La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha aumentado en cerca de medio punto porcentual las tarifas máximas que Renfe podrá cobrar al resto de operadores como Ouigo por el uso de las infraestructuras, incluidos los talleres en los que mantiene sus trenes.

En concreto, ha fijado en un 7,33% el tope que Renfe podrá ganar por prestar sus instalaciones, lo que se denomina 'beneficio razonable', frente al 6,88% que se fijó en 2024, debido principalmente al aumento del coste de la deuda.

En este sentido, la CNMC ha tomado como referencia el incremento de la rentabilidad del bono español a 10 años, que ha pasado del 1,41% del año pasado al 1,91% actual (0,5 puntos más), resultando en un aumento del coste total de los recursos propios de Renfe de 0,55 puntos. No obstante, hay otras referencias que se tienen en cuenta como el coste de la deuda para Renfe, que ha subido del 0,87% al 1,01% (0,14 puntos).

En el trámite de audiencia pública para determinar este 'beneficio razonable', ningún operador presentó alegaciones u observaciones a las propuestas de la CNMC, limitándose en el caso de Renfe a aportar la información necesaria para calcular sus costes.

La misma resolución del regulador ha determinado un porcentaje del 7,73% para las instalaciones de Adif (0,4 puntos más) y del 8,17% para el resto de propietarios.

Estos indicadores servirán para que la CNMC pueda supervisar los precios que las distintas empresas ferroviarias deben pagar por acceder a las instalaciones ferroviarias (estaciones, terminales de mercancías y talleres) y a los servicios que se prestan en las mismas.

"El acceso a estas instalaciones, que pertenecen a Adif, Renfe y a otras empresas, es esencial para que las compañías de transporte de mercancías y de viajeros puedan funcionar", destaca el organismo de Competencia.

Esta comunicación equipara el beneficio razonable al coste medio ponderado del capital y lo calcula como en otros sectores supervisados por la CNMC. No obstante, cada sector presenta particularidades --por diferencias regulatorias, restricciones específicas, iniciativas de armonización europea o por las propias características de las empresas reguladas--, lo que hace que ciertos parámetros deban adaptarse al contexto de cada actividad.

En 2020, la CNMC obligó a Renfe a bajar los precios que cobra a la competencia, al considerar que sus tarifas por el alquiler de sus talleres de mantenimiento era muy superior al coste de capital, sobre todo porque muchos de los 20.000 activos con los que cuenta ya estarían amortizados.

Recientemente surgió un conflicto entre Renfe y Ouigo al considerar la empresa pública que el operador francés (también público) hacía un uso de sus talleres no autorizado o, al menos, no por el que pagaba.