La incertidumbre provocada por las turbulencias del sector bancario mundial puede generar un aumento persistente de los costes de financiación para los bancos españoles y exigir una evaluación exhaustiva de las fuentes de financiación y liquidez, dijeron altos cargos del Banco de España.
En la presentación de la Memoria de Supervisión del banco central, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, que el impacto de la elevada inflación sobre la renta disponible de hogares y empresas "puede también afectar negativamente a su capacidad de pago".
"Esto, a su vez, puede obligar a las entidades (españolas) a elevar las provisiones necesarias por insolvencias, si bien el deterioro macroeconómico no se ha reflejado de momento en términos de calidad crediticia", dijo De Cos, añadiendo que las ratios de morosidad disminuyeron ligeramente a lo largo de 2022, a pesar del fin de las moratorias aplicadas a los préstamos.
La morosidad se situó en enero en mínimos casi históricos del 3,56%, muy por debajo del máximo histórico del 13,6% registrado en diciembre de 2013.
Y es que las perspectivas ya no son tan positivas para los bancos como lo eran al inicio de año, gracias a las alzas de tipos, que iban a beneficiar al sector financiero.
Según apunta Javier Lorenzo, gestor del fondo de inversión GPM asignación táctica, "no podemos saber lo que va a venir, pero a poco malo que venga, el sector va a sufrir mucho". En Europa, lo de Credit Suisse se ha solucionado rápido. Pero no es un sector por rentabilidad/riesgo que no merece la pena, apunta el experto.
En el caso concreto de Bankinter, el valor llevaba tendencia alcista muy positiva. Pero tras las noticia inesperadas sobre el sector financiero, "Bankinter es un cuchillo cayendo. Este tipo de valores no me dan confianza". De hecho, si bien el Ibex 35 ha tenido altibajos desde que se iniciaron las turbulencias, Bankinter solo ha caído.
No obstante, el consenso de analistas recogido por Reuters le sigue dando un consejo de comprar y un potencial del 47%.