarios, pero parece que siguen sin ser muy lúcidas estas cuentas. Además, se le une la incertidumbre que llega de Italia con la creación futura de un “banco malo”. ¿Debemos estar al margen de este sector?
Una de las razones por las que no nos hemos fijado en el último guante que ha echado el petróleo es por los bancos. Están pasando una racha muy mala. Por un lado la política monetaria no beneficia a la rentabilidad de los bancos, tenemos dudas sobre la solvencia de algunos, tenemos nuevas regulaciones que acechan con crear nuevos problemas para los bancos y, ahora, se le une la situación de los bancos italianos. Los bancos italianos tienen un problema de morosidad y falta de solvencia. En un principio los planes eran solventarlos con fusiones bancarias, que no han llegado, y ahora van hacia la solución de un “banco malo”, pero a pequeña escala y no convence a los inversores. Esto está arrastrando al sector en Europa.

Los resultados empresariales del sector son muy malos. Los hemos visto Credit Suisse y Deutsche Babnk; BBVA y Santander no han presentado malas cuentas en términos absolutos, pero los márgenes no suben y eso no gusta.
Es un sector que debemos dejar al margen en los próximos meses.

Pedro Sánchez tiene encomendada la labor de formar Gobierno. ¿Se perciben reacciones en el mercado después de conocerse esta noticia, pues recordemos que se hablaba de que podría pactar con Podemos, un partido en contra de muchas directrices europeas.
A nivel mercados esto no está teniendo una ninguna repercusión porque existen tantos elementos negativos que están castigando a las bolsas, que no tienen espacio para fijarse en esta situación local de España. A la bolsa no le está afectando esta cuestión y el de deuda, que es el que canaliza estas cosas, tampoco está experimentando un tensionamiento del bono español frente a los comprables. A nivel financiero no está preocupando, pero otra cosa es el potencial que esto tiene a nivel  macro, pues si perdura el desgobierno, la economía española se va a ver afectada. Hay estudios que hablan de 7 décimas en el PIB, Luis de Guindos habla de que España no puede permitirse estar más de 6 meses sin Gobierno.
 
En vísperas de conocer el último dato de empleo mensual de EEUU tenemos al EURUSD subiendo a 1,11 y al dollar index cayendo a mínimos de 3 meses. ¿Cree que esto es una muestra más de que no se esperan nuevas subidas de tipos, aunque el mercado laboral dé buenas noticias?
Es una consecuencia. Sobre la mesa hay dos cosas: un empeoramiento de los datos macro americanos, tan sólo los datos de empleo se están sosteniendo bien, pero podría darse que la economía americana se estuviera enfriando y los datos de empleo siguieran fuertes. Mañana se espera una creación de 225.000 puestos de trabajo y, si sale peor, se podría constatar un enfriamiento de la economía norteamericana.

Así, se están enfriando las expectativas de subidas de tipos de interés. El año pasado Fisher decía que se subirían entre 4 y 6 veces en 2016, pero ahora es posible que sólo se suban una vez o ninguna.

El euro tiene motivos para estar fuerte y el dólar sí, pues el BCE va a redoblar su política expansiva en marzo, por lo que entonces tendrá un nuevo empujón a la baja. Los niveles actuales de 1,12 son una buena oportunidad para vender el par en el medio plazo, pues la debilidad coyuntural del dólar es inferior a la estructural del euro.