El último año ha estado marcado por las subidas de tipos de la Fed y el BCE. ¿Se frenarán este año? Y de ser así, ¿Cuándo podrían comenzar a bajar los tipos?

Parece que estamos llegando un poco al techo de esos tipos que buscaban los bancos centrales. En el caso de la Reserva Federal seguramente veamos todavía una subida de un cuarto de punto en el mes de julio, aunque nos podrían sorprender en junio después de las subidas que hemos visto inesperadas en Canadá y Australia. No obstante, seguimos pensando que será en julio. Y el BCE todavía tiene un poquito más de trabajo: seguramente esta semana veamos una subida, quizás debería ser de 0,50 pero pensamos que va a ser de 0,25, y alguna más tendremos por delante, o por lo menos una más. Por lo tanto este año deberemos llegar al umbral en la parte alta de los tipos de interés y lo normal es que si las economías no entran en un momento complicado de muy bajo crecimiento, estancamiento de consumo, etc. no veamos bajadas de tipos hasta el año que viene. No creemos para nada que en este año se den las circunstancias para que los tipos bajen, salvo que lo que se resintiesen con mucha fuerza los crecimientos económicos y anticipadamente empezásemos a hablar de bajadas de tipos.  En 2023  lo lógico es que los tipos permanezcan en los niveles máximos que van a llevar los bancos  centrales y será en 2024, tampoco sé en qué momento pero  seguramente en el segundo semestre, cuando los tipos bajen realmente.

¿Cómo van a impactar en las cuentas de los bancos todas las subidas de tipos realizadas?

Las subidas de tipos tienen como siempre todo tipo de efectos. Hay un efecto muy positivo que es el de conseguir mejorar los resultados, porque los márgenes se mejoran de forma muy significativa. Al final lo que estamos viendo, es sobre todo si hablamos de los bancos españoles, es que todavía mantienen una liquidez muy fuerte y no han entrado en esa guerra de remunerar los depósitos de forma significativa. En ese lado es positivo: vamos a ver todavía un incremento de márgenes y buenos resultados por parte del sector financiero. Por otro lado está la otra cara de la moneda: todas estas subidas de tipos entrañan unas subidas muy  significativas en los gastos financieros de las empresas y por supuesto en los gastos de las familias, sobre todo vía hipotecas que es una de las operaciones más extendidas en la sociedad española. Por lo tanto, podemos ver un aumento de la morosidad; no nos debería chocar que esto ocurriera y puede también afectar negativamente a los resultados de las empresas. Hay un tercer tema que es que indudablemente vamos a ver una reducción del crédito: vamos a ver menos demanda de créditos al estar muy elevados los tipos de interés, tanto en operaciones corporativas como en las finanzas de las de las familias. De cara al futuro tampoco es bueno ver reducirse el crédito en las carteras de los bancos.

En cuanto a las cotizaciones, los bancos españoles han pasado de liderar el Ibex 35 a principios de año a registrar un frenazo desde las turbulencias de marzo. ¿Cómo los veis de cara a la segunda mitad del año?

Nosotros creemos que el sector financiero todavía tiene mucho que decir y que podemos ver subidas considerables en las cotizaciones. Indudablemente después de un arranque de año espectacular, hemos visto una cierta toma de beneficios por algunos inversores que ha reducido las fuertes altas que se habían producido; y luego, esta ‘crisis bancaria’ que estamos viviendo en estos momentos también ha despertado las alertas en las cabezas de los de los inversores, con un flujo menor de dinero hacia el sector financiero. Yo pienso que poco a poco ese miedo a los problemas que podrían tener algunas entidades financieras va desapareciendo del mercado y por lo tanto deberíamos ver todavía alzas importantes en el sector financiero, que comprende tanto bancos como aseguradoras, al son de mejores resultados, más elevados dividendos, etc.

Estamos a las puertas del verano, con el sector turístico liderando las subidas en la Bolsa. ¿Hay margen para que sigan comportándose bien?

Lo lógico es que no pueda seguir con el ritmo que hemos visto hasta ahora, pero sí tiene todo el sentido que sigamos viendo cifras positivas y entrada de dinero en el sector turístico. Al final lo que estamos viendo es que están recuperando cuotas prepandemia, con crecimientos muy significativos este año. Yo creo que de fruto de esa de esa época tan complicada que vivimos, el sector turismo tiene mucho más auge entre las familias. Es decir, si antes estaban dispuestas a sacrificar algunos días por realizar algún tipo de gasto, ahora parece que esas vacaciones son indispensables y los gastos en turismo se están incrementando de forma significativa; y yo creo que eso va a continuar. Por lo tanto pensamos que mejoras de las cuotas de turismo significan mejores resultados para las entidades del del sector y más inversión. Todo lo relacionado con turismo creemos que tiene todavía bastante recorrido.

El sector de las renovables se ha visto sacudido por la reciente OPA sobre Opdenergy. ¿Cómo ves este sector en España?

Es un sector muy interesante, pero un sector en el cual hay que ser ya bastante selectivos. Estamos viendo un crecimiento tan exponencial que hay momentos en que se duda si toda esa  capacidad que vamos a instalar va a poder ser utilizada, dado que en los temas de renovables  la producción no es estable durante todo el día, sino que tiene sus momentos claves donde realmente pues una entrada de energía en la en la red muy significativa. Yo creo que ahora mismo habría que intentar invertir en los grandes proyectos ya consolidados: es verdad que pueden dar quizás menos rentabilidad que aquellos que están en una fase mucho más atrasada y por lo tanto tienen unas posibilidades de crecimiento muy fuertes; pero ahora mismo también prima ya un poco el tamaño y el volumen de las compañías ya muy consolidadas en el sector.