- Los casos de coronavirus siguen aumentando en el mundo, especialmente en países como Brasil o EEUU. ¿Cómo están evolucionando los principales índices de Wall Street?

Carlos Gil: Parece que los índices están totalmente desconectados de lo que está sucediendo de fondo, como es la evolución de la pandemia y los casos de rebrotes que está afectando especialmente a EEUU, aunque también hay casos en otros países como Alemania o China. Hay un rebrote y las bolsas no están haciendo absolutamente ningún caso. Esto puede ser preocupante porque en caso de seguir avanzando la cosa se podría complicar y podría haber tensiones en los índices.

La semana pasada era importante por los vencimientos de derivados. Hubo subidas moderadas semanales. El vencimiento estuvo marcado por una extraña vela, que llamó mucho la atención al aparecer en todos los índices. A las 17.00 horas del martes apareció una vela maestra que condicionó el vencimiento de futuros. Se mantuvo en un lateral desde esa vela. Sucedió en el Dax, el EURO STOXX 50 o los índices americanos importantes como el Nasdaq, S&P 500 o Dow Jones.

En el gráfico de sesenta minutos del S&P 500 se puede ver que en la última vela a cierre del viernes, hubo una rotura del lateral que auguraba que esta semana podría empezar con caídas. De hecho, la madrugada de los futuros se inició con caídas. Llegó a la media de 200 y a partir de ahí inició un rebote que continúa hasta hoy. Tenemos dos claves: el índice Nasdaq rompe y está en máximos históricos otra vez, en cambio, el S&P 500 está retrasado. Como está retrasado respecto al máximo, en caso de que no rompa el 3.157 en primera instancia y, sobre todo, el 3.231 al alza, volveremos a ver tensiones y probablemente pueda ser esta misma semana. En caso de llegar al 3.231 hay que tener en cuenta, para os que tengan pretensión de entrar en EEUU, que está a un 5% de máximos históricos.

Entonces, esta semana, en principio puede ser complicada y puede haber tensiones debido a esta divergencia tan clara entre el futuro del S&P 500 y del Nasdaq.

 

Tabla con los soportes de los principales índices de bolsa

 

Los niveles señalados en los índices de futuros no deberían perderse y menos en convergencia porque darían paso a una corrección de mayor entidad.

- Esta semana en EEUU comienza la prohibición de recompras de acciones propias por parte de las empresas con motivo de la publicación de resultados. ¿Cómo puede reaccionar el mercado a este periodo y a los resultados que se vayan conociendo?

C.G.: La publicación de resultados en un hecho importante en función de que sean mejores o peores de lo esperado se produce volatilidad y movimientos en los índices. Antes de publicarse los resultados se produce la época de blackout, en la que nos estamos entrando y en la que se prohíbe la recompra de acciones propias por parte de las compañías. Esto puede condicionar a los mercados pero que en estos días se pueden frenar las subidas o incluso se pueden producir caídas. Me inclino por esto último, por el problema que hemos comentado antes.

Comparando el S&P 500 ajustado por beneficios y el índice S&P 500, uno va en una dirección y otro en otra. Significa que hay una divergencia entre lo que están reflejando los índices y la realidad de los resultados. Esto realmente podría también conducir a caídas. No digo que el mercado se vaya a caer, porque está muy desconectado de todo, pero podrían producirse caídas.

- En España, los grandes bancos y Telefónica lastran al Ibex 35. ¿Qué podemos esperar esta semana del selectivo español?

C.G.: En el gráfico del IBEX 35 está formando un pequeño lateral. La clave la tenemos en que debería romper para continuar al alza el 7.600. Tendría que cerrar claramente por encima de 7.600 y tendríamos una posibilidad de un tirón al alza incluso hasta los 8.000, como se quedó a escasos puntos la vez pasada. Pero, como hemos repito muchas veces, está muy condicionado por la situación de los bancos, del sector bancario, que es el que impulsa el Ibex 35.

Si miramos la situación de los dos bancos calve, que son el Banco Santander y el BBVA, vemos que en primer lugar Banco Santander debería superar los 2,33 euros y tendríamos recorrido hasta los 2,60. Mientras no supere claramente los 2,60 no tendremos un tirón alcista lo suficientemente claro. Y lo mismo sucede con el BBVA, que debería de romper al alza el 3,25. Estamos en una situación de impasse. La figura que está dejando el Santander nos da esperanza de que pueda llegar al 2,32 y que los supere con claridad debido al gap que tiene. Debería de acompañar el BBVA. Si los dos superan estos primeros niveles (2,30 Santander 3,25 BBVA), podría subir el Ibex 35 con cierta comodidad.

 

- ¿Observáis oportunidades de inversión en la bolsa española? De ser así, ¿en qué sectores o valores?

Mónica Triana: En Europa, los sectores que mejor se han comportado esta semana son el sector tecnológico, que la semana pasada subió algo más del 6%. El sector de cuidados de la salud ha subido en torno al 5,87%. En ambos sectores se pueden encontrar oportunidades de inversión pero, como hemos advertido en otras ocasiones, el sector de cuidados de la salud es muy volátil. Ante la lucha de todas las farmacéuticas por encontrar un medicamento o una vacuna para paliar el efecto de la pandemia, si tenemos la suerte de estar invertidos en ese valor podemos salir muy beneficiados, pero es un sector en el que los valores evolucionan de manera muy radical en cualquier momento.

También en el sector financiero es uno de los que más ha subido. No es el mismo que el sector bancario, aunque tiene bastantes compañías en común. Inversiones de cara a medo y largo plazo en el sector financiero, todavía es un poco temprano.

En cuanto a valores en concreto, hay algunos a destacar dentro del Ibex 35. Iberdrola es un valor que conviene seguir de cerca. Tienen una evolución positiva con una tendencia bastante clara en los últimos años, que además se ha acelerado desde finales de 2019, hasta alcanzar sus máximos en 11,34 euros, ya en 2020. Esto se ha producido porque desde hace años la compañía ha apostado claramente por las renovables y realmente también la situación de los tipos de interés le ha favorecido. Conviene seguir de cerca a Iberdrola porque nos puede dar alguna oportunidad.

Dentro del sector de cuidados de la salud, a pesar de que es muy convulso, cabe destacar Pharma Mar. Es del mercado continuo, aunque podría pasar al Ibex 35. Aquí la situación se ha desarrollado fuertemente, no por una medicación para tratar la pandemia sino porque ha avanzado mucho con un tratamiento contra algún tipo de cáncer. Esto podría dar alas a este valor que, a pesar de ser altamente volátil sería interesante seguir de cerca.

- El oro alcanza niveles de últimos de 2012. ¿Pueden continuar las subidas para el metal precioso?

M. T.: En el gráfico semanal del futuro del oro lo que ha ocurrido es que desde el segundo semestre de 2019 ha subido y ha llegado precisamente a fijar un máximo hace pocas semanas en 1.799 dólares. Si continuara subiendo, que es muy posible, podríamos llegar a alcanzar la zona en torno a los 1.955, que es una de las primeras resistencias que tiene. Posteriormente, el nivel de los 2.000 le podría influir. Como último punto, tendría el máximo en los 2.090,9. Realmente tenemos un movimiento alcista pero tenemos una divergencia bajista que marca el RSI, con lo cual, podría haber algún momento de corrección dentro del futuro del oro. Se ha estabilizado bastante.

Si hubiera de nuevo rebrotes graves que afectaran a los movimientos y sobre todo a la economía, tendríamos que vigilar la zona comprendida entre los  1.586 y los 1.476, aunque realmente están bastante lejos.

La situación del oro se ha estabilizado mucho. Llegó a máximos de volatilidad con la dislocación que hemos comentando en otras ocasiones y ha ido descendiendo de manera bastante contundente hasta alcanzar ya un valor cercano al entorno de 10/15, valores normales de volatilidad, que es además cuando mejor se comporta como valor refugio. Es estas épocas en las que hay incertidumbre se activa como valor refugio pero algunas veces, como recientemente ha pasado, hay alguna diferencia entre lo que cabe esperar como activo refugio y cómo realmente se comporta.