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Fluidra acaba de presentar los resultados del primer trimestre del año y las cifras reflejan un beneficio de 1,6 millones de euros. ¿Podríamos decir que el impacto del Covid19 no ha mermado nada las previsiones en números que tenían para estos tres primeros meses de 2020?

Ha sido un primer trimestre positivo teniendo en cuenta la difícil situación generada por la pandemia a nivel global. Hemos registrado crecimientos de doble dígito en enero y febrero, con excelentes niveles de rentabilidad. Es cierto que el confinamiento obligado por el COVID-19 se ha dejado sentir durante los meses de marzo y especialmente abril, pero estamos constatando una rápida recuperación en las zonas donde ya se están levantando las medidas, con una fuerte demanda sostenida. De todas formas la situación todavía es incierta como para fijar previsiones para el año.

A nivel general, las ventas también han crecido pero ¿cómo ha sido esa distribución de la facturación por áreas geográficas?

El impacto de la pandemia ha sido muy asimétrico y ha puesto de manifiesto una de las fortalezas estructurales de Fluidra, nuestra diversidad geográfica. La fortaleza mostrada por las ventas en Norteamérica, nuestro principal mercado, con un crecimiento del 12,8%, ajustado por divisa y perímetro, y Resto de Europa (+10,6%) nos han permitido compensar la evolución del Sur de Europa, que se ha visto perjudicado por las medidas de confinamiento registrando un descenso del 13,2%. El Resto del Mundo experimentó un aumento del 2,1%.

Las ventas en piscina comercial han aumentado más que en residencial. ¿Creen que el factor de quedarse en casa por esta pandemia este verano podría experimentar una tendencia de mayor crecimiento en la facturación de piscina residencial este segundo trimestre?

Sin duda, creemos que Fluidra puede experimentar una tendencia favorable relacionada con el factor de quedarse en casa, el llamado ‘efecto cocooning’ que provoca esta pandemia, y que hará que la gente que no viaje invierta más en la comodidad de su ocio en casa, con un papel protagonista para la piscina, a la vez que priorice un adecuado tratamiento del agua y zonas aledañas para un baño seguro. Por todo ello esperamos que la temporada de este año, aunque acortada por la situación extraordinaria, sea fuerte.

¿Cuáles son las previsiones generales de Fluidra para la temporada de 2020?

Nos encontramos preparados para una campaña que esperamos sea fuerte. Todavía el panorama es incierto, pero estamos actuando con flexibilidad y rapidez para adaptarnos a los mercados que se van activando a medida que se suaviza el confinamiento, y las reacciones que recibimos son muy positivas. Estamos convencidos de que nos encontramos en una posición fuerte para hacer frente a este entorno desafiante y para seguir creando valor para nuestros accionistas.

 

El pasado mes de abril Fluidra amplió sus líneas de crédito en 100 millones de euros. ¿Cuál es la liquidez de la compañía a día de hoy y el porqué de ese préstamo?

Contamos con un amplio acceso a liquidez a través de los instrumentos que tenemos a nuestra disposición, el ABL y las líneas de crédito revolving que alcanzan un total de 454 millones de euros de los que, a 31 de marzo se había dispuesto del 45%. La ampliación de las líneas de préstamo y crédito ha sido una medida de precaución adicional, aprovechando las buenas condiciones que ofrecía el mercado, para reforzar aún más el acceso a liquidez. Contando con la caja disponible, tanto las líneas nuevas como las que ya teníamos disponibles con anterioridad, tenemos acceso a liquidez cercana a los 500 millones de euros.

Fluidra ha realizado un estudio en el que concluye que las piscinas son seguras frente al coronavirus si se realiza la cloración recomendada y aplicando las mejores prácticas. De forma detallada, ¿cómo se mantiene una piscina libre de Covid19?

El COVID-19 es el nombre de la enfermedad; el virus SARS-COV-2 pertenece a la familia de los coronavirus, que son virus con una envuelta lipídica que hace que sean fáciles de eliminar por los desinfectantes virucidas como el cloro que utilizamos en las piscinas. Hay mucha literatura científica que se manifiesta en esta línea, con referentes importantes como la OMS o el CSIC, donde dejan claro que con unas determinadas concentraciones de cloro (0,5 – 1 ppm) y con el valor pH del agua en su debido nivel (entre 7,2 y 7,6) se garantiza su calidad, es decir, que sea desinfectada y desinfectante, incluso con presencia de patógenos bastante más agresivos y resistentes que el coronavirus. Por tanto, podemos afirmar que el agua de la piscina, si está bien tratada, nos da todas las garantías necesarias de higiene y seguridad para podernos bañar.

¿Podríamos decir que el cloro mata el virus?

Sí, tanto si añadimos cloro a la piscina como si tenemos un equipo de electrolisis de sal instalado, generan un principio activo muy potente como desinfectante: el ácido hipocloroso, que es el que penetra en las células de los patógenos y las destruye. 

¿Deberían los usuarios de las piscinas públicas tomar alguna precaución extra que no tomaban antes? ¿Y los de las particulares?

La distancia social, tanto dentro como fuera de la piscina, es muy importante ya que el virus se transmite por vía aérea. Desde el sector de la piscina, se ha elaborado una guía sobre cómo proceder, sobre todo en piscinas de uso público, en la gestión de los espacios comunes, vestuarios, etc. para asegurar que todo el recorrido que hacen las personas hasta el momento del baño sea seguro. Obviamente este año habrá limitaciones de aforo y de distancia social, y habrá que tomarse muy en serio las medidas de higiene personal. Pero es importante recordar que una piscina bien tratada es un lugar seguro.