Si antes lo habitual era desarrollar un producto, servicio o experiencia primero e ir a la zaga de un turista dispuesto a disfrutar y/o pagar por ello después, ahora nos encontramos con un turista más exigente que nunca, con un poder de recomendación suficiente como para influir y movilizar a otros.
El objetivo sigue siendo el mismo: Atraer un turismo de calidad. Sin embargo, ahora es el mismo turista una de las fuentes principales de información para la toma de decisiones. Algunos lo llaman adoptar la “mentalidad del turista” y pasa por una escucha y una comprensión constante del viajero (y también del entorno) que nutra al sector turístico de los insights clave desde fuera hacia adentro. Conociendo lo que hacen, dicen y piensan, pero también lo que sienten, para así adaptar la propuesta de valor y brindarle una experiencia al nivel de lo que espera. Encontrando nuevas oportunidades y targets afines para sobresalir en este mercado tan convulso y obtener un mayor retorno de la inversión (ROI). Solo así, generaremos un efecto imán que mejore la calidad y sostenibilidad del turismo español a medio y largo plazo.
Y es aquí donde la inteligencia artificial ha emergido como una excelente aliada del sector. La IA nos permite detectar esos insights y agrupar diferentes patrones de comportamiento y sentimiento del turista mediante Big Data, técnicas de Deep learning y NPL - Procesamiento del Lenguaje Natural-. Así, podemos generar arquetipos de clientes, o modelos detallados que representan a grupos de viajeros con características y comportamientos similares, a los que dirigirse para captar y fidelizar. También podremos obtener su viaje de cliente o “Guest Journey”, identificando todas las interacciones que hace con los diferentes stakeholders, plataformas de viajes y canales de contacto, lo que nos permitirá detectar los puntos de dolor o necesidades que tiene a la hora de decidir, organizar y disfrutar de su viaje.
Con el dato en la mano, podremos decidir la mejor estrategia corporativa y de marketing data-driven para atraerlos y mejorar su experiencia como turista con propuestas de valor y campañas de comunicación hipersegmentadas y personalizadas en función de sus motivaciones, intereses, preferencias y sentimientos. Podremos comunicarnos por el canal y en el momento adecuados. Incluso podremos optimizar nuestras campañas mediante métricas que van más allá de las interacciones, como los paneles inteligentes de monitorización, que nos permiten recoger constantemente la voz del consumidor y medir en tiempo casi real la efectividad de la estrategia para, si es necesario, corregirla.
Con el dato en la mano, tenemos más herramientas para convertir al turista en embajador de nuestro destino, aprovechando el efecto halo de su recomendación. Pero, sobre todo, podremos saber a qué perfiles lookalikes o públicos similares dirigirnos, especialmente aquellos más rentables, que configuran ese turismo de calidad al que queremos aspirar para crecer de manera sostenible.
Para el turista, la IA se ha convertido en una excelente compañera de viaje, que anticipa nuestros deseos, puede predecir nuestras necesidades en función de comportamientos, se puede convertir en la mejor guía que conoce cada rincón del planeta, nos ayuda a eliminar barreras lingüísticas gracias a las aplicaciones de traducción automática y es la guardiana que vela por construir la mejor experiencia en el camino. Con cada recomendación personalizada, cada interacción fluida y cada solución instantánea, la IA en el turismo mejora nuestra experiencia y nos desafía a soñar más grande y viajar más lejos.
Para la industria, es una aliada para emprender la reconstrucción del sector, promover la diversificación (territorial, temporal y motivacional) y aumentar las probabilidades de éxito del sector. Con el foco en la captación del ansiado turismo de calidad, pero también en la sostenibilidad. Y es que, a través del análisis de grandes volúmenes de datos para mejorar la gestión y la eficiencia, la IA también está ayudando a las empresas a tomar decisiones más ecológicas y socialmente responsables.
Hoy, la IA no es solo una herramienta tecnológica, sino que se ha convertido en un catalizador que está redefiniendo el turismo, creando un presente donde los viajes son más inteligentes, seguros, personalizados y sostenibles.