La vida nos ofrece siempre circunstancias, hechos o simplemente vivencias que permanecen en la memoria. ¿Quién no recordará el mítico discurso de un grupo de escoceses liderados por un William Wallace representado por un brillante Mel Gibson? Aquella película me sirve hoy de frase celebre para centrarnos en Escocia, tierra de Wallace y para defender la libertad y la importancia que nuevamente Escocia tiene sobre el mundo. Tal vez podamos plantearnos diferentes conclusiones o diversas dudas referente a la situación que estamos atravesando en Escocia, pero no podemos negar que aquello que nos puso la piel de gallina en el cine y que probablemente originó un levantamiento en la moral de los escoceses, sentó las bases para que el mundo, apartado de la tiranía del feudalismo, se convierta en un lugar en el que la libertad sea el epicentro de todas las decisiones sociales y económicas, que de alguna manera representan la esencia del propio capitalismo
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iberdrola


La distribución de la riqueza puede ser más o menos justa, pero está claro que el capitalismo es el sistema más justo en esencia y por supuesto el que valora más la libertad y la acción humana. Todo nace de la decisión de cada persona, de pensar una idea y desarrollarla, para convertirla en un negocio capaz de arrancar del mercado nada menos que 22 billones de USD, suceso que esta semana hemos vivido en la IPO de Alibaba, el gigante Chino, que ha puesto en escena a nuevos mil millonarios en el Forbes. La libertad es también redentora a la vez que castiga. La libertad permite que los sistemas económicos se autoregulen y que las personas puedan progresar en función de sus decisiones y si bien es cierto que a ojos de muchos el capitalismo probablemente no sea el sistema más justo que existe, al menos considero que es el más justo que ha existido. Por ello, probablemente si Wallace viviera, se sentiría orgulloso de que la libertad, que tanto defendió, sea uno de los pilares de nuestra sociedad.




Sin embargo, si bien es cierto que esta oda a la libertad deja claras mis convicciones económicas, basadas en las enseñanzas de Von Misses, las cuales creen en la capacidad de los propios mercados en autoregularse y de la acción humana como centro de toda decisión económica y por ende social, el recuerdo de un mito parte de la importancia que Escocia tiene en el capitalismo, siglos después. Hoy sabremos el resultado de las elecciones en Escocia, pero el referéndum sobre la secesión de Escocia, es claramente un tema crucial para el desarrollo de la tendencia de valores en Europa, puesto que una resolución positiva en la consulta, plantearía un escenario probablemente dramático para la bolsa europea y por supuesto para la libra. ¿Lo dudan? Esta semana hemos vivido a una retirada masiva por parte de los inversores internacionales de 17.000 millones de euros, tan solo por la mera posibilidad de que el sí se imponga en el referéndum. Probablemente en el mercado no hayamos visto con claridad la importancia de la noticia, pero indiscutiblemente es sin lugar a dudas el último escollo que le queda a la bolsa europea y por ende al IBEX 35, para superar los máximos anuales. Y es que más allá de las múltiples opiniones políticas, que por supuesto no entraré a valorar como buena apolítica, las repercusiones económicas podrían ser devastadoras para Europa. Es complejo comprender las razones que podrían llevar a una aniquilación en la recuperación económica de Europa, puesto que si entendemos que la economía británica es solvente y que la economía escocesa podría ser autosuficiente, las dos unidades separadas deberían cohabitar en un escenario a corto plazo muy complicado, en el que los capitales huirían de la deuda y probablemente de las acciones inglesas, provocando una huida de capitales y un posible desplome en los mercados de activos. La divisa entraría en fase de devaluación y los problemas financieros impedirían a Escocia desarrollar su riqueza petrolífera y al Reino Unido le perjudicaría en sus balanzas fiscales el hecho de tener que importar energía. Habitualmente, aunque este hecho no es totalmente refutable, se sucede en los casos de secesión una importante inflación y una devaluación de la divisa, lo que hace perder el valor de los activos internos, en este caso de Escocia, encareciendo los productos externos para ganar competitividad. Es cierto que el proyecto de una Escocia independiente sería viable económicamente hablando, pero también es real como la vida misma que lo sería a largo plazo, no en el corto y medio plazo y este suceso sería duramente complejo para una Europa que vive en la frontera de la recesión.

Sin embargo, más allá de los juicios de valor están las conclusiones, las reacciones, las decisiones y la resolución. Y hoy al despertar, atenderé con especial fruición los resultados en Escocia sin ninguna intención de valoración política o social y simplemente con la idea de pensar qué implicaciones puede tener en el mercado. Y no es que deje de tener inquietudes políticas, simplemente no me compete valorarlas puesto que soy Trader y mi trabajo se basa en comprender los sucesos que mueven los mercados y las repercusiones que se convierten en tendencias y por ende, en movimientos. Y así son las cosas, tras un desplome del Cable, apoyado técnicamente en un Pull Back sobre la resistencia de largo plazo, nos permite una idea alcista con objetivos muy ambiciosos sobre la Libra, que se plantearía si a partir de hoy, nos encontramos con una sociedad escocesa, que libremente ha escogido seguir en el Reino Unido. Cualquier otra noticia, nos decantaría por una venta masiva de libras, pero una vez más confiaremos en el mercado y en el precio, sabiendo que aquello que nos enseñó Charles Dow sigue vigente y es que el precio lo descuenta todo, y si eso es realmente así, veremos que Escocia e Inglaterra, libremente escogen la normalidad democrática del continuismo.