La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha vuelto a rebajar la nota de solvencia como emisor a largo plazo de la deuda soberana de Rusia, que pasa a situarse en 'C' desde 'B', como reflejo del riesgo de impago "inminente".

En su análisis, la calificadora de riesgos ha justificado la rebaja de rating como consecuencia en parte del decreto aprobado en Rusia el pasado 5 de marzo que potencialmente podría obligar a redenominar los pagos de deuda soberana en moneda extranjera a moneda local para acreedores en países específicos.

Además, Fitch apunta que, desde finales de la semana pasada, la aplicación de la regulación del Banco Central de Rusia ha restringido la transferencia de cupones de deuda rusa en moneda local a no residentes.

En términos más generales, la agencia advierte de que el aumento de las sanciones y las propuestas para limitar el comercio de energía de Rusia aumentan la probabilidad de una respuesta política por parte del Kremlin que incluya al menos el impago selectivo de sus obligaciones de deuda soberana.

La semana pasada, S&P Global Ratings degradó la nota de solvencia tanto en moneda local como extranjera de la deuda soberana de Rusia hasta 'CCC-' desde 'BB+' ante el creciente riesgo de impago como consecuencia de las sanciones impuestas al país tras la invasión de Ucrania.

Asimismo, la calificadora de riesgos decidió mantener la calificación del país en vigilancia con implicaciones negativas, lo que deja abierta la posibilidad de nuevas rebajas del rating a corto plazo.

De su lado, Moody's recortó este lunes el rating como emisor a largo plazo de Rusia, situándolo en 'Ca' desde 'B3', solo un peldaño por encima de la calificación correspondiente al impago de la deuda, con una perspectiva negativa, ante la expectativa de que los controles de capital introducidos por el Banco Central de Rusia restringirán los pagos transfronterizos, incluido el servicio de la deuda de los bonos del Gobierno.