-¿Se debe reconsiderar la planificación financiera con la llegada del verano?
Habría que recordar primero qué es la planificación financiera que es el plan genérico, metódico y organizado que tiene el fin de adecuar ingresos y gastos con un objetivo y horizonte temporal más o menos largo. El período estival siempre va asociado a un mayor tiempo de ocio y este tiempo redunda en mayores gastos. 

-¿Se debe dar rienda suelta al mayor gasto propio del verano o reducirlo en la medida de lo posible?
La planificación financiera conjuga dos aspectos: qué es lo que tengo y qué objetivos quiero conseguir con lo que tengo. Esta situación singular asociada a Covid -19 tiene que tener en cuenta, en un primer lugar, el análisis de los recursos. 
 

-Si tenemos suficientes recursos, ¿podemos estar tranquilos porque los gastos mayores que tenemos en verano los podemos afrontar sin mayor problema?
Lo cierto es que hay que ser cauteloso. Podríamos caer en una excesiva complacencia sobre nuestra situación patrimonial y eso es, hasta cierto punto, peligroso. Nosotros tenemos que tener en ese análisis de los recursos una pieza clave que no son tanto ingresos y gastos actuales sino la proyección a futuro de los mismos. Luego es fundamental tener una proyección a futuro no sólo de los gastos, que es normalmente lo que se piensa, sino también de los ingresos. 
 

-¿Podrías poner algún ejemplo?
Lo habitual es tener en cuenta la previsión de gastos pero la pieza clave es no considerar flujos futuros de ingresos o ausencia de flujos futuros de ingresos. En esta época, quizás más que en cualquier otra, se debería tener en cuenta la posible ausencia de ingresos. Un posible ERTE, ERE, vivienda arrendada cuyo inquilino no puede hacer frente al pago de la cuota… son temas que afectan frontalmente a la planificación financiera y, por tanto, a nuestra capacidad de pago. Por eso, nuestra planificación se vería drásticamente afectada. 
 

¿Cómo se puede planificar ante situaciones imprevisibles?

Esto podría dar lugar a pensar  que la planificación financiera no es útil si hay situaciones imprevisibles y no es el caso. La planificación financiera tiene un papel más importante ante efectos imprevistos. Si tuviéramos que resumir en una palabra el corazón de la planificación financiera sería ahorro. Un ahorro previsor y suficiente nos sirve para enfrentar situaciones económicas adversas. Esto, que puede ser muy obvio, a nivel práctico no lo es tanto. Un paso posterior sería el diseño de la estrategias, es decir, cómo utilizo de forma óptima el ahorro que quiero tener. Y sobre todo un aspecto que hay que poner de manifiesto es que en ese diseño de estrategias tiene que haber un mercado organizado, fiable que de precios transparentes y en el que pueda confiar desde el punto de vista de la estructura del mercado. 
 

-¿Cualquier persona puede acceder a una planificación financiera bien construida, aún sin tener conocimientos específicos previos?:
Sí, pero requiere un mínimo de formación previa. Estamos hablando de tener interés y ganas en aprender cómo manejar las finanzas. Por poner un ejemplo podríamos hablar del horizonte temporal. Si quiero construir un ahorro de cara a mi jubilación tengo que tener en cuenta la edad a la que comienzo porque el perfil de riesgo asociado a una persona de 25 años no es el mismo que el de una persona que tiene 50 años, más madura y más aversa al riesgo. Todo esto conforma la planificación financiera y un análisis riguroso resulta fundamental y accesible a cualquier persona. 

-¿Cómo formarse sobre todo lo que rodea a una adecuada planificación financiera?, ¿cuándo y dónde profundizar?
Uno del os cursos de instituto BME se llama Gestión patrimonial familiar y una de las piezas claves de ese curso es la planificación financiera. Es un curso online donde se abordan los productos, activos y mercados así como aspectos de fiscalidad que tiene que tener cada perfil.