Decir que Bitcoin se mueve en la estabilidad en las últimas sesiones es casi una noticia en sí misma, aunque también la nueva hambre de avances. Consolida posiciones en la última semana, incluso con una sana toma de beneficios desde sus niveles máximos que superaron los 66.000 dólares por activo el pasado 21 de octubre, pero con nuevo impulso ayer mismo para poder encararlos. Y es que la remontada desde su último punto más bajo, el pasado 30 de septiembre, roza ya el 50%.
Una progresión más que significativa que el valor podría superar con creces, hasta duplicarse y más si atendemos a lo que proyecta para su precio JPMorgan. Y es que de nuevo sus proyecciones traen bueno y malo al mismo tiempo para la criptomoneda, igual que en el seno de la empresa mientras su presidente Jamie Dimon sigue pensando lo peor de Bitcoin.
Su equipo especializado en criptomoneda considera que, ahora mismo, el precio de Bitcoin debería establecerse alrededor de los 35.000 dólares, un nivel un 47% inferior al que ahora mismo cotiza en el mercado. La diferencia, señalan desde JP Morgan entre la realidad y su pronóstico se debe a la inmensa volatilidad en la que se mueve la cripto, que incluso llega a multiplicar por cuatro la que presenta el oro, el activo con el que más comparan los expertos a Bitcoin.
Y consideran que, si esa volatilidad se reduce durante el próximo ejercicio, su precio debería alcanzar nuevos máximos de orden de los 73.000 dólares. De lo que sí están seguros es del crecimiento de todo el universo de moneda digitales, que cuantifican en un 15%. Ese aumento superaría incluso el rendimiento que pronostican los hedge funds para los sus activos.
Aunque estiman que la volatilidad tiene un precio: es el de reducir su atractivo entre los inversores. De ahí que, a medio plazo no vean los 100.000 dólares como cota para Bitcoin, en especial, porque su punto de entrada actual es poco atractivo, aunque a largo plazo cuantifican en 146.000 dólares su potencial. Su recomendación, que en una cartera de inversión media su exposición a Bitcoin alcance apenas el 1%.
En su gráfica de cotización vemos como solo consolida niveles en el compendio de las últimas cinco sesiones, con avances en el mes del 15,6%, trimestrales que alcanzan ya el 46% y, en lo que va de año, Bitcoin sube un 115%, mientras que se revaloriza un 300% desde noviembre del pasado año.
También hay novedades en España, con Santander que, como ha reconocido en declaraciones a Bloomberg su presidenta Ana Botín ha llegado tarde a esta operativa por temas regulatorios y de cumplimiento. Pero ya está entrando en el mercado, con la vista puesta en ETFs y ETP especializados en criptodivisas como fórmula para atender las necesidades del cliente.
De ahí la doble seguridad: no tener que comprar activos sobre los que la seguridad jurídica sigue siendo dudosa y hacerlo mediante productos regulados, pero de momento no hay fecha de comienzo para esta operativa que ofrecerán a través de sus canales de inversión.
Y la CNMV, a cuenta de la regulación, ha vuelto a llamar la atención sobre entidades y gestores por la comercialización de estos fondos cotizados, porque necesitan autorización de la Comisión del Mercado de Valores pata hacerlo, ya que esos ETFs vienen de un tercer país. Éstos sí son productos regulados, pero no los activos como Bitcoin, subyacente que sigue sin estar regulado ni respaldado por entidad alguna.
Mientras si miramos a sus aspectos técnicos, vemos como Bitcoin alcanza una puntuación de 8,5 puntos sobre los 10 totales para el valor. Entre sus puntos débiles, que marcan los indicadores premium que elabora Estrategias de Inversión encontramos el volumen de negocio a medio plazo, que es decreciente para el valor y su rango de amplitud, que a medio plazo se muestra creciente para el valor.
Mientras, en el otro lado, vemos que la tendencia tanto a medio como a largo plazo sigue siendo alcista, el momento total, tanto lento como rápido es positivo para Bitcoin, el volumen de negocio a largo plazo es decreciente y el rango de amplitud a medio plazo, su volatilidad en el mercado es creciente.
