El Banco Central Europeo ha cumplido con el guion más agresivo y ha anunciado una subida histórica en sus tipos de interés básicos, de 75 puntos, al tiempo que apuntó a nuevas subidas, dando prioridad a la lucha contra la inflación, a pesar de que la economía del bloque se encamina a una probable recesión.
El regulador "va a tener que dañar mucho el crecimiento para controlar la inflación", apunta Alexis Ortega, socio director de Finagentes Gestión. Con una inflación que se sitúa en el nivel más alto en medio siglo y que se aproxima a los dos dígitos, a los dirigentes del BCE les preocupa que el rápido crecimiento de los precios pueda arraigarse, erosionando el valor de los ahorros de los hogares y desencadenando una espiral de precios y salarios difícil de romper.
Señala también el experto que, si los bancos centrales son serios en su tarea de controlar la inflación, no veremos bajadas de tipos en 2023, como apuntan ya algunas voces, a pesar de que estamos a las puertas de una recesión. Ortega considera que si hubieran comenzado antes con las alzas de tasas, sí tendrían esa opción de bajarlas el próximo año para luchar contra el deterioro económico.
También subió su principal tipo de refinanciación al 1,25%, sus niveles más altos desde 2011, y se prevén nuevos incrementos en octubre y diciembre.
"Este importante paso adelanta la transición desde el actual nivel altamente flexible de los tipos de interés hacia niveles que garanticen el retorno oportuno de la inflación al objetivo del 2% a medio plazo del BCE", declaró el BCE en un comunicado.
Los responsables de la política monetaria habían oscilado durante semanas entre un aumento de 50 y 75 puntos básicos, pero un nuevo salto en la inflación general y subyacente parece haber zanjado el debate, ya que las cifras indican que el crecimiento de los precios se está filtrando en el conjunto de la economía, lo que hace aún más difícil su erradicación.
De hecho, el BCE ha vuelto a aumentar sus previsiones de inflación, elevando las perspectivas para 2023 del 3,5% al 5,5% y situando la tasa de 2024 en el 2,3%, por encima de su objetivo del 2%. Para 2022, espera un IPC del 8,1%.
Los mercados se mostraron poco sorprendidos, ya que los inversores ya habían estimado en más del 80% la probabilidad de un movimiento de 75 puntos básicos, aunque los economistas encuestados por Reuters estaban más divididos, mostrando solo una ligera mayoría que esperaba un movimiento mayor.
A esta hora, Europa incrementa sus caídas: el EURO STOXX 50 pierde un 1,12% en los 3.462,75 puntos, el DAX se deja un 1,48%, el CAC 40 un 0,89%, el FTSE MIB un 1,24% y el Ibex 35 un 0,98%. En verde, los cinco bancos del índice español lideran las alzas. Bankinter y Caixabank suben más de un 4%, Sabadell un 3,81 y BBVA y Santander en torno al medio punto porcentual. En el lado contrario, Inditex cae más del 4%.
A pesar del fuerte incremento, es probable que se produzcan nuevas subidas de tipos, según el BCE. "En las próximas reuniones, el Consejo de Gobierno prevé subir aún más los tipos de interés para frenar la demanda y protegerse del riesgo de un cambio persistente al alza de las expectativas de inflación", añadió el BCE.
El BCE no consigue reflotar el euro
Con esta decisión, el BCE muestra estar preocupado por el euro. Tras anunciar la subida de tipos, el euro ha comenzado a subir y ha recuperado la paridad, pero pronto se ha desinflado y a esta hora cae un 0,43% en los 0,9956 EUR/USD.
"Estas subidas de tipos creo que van dirigidas casi en exclusiva a defender el tipo de cambio; otra cosa es que esto tenga éxito, que yo creo que no", apunta Alexis Ortega. Lo que mueve en estos momentos el tipo de cambio no es solo el tipo de interés, sino también y sobre todo la guerra de Ucrania y la crisis energética y alimentaria derivada del conflicto.
Mientras se mantenga el escenario bélico, el experto cree que se van a mantener los mismos parámetros. La situación económica será muy complicada en los próximos meses, dado que la crisis energética podría agravarse, impactando no solo en los consumidores, sino también en la industria. "Las expectativas económicas de la zona euro son bastante sombrías".