El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha expresado su confianza en que el crecimiento de la economía de la zona euro repunte con fuerza a lo largo de 2022, a pesar del debilitamiento registrado en el último trimestre de 2021, mientras espera que la inflación modere su escalada a medida que avanza el año.

"Esperamos que el crecimiento repunte con fuerza a lo largo de 2022. Durante los próximos tres años, prevemos que el crecimiento de la zona del euro se mantendrá por encima de su media a largo plazo", ha señalado el español durante su participación en el London School of Economics German Symposium.

En cuanto a la evolución de los precios, Guindos ha reconocido que la inflación ha subido con fuerza en los últimos meses y "ha vuelto a sorprender al alza en enero", alcanzando el 5,1%, subrayando que esta escalada responde principalmente a los costes más altos de la energía, así como a los precios más altos de los alimentos.

"Es probable que la inflación se mantenga elevada durante más tiempo de lo esperado, pero que disminuya en el transcurso de este año", ha anticipado, advirtiendo de que hay riesgos al alza para esa perspectiva, tal y como señaló la presidenta del BCE, Christine Lagarde, la semana pasada.

En este sentido, el exministro español de Economía ha hecho hincapié en que la inflación podría resultar más alta de lo esperado si las presiones de los precios se traducen en aumentos salariales superiores a los previstos, o si la economía vuelve a su plena capacidad más rápidamente de lo previsto.

"En vista del alto nivel de incertidumbre actual, necesitamos más que nunca mantener la flexibilidad y la opcionalidad en la conducción de la política monetaria", ha advertido Guindos. "Estamos listos para ajustar todos nuestros instrumentos, según corresponda, para garantizar que la inflación se estabilice en nuestro objetivo del 2% a mediano plazo", ha añadido.

Asimismo, el español ha defendido el distinto ritmo en la normalización de la política monetaria del BCE, señalando que la zona euro se encuentra en una etapa diferente del ciclo económico, tal como estaba cuando comenzó la pandemia.

"Por lo tanto, es natural que los bancos centrales de todo el mundo no necesariamente comiencen a subir las tasas al mismo tiempo", ha afirmado, subrayando que el BCE se guía por las condiciones de su orientación a futuro y actuará "si se cumplen y cuando se cumplan".