- ¿Cree como decía el ministro de comercio chino que Trump está aumentando el riesgo a una recesión?

Creo que Trump con estos movimientos, cada vez más agresivos, pensemos que estamos en medio de una negociación, y mientras estaba llegando la comitiva China a Washington decide ese mismo viernes los aranceles. Es el método de Trump. Negocia de esa manera agresiva. Si esto acaba mal, sin acuerdo, que no es mi escenario, obviamente puede abocar primero a una disminución del ritmo de crecimiento global y posteriormente incluso en una recesión. Dicho esto, creo que se va a llegar a un acuerdo. A Trump le interesa reducir el déficit comercial que tiene EEUU con China, pero no le interesa romper la baraja.

- No es el escenario más probable pero el problema está en cuándo se produce el acuerdo. Por otro lado, ¿Quién va a ser la primera víctima de todo esto?

Tenemos identificados escenarios de que haya guerra comercial más intensa sin acuerdo, con efecto en los mercados, y en función eso el efecto en el PIB de los países varía desde el 0,2% al 1%. Los peores escenarios no son nada positivos. Durante este año creo que llegaremos a algún tipo de acuerdo. Cuando se llegue a ese acuerdo, o incluso antes, el próximo objetivo donde pondrá la vista será Alemania. Es el segundo país después de China con el que EEUU tiene un mayor déficit. Empezará con ellos a negociar. Por la histórica relación atlántica entre Europa y EEUU, espero que tenga en cuenta eso y no sea tan agresivo como ha sido con China.

- ¿Cree que lo resistirá bien Europa?

Creo que Europa, sin duda, está debilitando su ritmo de crecimiento. Lo vemos con los últimos datos adelantados. El FMI ha rebajado a la mayoría de países importantes de la zona euro. Europa sí que está débil, pero dentro de esa debilidad tenemos la gran suerte de que el BCE, muy criticado, está manejando bien la nave. Mario Draghi ha hecho un excelente trabajo. Mientras esté él, sabrá manejar bien la economía europea. El problema, y esa es una de las incógnitas de las que se habla poco este año, y para mí es crucial es quién va a sustituir a Draghi en octubre. Si quien lo sustituye es escuela Draghi estamos tranquilos, pero si es escuela Trichet, que para mí fue nefasto, probablemente tendríamos problemas importantes.

- ¿Hasta qué punto el resultados de las elecciones europeas puede condicionar la elección del próximo gobernador del BCE?

No lo sé. Pero creo que, precisamente Europa, y sus instituciones, no son el modelo de transparencia democrática. Independientemente de quien salga elegido, si la ola populista tiene más o menos fuerza, no creo que tenga un grandísimo efecto en qué tecnócrata escogemos para el BCE.

- ¿Qué repercusión tiene todo esto en las políticas de tipo de interés? ¿Apuesta porque la Fed va a bajar los tipos antes de que acabe el año?

La Fed el año pasado estaba con el piloto automático puesto. Quiso hacer cuatro subidas y las hizo. Para mí, las dos últimas sobre todo la última, probablemente se pasó de frenada y no mostró la sensibilidad que debe tener para con los mercados. Es cierto, y tiene razón Powell, la Fed se dedica a intentar mantener una estabilidad en precios, un crecimiento, una bajada de desempleo de la economía. No entra tanto en la volatilidad de los mercados. Pero tiene un efecto, por el efecto riqueza de los inversores americanos. En América, el que tiene cuatro dólares ahorrados ya tiene acciones. Creo que este año se ha dado cuenta entre comillas del error de finales del año pasado. Ya en enero Powell nos vino a decir que sí tendrá más sensibilidad para con los mercados. Lo veo un poco congelado, una situación de esperar y ver. Subidas las veo muy difíciles, en todo caso una y no las veo. Bajadas tampoco las veo. Probablemente nos quedemos como estamos, sin ningún movimiento.

- ¿Hay valor en los bonos?

En los bonos hay valor. En nuestra casa somos unos grandes seguidores del mercado de bonos. Eso nos permitió que amortiguásemos mucho las bajadas a finales de año pasado. Este principio de año todo el mundo habla del rally de la renta variable, que ha existido en los tres primeros meses, pero es que la renta fija también ha subido. Eso ha hecho que algunos bonos estén algo caros. Pero hay otros bonos que de dan recorrido y menos volatilidad. Son un refugio ante los probables vaivenes de la renta variable. Si tú eres un cliente patrimonialista, empresario, que gana su dinero con su empresa,  o trabajador. Quiere protegerlo y al menos batir a la inflación, no tener una merma del poder adquisitivo. Vemos valor en la parte alta del high yield. Por ejemplo, Thyssenkrupp es high yield. En BB estamos cómodos. En el investment grade, para aquellos que son más conservadores, nos sentimos más cómodos en la parte media, en las A y en las triples B, que son la parte baja del investment grade. Nosotros tenemos una sicav que se llama SLM Iceberg, que de media en los últimos tres años ha dado un 4%. Estamos contentos. Eso es lo que buscamos. Tenemos una cartera muy diversificada. He elegido tres. Creemos que el dólar seguirá con fuerza. Con lo cual, un bono denominado en dólares es una buena decisión. Tenemos una compañía que está muy de moda como es Netflix. El retorno que nos daría es un 3%. Es un bono BB-. Netflix es un poquito como Apple. Son compañías que están muy de moda. Llegará un día, como le pasó a Nokia, que dejen de estarlo. Ahora hay que aprovechar que está en la cresta de la ola y este bono está muy bien.

- A veces, algunas compañías están muy mal en renta variable pero eso no quiere decir que no tengan un bono atractivo.

Nosotros somos muy de renta fija. A veces tenemos bonos que están aguantando muy bien y la acción a lo mejor se están descalabrando. Son dos áreas diferentes. Por dar algún emisor español, el bono de Cellnex nos gusta es BB+, es escalón justo por debajo de investment grade, el más alto de high yield. Para quien sea aún más conservador y quiera estar en el investment grade, con A-, tenemos al que para mí es el mejor banco de inversión del mundo, que es Goldman Sachs.