- Según la visión de Monex, ¿cuáles son los riesgos más relevantes para la economía europea y de qué manera pueden afectar a los mercados?

Solo hay un riesgo del que vale la pena hablar en este momento para la economía de la eurozona y son las reglas comerciales de Donald Trump. La guerra comercial con China y la serie de aranceles que ha implementado la Administración Trump sobre las importaciones chinas ha desacelerado la economía china y ha tenido un efecto negativo en la eurozona, particularmente en Alemania. China es una fuente importante de demanda externa que  se enfrenta una desaceleración en un contexto de desaceleración del crecimiento global. Por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional ha reducido recientemente su pronóstico de crecimiento global en 2020 de manera bastante significativa.

Y como resultado, la economía de la eurozona que está orientada a las exportaciones y que no tiene mucha demanda interna, está sufriendo como resultado de la ausencia de demanda externa, por lo que la guerra comercial entre Estados Unidos y China es el mayor riesgo en la economía de la eurozona en este momento. 

Otro riesgo que vale la pena mencionar, por supuesto, es el Brexit, muy en boga en los últimos días. De forma significativa hemos visto el riesgo de que se produzca un Brexit sin acuerdo. Aunque es poco probable que el Reino Unido acepte un brexit destructivo. El otro riesgo es la amenaza de que haya un enfrentamiento comercial directo entre la UE y los Estados Unidos, mientras se celebrarán las elecciones de 2020.

Probablemente está bien asumir que Donald Trump sabrá que no tiene tiempo para detenerse, pero una guerra comercial corre el riesgo de llevar a la economía estadounidense a la recesión. Estados Unidos ha implementado aranceles limitados recientemente por las ayudas estatales al sector aeronáutico europeos en línea con la resolución de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Estos aranceles tienen una limitación para desacelerar seriamente la economía de la eurozona en su conjunto, pero si vemos una escalada, por supuesto, será un riesgo a tener en cuenta.

- ¿La guerra comercial entre China y EEUU cree que deja alguna oportunidad en Wall Street o en el mercado de divisas? 

No creo que la guerra comercial genere muchas oportunidades positivas para nadie y, en última instancia, el comercio mundial se está comportando como un catalizador negativo.

Sin embargo, el aumento de los niveles de vida en todo el mundo ha hecho que el curso probable de la guerra comercial en los próximos 12 a 18 meses ofrezca algunos puntos positivos sobre la economía global. El dólar estadounidense ha pasado por un período de fortaleza bastante excepcional a medida que el crecimiento global se ha desacelerado. Los bancos centrales a nivel mundial han facilitado con su política monetaria a que los inversores tomen posiciones en el dólar estadounidense. Si Donald Trump logra una disminución sustancial de las tensiones con China, es probable que las perspectivas de crecimiento global mejoren y las perspectivas de los bancos centrales y la Reserva Federal no sean tan abrumadoramente pesimistas. Como resultado es probable que esto pueda generar una corrección gradual del dólar y eso incluye tanto a las divisas del G10 como a las divisas de los mercados emergentes.

- Pese a los numerosos riesgos y la desaceleración macro en Europa, los índices bursátiles marcan alzas anuales de doble dígito. ¿Cree que hay una distorsión en el mercado por las políticas del BCE?

Creo que podemos decir que las políticas del BCE han distorsionado los mercados, podemos decir que los precios de los activos han aumentado y, de hecho, este es, literalmente, el punto de controversia más grande ya que se incrementan los precios de los activos y los bajos rendimientos de la renta fija estimulan la economía real. La política de flexibilización del BCE es una reacción a los problemas económicos de la zona euro.

No es algo bueno, ya que todos los problemas de la eurozona no son desajustes estructurales, como la necesidad de una reforma del mercado laboral y la reforma del sector bancario, pero también cuenta una política fiscal excesivamente estricta, especialmente en Alemania. Desde la crisis, la eurozona ha tenido una deficiencia en la demanda agregada debido a que la política fiscal es demasiado estricta en las economías del norte de Europa y posiblemente incluso en los países del sur y como resultado de todo ello la eurozona no tiene una demanda agregada saludable y se haya tenido que aceptar un superávit de cuenta corriente muy grande en la zona euro. No creo que las políticas de flexibilización cuantitativa del BCE sean lo único que este generando estos desajustes en la economía de la eurozona.

- ¿Cree que Alemania debería acometer ya una reforma fiscal? ¿Ven margen para que otros países también bajen impuestos?

Si me permitiese, hablaría de la política fiscal en su conjunto en lugar de reducirla a los impuestos, de modo que reducir los impuestos sin recortar el gasto es una forma de aliviar la situación fiscal, así que esencialmente estoy haciendo que el Gobierno gaste más dinero, pero por supuesto, hay otros medios, como un mayor gasto en infraestructuras o simplemente un mayor gasto del gobierno general, así que creo que en lugar de hablar de recortar impuestos, deberíamos hablar de una relajación de la política fiscal. Definitivamente creo que hay mucho margen de maniobra para muchas economías del norte de Europa para facilitar la política fiscal. Alemania es el candidato más obvio y es algo que está comenzando a formar parte de la discusión política, por ejemplo, Mario Draghi lo hecho en el BCE y creo que será un tema principal del mandato de Christine Lagarde. Considero que Alemania y los Países Bajos son los dos candidatos obvios. Creo que también se puede defender la política fiscal italiana virando ligeramente hacia una cuestión menos restrictiva y, por supuesto, los objetivos de superávit fiscal de Grecia. Y elijan cuidadosamente mis palabras aquí. Los objetivos de superávit fiscal de Grecia, tal y como se han construido, no son completamente poco realistas sino también contraproducentes y están destruyendo el crecimiento proyectado de la economía en su conjunto, así que en resumen sí, hay mucho espacio en la eurozona para un mayor compromiso a la política fiscal.

- ¿Y sobre el Brexit? ¿Cree hay oportunidades en la bolsa de Londres o en la libra en este momento?

La estimación por parte del mercado de que no se llegase a negociar el Brexit ha sido bastante significativa. Cuando las preocupaciones del mercado llegaron a su punto más alto en este sentido, en cuanto a que Boris Johnson no alcanzaría ningún acuerdo, vimos, por ejemplo, que los mercados de renta fija descontaban un 50% de probabilidades de que el Banco de Inglaterra bajase los tipos en noviembre. Esto nosotros lo analizamos como un proxy para la fijación de precios en los activos sin riesgo, por lo que si nos fiamos de esto la probabilidad implícita de un Brexit sin acuerdo llegó al 50% en agosto, mientras que hoy en día es de alrededor del 5%, lo que ha generado una recuperación bastante sustancial en los tipos de cambio de la libra esterlina frente al dólar estadounidense y el euro.  Tenemos que preguntarnos en qué medida la depreciación de la libra esterlina respecto de los niveles previos al referéndum se debió al riesgo de no llegar a un acuerdo y cuánto se debió a los riesgos e incertidumbres de simplemente abandonar la Unión Europea. Ahora que posiblemente no se haya eliminado todo el riesgo, debemos preguntarnos cómo se comportará la economía del Reino Unido en un entorno posterior al Brexit, por lo que creo que tendremos que ver cómo se desarrolla la inversión empresarial, en particular. La inversión empresarial se ha contraído en cuatro de los últimos cinco trimestres en el Reino Unido y la economía, a la larga, tendrá un rendimiento inferior si no hay inversión de las empresas, por lo que creo que lo primero que debemos ver es que una vez que se elimine el riesgo de Brexit duro, las empresas invierten y luego la libra esterlina en su conjunto comenzará a recuperarse. Si no todo su valor, una buena parte de él desde el referéndum para salir de la UE.