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¿Cuáles son tus estudios y cómo influyó tu formación en tu desarrollo profesional dentro del sector financiero?

Curiosamente, no estudié nada relacionado con las finanzas. Mi formación se centró en la gestión internacional de eventos y ocio en Breda, al sur de los Países Bajos. Desde los primeros momentos de mi carrera, supe que no quería organizar festivales como muchos de mis compañeros, que estaban interesados en ese tipo de eventos. Pensaba: "Después de tres horas, estas personas no tienen idea de lo que estoy organizando". Fue entonces cuando me atrajeron los eventos empresariales. En este tipo de eventos, nueve de cada diez veces terminas trabajando en un equipo de marketing de una organización corporativa, y ahí fue donde tuve mi primera experiencia profesional. Sin embargo, no creo que haya muchos aspectos directamente relacionados entre lo que aprendí en los libros y lo que aplico en mi trabajo diario.

Lo que sí considero fundamental es la gestión de stakeholders, la gestión de proyectos y la capacidad de guiar a las personas a lo largo de un proceso, ya sea un evento o en marketing, como intentamos hacer con nuestros clientes y prospectos. Estas habilidades son esenciales y seguirán siendo importantes en cualquier rol que asumas, también en el sector financiero.

¿Cuándo descubriste tu interés por el mundo de los seguros y las finanzas?

En realidad, fue algo casual. Como mencioné, no sabía mucho sobre finanzas. Sin embargo, cuando comencé las entrevistas de trabajo, observé a un grupo de personas trabajando intensamente hacia un objetivo común y colaborando para lograr el mejor resultado posible. Fue entonces cuando pensé: "Tengo que aprender mucho, porque toda esta información es completamente nueva para mí". Para ponerme al día, hice un curso específico para profesionales de marketing en gestión de activos, lo cual me resultó muy útil. Por eso, no era tanto una cuestión de preferir una industria en particular, sino que trabajé en diversos equipos de marketing B2B en organizaciones corporativas de distintos sectores.

Siempre decía: "No sé nada de esto, pero necesito aprender". Y creo que esa es una actitud esencial. Además, como profesional de marketing, es fundamental mantenerse en contacto con los equipos de ventas, productos y otros equipos comerciales. Primero, para adquirir conocimientos, pero también para asegurar los mejores resultados para el equipo de ventas al final del día.

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¿Qué parte de tu formación consideras más útil hoy en un entorno cada vez más tecnológico?

Sí, el marketing avanza muy rápido, especialmente en lo que respecta a la tecnología. Tenemos que implementar muchos procesos, por lo que mantenerse actualizado y ser capaz de procesar toda esa información es fundamental. Por eso, creo que es clave seguir siendo curioso, ya que todos debemos adaptarnos a las nuevas tecnologías, que cambian constantemente. En la industria financiera, que es bastante tradicional, no estamos en una empresa tecnológica donde la innovación tecnológica sea el centro. Lo que veo en nuestra industria, y también entre compañeros de la competencia, es que todos queremos mejorar. Todos deseamos adoptar toda la tecnología disponible, pero al mismo tiempo nos preguntamos: ¿Cómo lo hacemos?

En el mundo de las finanzas, hay muchos aspectos regulatorios que debemos tener en cuenta. Todo es muy sensible. Es como un tira y afloja: quiero usar nuevas tecnologías, ¿puedo realmente implementarlas? ¿Está mi industria preparada para ello? Claro, deberíamos trabajar en ello. Por eso es muy importante mantenerse actualizado y curioso sobre el tema. Por ejemplo, con la inteligencia artificial, estamos intentando implementar algunas soluciones en marketing, pero más orientadas al back-end. No vamos a tener un chatbot en nuestro sitio web. Eso nunca sucederá. Tal vez en aseguradoras tradicionales como PPA o AEGON, podrían ofrecer contacto personalizado en algún momento con las personas interesadas en contratar un seguro de salud o similar.

Creo que los chatbots pueden resolver muchas interacciones o ayudar a las personas a tomar decisiones y encontrar respuestas rápidamente. Sin embargo, en nuestra industria, la gestión de activos es un poco más conservadora en ese sentido. Así que sí, utilizamos tecnología como equipo e intentamos implementarla, pero también estamos explorando cuidadosamente cómo manejar los aspectos de privacidad y gobernanza que debemos tener presentes.

¿Cuáles fueron tus primeros pasos antes de unirte a Aegon y qué lecciones destacarías de esa etapa?

Antes de llegar a Aegon, trabajé en varias organizaciones corporativas, tanto en oficinas locales como en sedes europeas. He estado en posiciones donde me decían: "Esta es la estrategia para los mercados locales, buena suerte con la ejecución". Pero también he estado en roles en los que me pedían ejecutar estrategias específicas y elaborar planes junto a los equipos regionales. Creo que esa experiencia fue muy enriquecedora para mí. En general, todo se reduce a la gestión de stakeholders, tanto internos como externos, mantener una actitud curiosa y hacer muchas preguntas. Como mencioné, no sabía nada sobre gestión de activos. Si alguien me hablaba de deuda privada o de toda la gama de renta fija alternativa, no tenía todo el conocimiento. Así que organicé muchas reuniones internas para preguntar sobre las necesidades y funciones de cada uno de los trabajadores para comprender mejor la empresa a nivel interno.

Creo que eso no solo me ayudó a comprender mejor el negocio, sino que también contribuyó a integrarme mejor en la industria. Así que, en cuanto a la pregunta sobre lo que destacarías de esa etapa, lo más importante que aprendí fue la importancia de ser proactiva, mantener una mentalidad abierta y aprovechar todas las oportunidades de aprendizaje.

¿Qué destacarías de todo el proceso?

Mantenerse curioso, involucrarse. No pensar que todo se compartirá contigo en la primera semana y que tendrás todas las respuestas. Creo que también genera crédito hacia ti. Si muestras interés en lo que hacen los demás, incluso si no es tu equipo, eso siempre es útil. Y aprendo todos los días, ya sea sobre el español o sobre finanzas.

¿Y qué piensas sobre la profesión? ¿Crees que el perfil profesional que buscan las empresas financieras ha cambiado con la aparición de la inteligencia artificial?

Creo que es algo que todas las personas en las organizaciones sienten que deben abordar, pero, especialmente en una industria más tradicional como la nuestra, muchos se preguntan: "¿Qué podemos hacer? ¿Qué debemos hacer?" Es como si dijeran, "quiero ser parte de este cambio", pero no saben cómo encajar en este nuevo desarrollo cuando ya tenemos tantas consideraciones como industria. En nuestro caso, estamos más ligados a una gran cantidad de regulaciones y cuestiones de gobernanza que debemos manejar con mucho cuidado. Esto hace que sea más complicado implementar la inteligencia artificial en nuestra industria, comparado con sectores más flexibles.

Sin embargo, creo que una vez que las reglas de gobernanza estén más definidas y claras, nuestra industria definitivamente implementará la IA, y debería hacerlo, porque de lo contrario nos quedaremos atrás. La IA solo puede ayudarnos si se ajusta a lo que podemos hacer dentro de los límites actuales. Por ejemplo, yo ya veo cómo ayuda a simplificar tareas manuales. Me ahorra mucho tiempo, porque al menos me proporciona una visión general de cómo está estructurada una industria o área determinada. Me evita horas de búsqueda en internet y consultas con otros. Aunque, por supuesto, todavía necesito verificar la información, ya que la IA aún comete errores.

Pero, al menos, te da una base sobre la que trabajar, y siempre es necesario la supervisión de una persona para hacer las verificaciones. En general, ayuda mucho. Por eso creo que podemos seguir avanzando en este campo, especialmente cuando nuestra industria esté más preparada.

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Hablando de nuevas generaciones, ¿qué recomendarías a un joven que quiera seguir un camino similar al tuyo en el mundo financiero?

Lo primero, asegurarse de estar al día con las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, pero también con otras herramientas técnicas, especialmente las relacionadas con marketing. Cuando me gradué, hace casi seis años, no me enseñaron nada de esas herramientas como los CRM, que ahora son parte fundamental de mi trabajo diario. Por ejemplo, necesito asegurarme de que un lead se convierta en una venta cualificada. Eso no lo aprendí en la universidad. Por eso, para los jóvenes de hoy, les diría que se familiaricen con estas herramientas desde el principio, porque en algún momento se les va a pedir que las usen.

Aun así, hay aspectos que siguen siendo fundamentales, como la gestión de stakeholders y la gestión de proyectos, que son tan importantes como la tecnología. Aprovecha las herramientas que tienes a tu disposición, pero también busca siempre cómo combinarlas con tu propio conocimiento y experiencia. Ahí es donde realmente se crea la sinergia, ¿verdad? No te centres solo en una cosa, sino mantén un enfoque amplio y estratégico, aprovechando tanto las tecnologías nuevas como las existentes. Eso te ayudará a desempeñarte mejor en tu rol y a tomar decisiones más informadas.

Para finalizar, ¿hay algún libro que recomendarías leer para crecer en su carrera profesional?

Sí, hay un libro que, en su momento, no creí que fuera tan útil, pero ahora lo considero fundamental: Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva. En las organizaciones corporativas, al final, todo se trata de las relaciones: con quién estás en contacto y cómo te relacionas con esas personas. Incluso si alguien más tenía un CV que coincidía perfectamente con los requisitos del puesto que ocupaba, yo no cumplía con esos requisitos en ese momento. Sin embargo, he llegado hasta aquí y sigo trabajando en la empresa porque, como sabemos, nada es perfecto al 100%. Siempre se puede mejorar y crecer. Lo que realmente aprendí es la importancia de entender la dinámica interna de una organización y cómo manejar las situaciones, porque eso es lo que te permite avanzar y contribuir tanto a tu desarrollo personal como al de la organización.

Tal vez en la universidad no consideres este libro como el más relevante, ya que te lo piden como parte del temario. Pero en el mundo laboral, que es completamente diferente a la vida académica, te encontrarás con estas situaciones, te guste o no. Este libro te prepara para lidiar con ellas, aunque no tengas toda la información desde el principio. Al final, te da las herramientas necesarias para funcionar con eficacia y crecer en tu carrera.