¿Qué podemos esperar ahora de Abengoa?

La noticia es sorprendente y muy negativa. Al igual que había sido muy positivo encontrar el apoyo en Gestamp que es una de las grandes empresas industriales hoteleras españolas es negativo que la familia Ribera haya dicho que se sale de la operación. También se puede tomar como una decisión estratégica y algo muy pensado y muy coherente que es una especie de órdago a la banca, a los proveedores, para que refinancien y para que den más plazo a que la compañía se pueda recuperar. Nosotros la actividad de Abengoa la seguimos viendo muy bien semana sí y semana no gana concursos internacionales. Es una empresa de las más reputadas en su campo en la construcción de centrales energéticas, de ciclo combinado. Entonces lo que hay que hacer es esperar si en este preconcurso de acreedores precisamente esos acreedores llegan a un acuerdo con la empresa y ver si Gestamp vuelve a interesarse por ese 30% que tenía apalabrado con la familia Benjumea y ver si la compañía es capaz de continuar funcionando porque el problema horroroso que tiene es el endeudamiento financiero no solo a través de bonos sino también con deudas a proveedores.

¿Vería reconducible esta situación de cara al futuro o cree que ya va cada vez a peor?

Cosas peores se han visto. Hay una cosa clara que es que cuando alguien debe 5.000 millones de euros los acreedores desde luego no quieren perder eso y tampoco les gusta entrar en un proceso de liquidación en el que se malvenden los activos y rara vez se recupera todo lo que se había invertido. Lo que está claro es que el funcionamiento normal de la empresa es magnífico. El prestigio de la compañía es enorme y lo que esperamos es que se pueda llegar a un acuerdo para que no se produzca una situación tan traumática como ha estado habiendo como en casos como en Martinsa Fadesa. Una liquidación sería malo para todos.

Hablaríamos del mayor concurso de acreedores de la historia de este país…

Efectivamente, se superaría el de Martinsa Fadesa y sería el mayor…

¿Cómo podría afectar esto a los acreedores entre los que están también grandes bancos?

Cualquier fase o cualquier proceso que en el que la negociación no fructifica se llegaría a un proceso de liquidación, se venden los activos y se establece un orden de prelación entre los acreedores, los bancos ocupan el primer puesto principalmente y los siguientes serían los bonistas.

Por tanto, ¿de momento apostaría por la prudencia?

Hay que ver qué es lo que pasa y esperar a que se tome una decisión en el concurso de acreedores.

Cambiando de tema, ¿qué visión tiene de los mercados con la tensión geopolítica que hay en estos momentos?

Realmente los mercados tampoco han tenido una reacción muy negativa. Sí hemos visto impactos sobre todo después del rebote del crudo con los bombardeos en Siria. Eso ha hecho que el sector petrolero avance. En cambio para el sector del turismo y las aerolíneas con esas alertas de Estados Unidos, pero el resto de sectores realmente no ha entrado en pánico ni en psicosis terroristas y esperamos que la situación se normalice y que no haya ningún efecto a largo plazo, sobre todo sobre las economías de los países.

Dos de las acciones que más han sufrido en las últimas sesiones una de ellas es precisamente IAG. ¿Qué perspectiva podemos tener para esta compañía?

A corto plazo sin duda es normal el castigo de IAG, aunque quizá algo exagerado. Se debe a un aviso oficial de las autoridades americanas que dice a sus ciudadanos que tenga cuidado a viajar en las aerolíneas europeas. Estudia restringir todos los vuelos cuya ruta pasa por espacio aéreo de muchos países de la zona. Eso estaríamos hablando entre un 12% y un 15% de las rutas, con lo que sí habría un impacto directo en la cuenta de resultados. En cualquier caso nosotros somos muy optimistas con IAG. Pensamos que el ejercicio de reestructuración que se ha hecho en Iberia va a hacer que vuelva a ser una aerolínea rentable y luego con la compra de Air Lingus, que mejora el control de Brithis Airways en Hethrow como con todas las aerolíneas de low cost que tiene la compañía, creo que el futuro es bastante brillante.

Otra de las que ha sufrido en las últimas jornadas es Endesa después de anunciar el 100% del payout. ¿Son positivos de cara a la eléctrica española o qué recomendación o análisis hacen para este valor?

Realmente somos positivos con todo el sector eléctrico español. Después de ese gran esfuerzo que han hecho todas las compañías para aceptar el nuevo panorama regulatorio, que parece que ya es estable. En cuanto a Endesa, lo primero que vemos es que la estrategia de Enel de intentar concentrar todos los activos españoles en Endesa nos parece bien. El precio por el que podría comprar los activos en España nos parece muy correcto. La noticia de que el 100% del beneficio se iba a destinar a la retribución al accionista nos parece bien y correcto con lo que Enel quiere exigir de Endesa. Lo único que el mercado quizá ha reaccionado de manera negativa porque esperaba como guinda del pastel que se aprobara el dividendo extraordinario. Enel lo único que ha dicho es que va a esperar al año que viene para hacerlo. Nuestras perspectivas son positivas.

En este clima que estamos describiendo, ¿qué valores son los que ven más atractivos?

Como siempre las elecciones y las incertidumbres generan dudas en los inversores. Entonces nosotros al ser muy positivos en renta variable porque nos parece que es el único activo con este entorno de tipos de interés bajos con la volatilidad en materias primas tiene cierto atractivo. Nosotros creemos que hay que centrarse en empresas con probada alta rentabilidad por dividendo históricamente con visibilidad y recurrencia en resultados y empresas que sean el destino favorito de ese dinero conservador que va a entrar en bolsa. Por eso podríamos elegir Iberdrola, Red Eléctrica o Enagas. Nos gusta también el sector bancario, porque pensamos que los esfuerzos del BCE van a terminar por hacer crecer el crédito. Nos gustan Santander, BBVA, y Bankia.

Hablando de materias primas… ¿Cree que el petróleo ha tocado ya suelo?

De momento el único factor que apoya las subidas del crudo por encima de los 40 y los 45 dólares es la escalada de esta tensión en Oriente Medio y es totalmente artificial. Realmente lo que esperamos es que en la próxima reunión de la OPEP haya un recorte de producción y que el crudo se estabilice por encima de los 50 dólares.