Si tuviéramos la suerte de que nos tocara la lotería de navidad, la renta variable europea esría el activo elegido, a juicio de Paula Hausmann, de GVC Gaesco. Tiene un mayor potencial dados sus descuentos fundamentales. La buena posición de las compañías que ya han presentado en los últimos trimestres, la coloca en una situaicón positiva para competir en el próximo año y creemos que se reflejará en las cuentas de estas compañías y en la  buena evolución de stos valores. 


Luis Sánchez de Lamadrid, director para España de Pictet  reconoce que invertiría en renta variable. Una parte en EEUU, que es el mercado que más nos gusta, Europa pues en la segunda parte de 2015 podría retomar algo el  crecimiento y Japón, que con las medidas de Shinzo Abe podría comportarse bien en 2015.  Algo más "agresivo" es muestra Daniel Pingarrón, estratega de IG quien ve oportunidades en el mercado inmobiliario, en bolsa europea y española. Podríamos tener algo en bonos corporativos de alto rendimiento - los bonos están a un tipo de interés demasiado bajos - y además podríamos reservar algo de liquidez para aprovechar oporutnidades puntuales que aparezcan en los mercados. 

La cautela imperaría en Luis Francisco Ruiz, director de análisis de Estrategias de inversión pues "no hay prisa porque estamos en un entorno de deflación y tenerlo en liquidez mientras buscamos alternativas de inversión estaría bien. Más que buscar la típica diversificación de activos geográficas, haría una diversificación por estrategias. Invertir siguiendo las carteras de Estrategias de inversión, que están diseñadas por criterios técnicos y fundamentales y que buscan aprovecharse de las subidas cuando los mercados suben y preservar el capital cuando éstos bajan. 

Óscar Bastanchury, profesor del IEB admite que, dado su perfil conservador, utilizaría una parte de ese premio a invertir en renta fija y depósitos estratipado. Eso dedicaría un 20%, el 40% lo dedicaría a renta variable - en una mezlca entre la más sólida con un flujo de dividendos constante y otra más arriesgada donde no me importara perder algo a costa de poder perder mucho más - y el resto lo invertiría en deuda y renta fija en cédulas, bonos de países emergentes y el resto en deuda del Estados. 

Álvaro Blasco, de ATL Capital reconoce que por ventajas fiscales invertiría en fondos de inversión con un máximo del 30% en renta variable, un 20% en renta fija y el otro 50% lo tendría en liquidez aunque me diera poca rentabilidad.  Una opinión en la que coincide  José María Luna , de Profim EAFi quien optaría por tres regalos: disfrutar del precio, buscar la figura de un asesor financiero independiente e invertirlo en un producto como el fondo de inversión, que es la mejor herramienta en este momento.